Los Estados Unidos se encuentra en la peor crisis económica desde la Gran
Depresión. Una gran cantidad sin precedentes
de familias trabajadoras han sido desalojadas de sus hogares, han
perdido sus empleos y se enfrentan a los recortes de vitales servicios
sociales.
Pero no se necesita ser un economista de carrera para explicar que fue lo
que causó la crisis. En realidad es un concepto muy simple: Crisis de
sobreproducción.
La producción bajo el capitalismo no está basada en satisfacer las
necesidades de la humanidad, si no que en qué es lo que produce más ganancias
para los patrones.
Cada capitalista se encuentra compitiendo en contra del otro, por eso la
producción es anárquica, y está sujeta a los caprichos y pronósticos de los más
ricos.
Cuando la economía está en “auge”, los capitalistas se apresuraran a
cosechar sus ganancias. La actual crisis
económica comenzó en la industria de bienes y raíces. Durante varios años, los
condominios de lujo y los edificios de apartamentos producían ganancias.
Pero el auge se tornó en quiebra. El mercado se inundó de casa nuevas
debido a que los capitalistas estaban ansiosos por producir grandes ganancias.
El exceso de casas nuevas ayudo a que se “rompiera” la burbuja—el precio de las
casas descendió dramáticamente, esto dio paso a los despidos y los potenciales
clientes de casas se acabó.
La crisis en ocasionó una onda expansiva que penetro en otros sectores
industriales—impactando a aquellos
sectores que estaban directamente conectados con todo lo relacionado a
vivienda, y afectó a otros sectores también, ya que los trabajadores dejaron de
comprar productos cuando la situación se empeoró.
La economía se estancó rápidamente. También con el estancamiento, los
bancos comenzaros a embargar las casas y a desalojar una cifra sin precedente
de familias.
Muchos de estos bancos también empezaron a derrumbarse, debido a los malos
prestamos que aceptaron y los cuales fueron refaccionados superficialmente para
tratar de deshacerse de ellos el mercado de valores. Los bancos dejaron de
darse préstamos entre sí; eventualmente comenzaron a acabarse los créditos. Fue
entonces que intervino el gobierno con un rescate financiero para los bancos y
las compañías de seguro.
Tomemos en cuenta lo absurdo de la crisis y a quienes afecta más. Así es el
capitalismo: las casas no se construyen para que la gente pueda vivir en ellas,
si no que para que sean vendidas con fines de lucro.
Acertijo del minero del carbónEn la década de 1920, los mineros del carbón Hija: Papá, ¿por Padre: Porque no Hija: ¿Por qué no Padre: Porque me Hija: ¿Por qué te Padre: Porque el |
El precio de la comida baja cuando se produce “demasiado”, luego se desata
la crisis, entonces los capitalistas recurren a la destrucción completa de las
cosechas para mantener el precio elevado—mientras la gente se muere de hambre.
Cuando los gigantes farmacéuticos producen “demasiadas” medicinas, los
capitalistas las almacenan en bodegas donde las dejan caducar, mientras la
gente se muere de enfermedades curables.
Si el 99 por ciento viviera bajo una sociedad diseñada para salvaguardar
sus intereses, la producción de bienes y mercancías—especialmente la vivienda,
medicina y otras de vital importancia—seria producida basada en lo que el
pueblo necesitara. Pero bajo un sistema donde la prioridad es el uno por
ciento, la producción está diseñada para hacer a los ricos más ricos, esto
inevitablemente lleva a la crisis, al punto de que las vidas de los
trabajadores son dejadas al azar; pero las de los capitalistas siempre se
encuentran rodeadas de lujo. He aquí el verdadero ciclo del capitalismo.
Mientras exista el capitalismo, también existirán las crisis. El desempleo
es inevitable. Los embargos de viviendas, los desalojos y el desamparo son
inevitables. La desnutrición y el hambre son inevitables.
Aquellos que solamente proponen reformar al sistema capitalista, solamente
lograran alterar el nivel de sufrimiento que el 99% siente hasta que llegue
próxima peor crisis.
Nosotros creemos que la producción debería ser dictada no por una
parasítica y minúscula minoría de multi-millonarios. Los trabajadores
deberíamos vivir en un sistema donde la meta principal sea satisfacer las
necesidades del pueblo y del planeta; donde la economía tenga sentido y que sea
planificada, no que este a la merced de los caprichos del lucro privado.