Hay
aproximadamente 40 millones de personas sin empleo en los Estados Unidos.
Las compañías que
pudieran contratar a esos desempleados tienen suficiente dinero para hacerlo.
Estas han realizado ganancias record, y han recibido miles de millones en
rescate de nuestras contribuciones de los impuestos. Sin embargo estas
compañías no nos contratan, no porque que pueden, sino que temen producir
muchas mercancías que no podrán vender y el costo del trabajo podría reducirles
sus ganancias—entonces han decido no contratar a pesar de las inmensas
ganancias y mantener el desempleo en surgimiento.
Tenemos el
derecho de votar; el derecho de expresión, y el derecho de reunirnos, pero no
tenemos el derecho a tener un trabajo.
Sin embargo, los empleadores, a arruinar nuestras vidas, con el objetivo
de proteger el margen de sus ganancias. La decisión si se debe o no emplear a
la masa de desempleados, con la riqueza que nosotros creamos, en primer lugar,
esta en las manos del 1%. Dicho poder sobre millones de vidas, enriquece a unos
pocos a costa de la mayoría. Eso es una forma de tiranía.