El asesinato de Trayvon Martin ha traído el tema del racismo al centro de la política como claro recordatorio de que estamos lejos de una sociedad sin racismo. Este primer día de mayo, para los que luchamos por los derechos de los inmigrantes, por los obreros y en contra de Wall Street, también es fundamental que trabajemos en la lucha antirracista.
¿Por qué se desarrolló un movimiento espontáneo en el cual decenas de miles de jóvenes participaron después del asesinato de Martin y los posteriores 44 días de libertad para George Zimmerman? Martin, 17, quien llegó “armado” con nada más que un té helado y dulces, simboliza las rutinarias experiencias de jóvenes afroamericanos en todo el país. Cada persona que ha sido considerado “sospechoso” por el color de su piel vio en Trayvon una imagen de sí mismo. Es por eso que tantos han publicado fotos de si mismos vistiendo un hoodie en Facebook y muchos han marchado en protesta.
Inmigrantes bajo fuego
Durante los últimos seis años la lucha para poner fin a las leyes racistas de inmigración han sido demandas centrales en las manifestaciones del Primero de Mayo. Aunque nuestras experiencias y luchas no son idénticas, el movimiento de los derechos de inmigrantes puede tomar un gigante paso adelante este año uniéndose a la comunidad afroamericana en la lucha común contra el racismo y la práctica de discriminación por “perfil racial”.
El 25 de abril, la Corte Suprema de los Estados Unidos escuchará argumentos sobre la ley racista y anti-inmigrante de Arizona, la ley 1070. La ley 1070 pretende empoderar a los policías de Arizona para detener y hacer preguntas a personas que “parecen” o que podrían ser indocumentados. El racismo flagrante de la ley provocó indignación nacional y la acción en comunidades inmigrantes. Los manifestan-tes para Trayvon Martin llevaban sudaderas/hoodies y portacartas preguntando “parezco sospechosa?”. Los activistas de los derechos de inmigrantes llevaban camisetas preguntando “parezco ilegal?”
Similar al caso de Trayvon Martin, estas movilizaciones obligaron al Gobierno a intervenir y presentar un interdicto temporal con la Corte Suprema para bloquear la ley. El Gobierno federal intervino no como una cuestión de justicia, sino porque estaban preocupados que la ley afectaría las relaciones con países en América Latina.
Sin embargo, esto no impidió que varios otros Estados aceptaran el espíritu de la ley 1070. Alabama, Georgia, Indiana, Carolina del Sur y Utah han aprobado leyes similares en los dos últimos años. Necesitamos una lucha nacional para impedir que estas leyes sigan abundando. Nuestros aliados en esta lucha no son el Tribunal Supremo ni el Congreso, pero las masas de personas afroamericanas y otras personas oprimidas que enfrentan penalizaciones diariamente. Los sindicatos y la clase obrera multinacional deben afirmar que una herida hacia un grupo es una herida para todos.
El gobierno federal y el perfil racial
En el verano de 2001, el Congreso tuvo audiencias sobre las leyes que crearon perfiles raciales y la frase “conduciendo mientras siendo negro” se hizo común en los Estados Unidos. Incluso George W. Bush, frente el Congreso en febrero de 2001, dijo que los perfiles raciales son una “equivocación” y que “terminaran en América.” Pero tras el 11 de septiembre, la ley El Fin de Perfiles Raciales cayó y el Congreso no tomó ninguna medida cuando fue introducida de nuevo en 2004, 2005, 2007 y 2009.
En cambio, en la última década hemos visto que los perfiles raciales se han institucionalizado y normalizado más. La policía ha desarrollado políticas como stop-and-frisk (parar y registrar a personas) en la ciudad de Nueva York, que tiene como objetivo acosar a gente pobre en bar-rios negros y latinos. Comunidades musulmanas, del medio oriente y Asia del sur han sido espiadas y estereotipadas como “terroristas”. Estas leyes fascistas, respaldadas por políticos racistas han puesto la culpa de la crisis económica en los latinos.
El 17 de abril, por primera vez en más de una década, el Senado nuevamente tuvo una audiencia sobre perfiles raciales y la ley End Racial Profiling ha sido reintroducida. Mientras que la criminalización de los perfiles raciales claramente sería un paso positivo, es muy poco probable que pase. No podemos esperar que los representantes de la clase capitalista declaren guerra en contra de su propia policía, el sistema penitenciario y los tribunales, todos los cuales realizan la criminalización racista como parte de sus funciones cotidianas.
La selección de los barrios afroamericanos y latinos y la encarcelación masiva son parte del sistema capitalista. Revertir estas tendencias requiere un nuevo sistema, no sólo un nuevo proyecto de ley.
Además, cuando el Estado capitalista habla de terminar los perfiles raciales, esto generalmente viene con la expansión, no la eliminación de la vigilancia. Por ejemplo, cuando abogados de derechos civiles una vez argumentaron que los detectores de metales portátiles en las escuelas se utilizaron de manera discriminatoria contra los estudiantes afroamericanos y latinos, la policía respondió por obligar a todos los estudiantes a pasar por detectores de metal al entrar a la escuela. Su “solución” al perfil racial: criminalizar a todo el mundo.
Llevar adelante la lucha
Hoy en día, la discriminación racial está más entrelazada que nunca con la política pública y la aplicación de la ley. En la Campaña Presidencial de Peta Lindsay / Yari Osorio, nos comprometemos a hacer que los problemas del racismo y la encarcelación masiva tengan mayor importancia este año. Retamos a los otros candidatos a hacer lo mismo.
El capitalismo de Estados Unidos fue construido por la superexplotación de los trabajadores esclavos afroamericanos y la explotación de todos los obreros, la expropiación de tierras indígenas, y el sometimiento de los pueblos del “Tercer Mundo”.
La ideología racista siempre ha sido utilizada para justificar estos procesos, apoyados por la fragmentación de la clase obrera a lo largo de la ideología de la supremacía blanca. Los trabajadores blancos en general, gozan de mayor acceso a los servicios, el empleo, la vivienda y la ciudadanía, mientras que las formas especiales de opresión, la violencia y la discriminación eran reservados para afroamericanos, latinos, las comunidades asiáticas, árabes e indígenas.
Para los comunistas, la lucha contra el racismo es fundamental para la lucha contra el capitalismo, y buscamos todas las formas de unir contra el racismo y todas las fuerzas de la clase trabajadora en un movimiento para desafiar al sistema totalmente. La actual crisis económica ha puesto de manifiesto la medida en que los trabajadores de todas las nacionalidades se ven obligados a una “carrera hacia abajo”.
Pero este proceso social crea la base para la lucha común entre la clase obrera, que es completamente multinacional.
El Primero de Mayo, luchemos por un movimiento que lucha por los intereses de los trabajadores comunes, y tomemos una posición militante contra el racismo. Que el trabajador desempleado, el miembro del sindicato, la víctima de la brutalidad policial y el inmigrante indocumentado se alzen juntos. Este Primero de Mayo, que los banqueros, los fanáticos anti-inmigrantes y los George Zimmermans del mundo tiemblen frente a nuestra unidad.