Si mañana los trabajadores de saneamiento declararan una huelga, se crearía una crisis en poco tiempo. Lo mismo sucedería si los trabajadores de autobuses, ferrocarriles y líneas aéreas lo hicieran, o los trabajadores agrícolas y de distribución de alimentos, o los trabajadores sanitarios, o los trabajadores de muelles y almacenes, o los maestros y otros personales de la educación, o los trabajadores de reparaciones de servicios públicos—la lista sigue y sigue.
Pero si Jeff Bezos, quien ahora se dice que es la persona más rica del mundo, no se presentara en Amazon mañana o la próxima semana o el próximo año, de ninguna manera afectaría a las operaciones. Lo mismo ocurría con Bill Gates en Microsoft, o Mark Zuckerberg en Facebook. A Donald Trump le gusta presumir de que construyó hoteles y centros turísticos en todo el mundo. No lo hizo—fueron miles de trabajadores de construcción, arquitectos e ingenieros con una amplia gama de habilidades necesarias quienes hicieron el trabajo real.
Los propietarios e inversionistas multimillonarios en realidad no desempeñan ningún papel en la producción de bienes o servicios, pero sí se llevan todas las ganancias. A pesar de ser glorificados diariamente en los medios corporativos, controlados por sus colegas capitalistas, en realidad son parásitos. Según un informe de la organización Oxfam en enero de 2019, 26 de ellos poseen tanta riqueza como la mitad más pobre de la población mundial, ¡3.700 millones de personas!
Los mismos medios de comunicación y políticos derechistas promueven el mito del “individualismo rudo,” la idea de que todos podríamos ser ricos si trabajáramos lo suficiente. En el mundo real, a los millones de trabajadores con los trabajos más difíciles se les paga menos. Y la mayoría de los súper ricos, como Trump, son multimillonarios porque sus padres eran millonarios. A la vez, los grupos más pobres del país son indígenas y afroamericanos, cuyas tierras robadas y siglos de trabajo forzado sin remuneración, respectivamente, formaron la base fundamental del sistema capitalista estadounidense.
Los medios corporativos y la clase a la que sirven tienen un gran interés en ocultar el hecho de que en nuestra sociedad las personas que trabajan todas dependen unas de otras. Si los trabajadores de cualquier sector importante de la economía desaparecieran mañana, todo el sistema comenzaría a descomponerse rápidamente. Todos los trabajos son necesarios y dignos, incluido el trabajo realizado en el hogar principalmente por las mujeres, el cuál no recibe remuneración.
Vivimos en un sistema y una economía interdependiente que están completamente dirigidos por los trabajadores. Producimos todos los bienes y servicios necesarios para sustentar la vida en el siglo XXI, mientras que los propietarios capitalistas no producen nada.
Los políticos intolerantes y gran parte de los medios populares promueven divisiones entre la gente trabajadora. El Partido por el Socialismo y la Liberación representa y promueve la solidaridad entre todos los trabajadores, independientemente de su nacionalidad, género, orientación sexual o religión / no religión. Todo trabajo es digno y todos los trabajadores merecen respeto.
Los capitalistas controlan a la Casa Blanca, el Congreso, la Corte Suprema y el gobierno en todos los niveles.
Ellos crean las leyes que protegen sus propiedades y ganancias como la máxima prioridad. Es un gobierno de, por y para los ricos, a expensas de los pueblos y el planeta. Declaran guerra tras guerra, a costa de millones de vidas y miles de millones de dólares. Su sistema está protegido por un sistema de policías, cortes, prisiones racista y anti-trabajadoras.
Los problemas profundos que enfrentamos no se pueden resolver dentro del marco del sistema actual. Necesitamos un nuevo orden, un sistema socialista donde la gran riqueza creada por los trabajadores sea su propiedad y esté bajo su control. Necesitamos una economía socialista y planificada que satisfaga las necesidades de los pueblos del mundo a largo plazo y de manera sostenible.
En este Día de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores 2019, decimos: ¡Los trabajadores mueven al mundo! ¡Los trabajadores deberían dirigir el mundo! ¡Si está de acuerdo, únase a nosotros!