Este pasado 18 de septiembre, cientos de manifestantes se volcaron a las calles de Los Ángeles, manifestándose en respuesta al asesinato de Manuel Jamines, un inmigrante jornalero guatemalteco que además era padre de familia. Jamines murió a manos de la policía en una de las más congestionadas bocacalles del vecindario inmigrante Westlake, cerca del centro de Los Ángeles este pasado 5 de septiembre.
El LAPD trató de obligarnos a marchar en las aceras, pero debido a nuestro número de participantes, el nivel de militancia y enojo, pudimos tomarnos y retener la calle. Fotos: Bethany Malmgren |
La Coalición ANSWER, el Partido Socialismo y Liberación y muchas otras organizaciones comunitarias hicieron un llamado a marchar, como una manera de continuar las manifestaciones que tomaron lugar cuando Jamines fue asesinado. Durante todas las noches de la semana anterior a la marcha, miembros del PSL distribuyeron miles de volantes y afiches alrededor del vecindario. Además participaron y organizaron múltiples conferencias de prensa con otras organizaciones, las cuales obtuvieron muy buena concurrencia por parte de la prensa.
El día del evento, los manifestantes se congregaron muy temprano por la mañana en las esquinas de las calles 6ta y Union, lugar donde ocurrió el asesinato. El objetivo era muy simple: partir de esa esquina, un lugar que sufre a diario el terror de la policía. En los ojos de esta comunidad, la policía actúa como una fuerza ocupacional, hostiga, brutaliza y hasta asesina a la clase trabajadora y el pueblo pobre.
Una vez comenzada la manifestación, y a medida que avanzaba por las calles del vecindario, varios residentes de la zona se unieron y otros nos saludaban desde las aceras como muestra de apoyo. Los manifestantes mostraban pancartas en las cuales se podía leer “¡LAPD: Culpable de asesinato!” y “¡Justicia Para Manuel Jamines!” Las consignas resonaron a través de las calles, “¡queremos justicia, arresten a los policías asesinos!” Los manifestantes eran en su mayoría jóvenes, gente de color y unificados en esta lucha.
Esta marcha se llevó a cabo sin ningún permiso. El LAPD trató de obligarnos a marchar en las aceras, pero debido a nuestro número de participantes, el nivel de militancia y enojo, pudimos tomarnos y retener la calle. La manifestación se desplazó a través del vecindario Westlake hasta el centro, en medio de la calle Broadway, una de las avenidas más grandes y concurridas en el centro de Los Ángeles.
La manifestación concluyó frente al nuevo cuartel del LAPD, enfrente de la Alcaldía, el centro del poder político en Los Ángeles. Concluimos con un mitin que contó con la participación de varios oradores representando diferentes organizaciones, entre ellas la Unión de Inmigrantes Guatemaltecos, Vamos Unidos USA, El Gremio Nacional de Abogados, PSL, Coalición ANSWER, AF3IRM, BAMN, Homies Unidos y RCP, para nombrar a algunos. Todos los oradores señalaron el estallido de brutalidad policiaca que afecta a toda la nación. La Danza Azteca Cuauhtémoc dio inicio al mitin con una ceremonia ritual.
Rosa Posada, dirigente de la Unión de Inmigrantes Guatemaltecos, se refirió a la comunidad del vecindario Westlake y a la represión policiaca que sufre diariamente. Señaló que la muerte de Jamines fue un “asesinato” e hizo un llamado a continuar la lucha para enjuiciar a sus asesinos.
Peta Lindsay de la Coalición ANSWER enfatizó las demandas: “estamos aquí para obtener justicia por Manuel Jamines, Esto quiere decir que los oficiales que mataron a Jamines deben ser arrestados por asesinato. Debemos tener control comunitario sobre la policía través de mecanismos dirigidos por la población civil. Además queremos que se detenga inmediatamente el hostigamiento racista, el perfil racial y las redadas en nuestros vecindarios.”
A pesar de que hubo un intento calculado de descarrilar la manifestación de su objetivo político—el cuartel general del LAPD—ni la policía ni cualquier otro individúo fueron capaces de detener esta acción. Por el contrario, la determinación de la comunidad y los organizadores brillaron en toda su presencia.
Esta fue la primera manifestación en las puertas del nuevo cuartel general del LAPD. Los manifestantes hicieron entrega de un ataúd simbólico envuelto en una manta que leía “Asesinado por el LAPD” en inglés y español.
Carlos Aguilar comentó para Liberación, “La acción de hoy fue importante porque hablamos de justicia y en contra de los policías asesinos que aterrorizan a nuestras comunidades. Marchando sin miedo en las concurridas calles de Los Ángeles fue una experiencia liberadora. Seguiremos luchando por justicia para Manuel Jamines y todas las víctimas de la violencia policiaca.”