La dictadura capitalista del 1%

Si hay una cosa
que el rescate billonario en 2008 demostró, fuera de toda duda, es esto:
Mientras el gobierno rige a la sociedad, los grandes bancos mandan al gobierno.

Si no es así,
¿cómo explicar que billones de dólares aparecieron para rescatar a Bank of
America, Wells Fargo, Goldman Sachs y muchos otros, pero no se ayudó a las  millones de personas que perdieron sus
hogares, trabajos, cuidado de la salud, pensiones y su futuro? Los bancos y su
sistema causaron la crisis económica, pero se quedaron con todo. No recibimos
nada. Tiene toda la razón la consigna popular de “A los bancos rescataron,
a nosotros nos vendieron”.

Los bancos de
Wall Street están en el centro del 1%, también conocido como la clase
capitalista. Esta clase de multimillonarios no sólo se define por sus ingresos
sino también por el papel que desempeñan en la sociedad. Son los dueños de los
medios de producción —las fábricas, minas, granjas, almacenes y grandes
empresas. Ellos mismos no trabajan; sencillamente son los propietarios de los
centros de producción donde nosotros trabajamos y producimos ganancias.

Los poderosos son
una fracción aún más minúscula de la población, tal vez más como una centésima
del 1%, que controlan las gigantescas concentraciones  de riquezas que tienen los más grandes bancos
y empresas. Ahora están sentados sobre montañas de dinero, más de 2 billones de
dólares.

Un billón de
dólares podría crear trabajos para 20 millones de personas con un salario de
$50.000 al año y prácticamente acabar con la crisis del desempleo. Existe el
dinero, también los desocupados desesperados por trabajar, y existe la
necesidad de obras públicas.

¿Por qué no está sucediendo esto? Porque eso no es la prioridad del 1% gobernante,
de la clase dominante. Sus prioridades no tienen nada que ver con satisfacer la
necesidades de la gente y todo que ver con sacar mayores ganancias, sin
importar el costo a la gente y al planeta. Y son ellos los que deciden qué
hacer con la gran riqueza de la sociedad, la riqueza creada por los
trabajadores.

Los grandes
medios de comunicación y los políticos afirman que vivimos en una democracia,
pero en realidad vivimos bajo la dictadura del 1%, la dictadura del gran
capital. El núcleo del poder hoy es una alianza entre los grandes bancos, las
petroleras, la industria militar y otras grandes empresas. Desde la Casa Blanca
hasta el Congreso hasta los gobiernos estatales y locales, ellos mandan, sin
importar que el político sea Demócrata o Republicano.

¿Cómo obtuvo la
clase de los capitalistas su increíble riqueza? ¿Son realmente tan inteligentes
o trabajadores? La verdad es que se la robaron, mediante (1) la expropiación de
los vastos recursos naturales aquí y por todo el mundo; y (2) la explotación a
los trabajadores, no pagándonos por el valor completo de lo que producimos.

Este tipo de
robo, naturalmente, es completamente legal bajo el sistema capitalista.

Hoy, las 400
personas más ricas de los Estados Unidos tienen más riqueza que los tres mil
millones más pobres del mundo. Y los súper ricos se vuelven cada vez más ricos
mientras que nosotros nos volvemos más pobres —esa es la dinámica estructural
del capitalismo.

Una  “economía
justa” es una imposibilidad bajo este sistema injusto. ¡Hay que acabar con la dictadura del 1%!

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