Foto: El Centro Deportivo Tazihu en Wuhan en febrero de 2020, convertido por el gobierno en un hospital improvisado para el tratamiento de pacientes con casos leves de COVID-19. Wikimedia Commons
Con la variante ómicron causando niveles récord de infección en los Estados Unidos, el fin de la pandemia parece estar más lejos que nunca. Pero lejos de preparar una respuesta sólida para derrotar el virus, la administración Biden se prepara para rendirse, y anima a la ciudadanía a “aprender a vivir con” el virus indefinidamente.
Cuando el Partido para el Socialismo y la Liberación señaló que China de hecho prácticamente logró detener las muertes por el virus, fuimos atacados por críticos de la extrema derecha como Ben Shapiro, quien tomó la posición de que tal hazaña era esencialmente imposible y afirmó que el logro de China fue solo una falsificación masiva.
En los Estados Unidos, donde han habido más muertes por la enfermedad que en cualquier otro país del mundo, hubo 476,863 nuevas muertes en el 2021, más que las 370,777 que hubo en el 2020.[1] Sin embargo, se acepta ampliamente que solo dos personas murieron por causa de la enfermedad en la China continental en el 2021, más 64 muertes en la Región Administrativa Especial de Hong Kong y 843 en Taiwán, ambos territorios en los que el gobierno central de China no ejerce control, esto según el Repositorio de Datos COVID-19 del Centro para las Ciencias de Sistemas e Ingeniería de la Universidad Johns Hopkins.[2] Esto lleva a China a un total de 4,636 muertes en el continente y 5,699 muertes en general desde el comienzo de la pandemia, la mayoría de las cuales ocurrieron en los primeros meses del 2020.
Mientras que 100% de precisión es un estándar inalcanzable en las estadísticas epidemiológicas, y las cifras reales de casos y muertes pueden ser un poco más altas que las reportadas en cualquier país, fuentes tan variadas como la Organización Mundial de la Salud[3], una colección de artículos médicos revisados por pares sobre la respuesta de China al COVID-19 publicada en la revista de la Asociación Médica Británica[4], el Worldometer COVID-19 Tracker[5] e incluso el New York Times[6] informan recuentos similares sobre el número de muertos por COVID-19 en China.[7]
Si bien la respuesta de China ante el virus puede haber sido la más eficaz del mundo, China no es el único país que ha manejado la pandemia mucho mejor que los Estados Unidos o los países capitalistas europeos. Nueva Zelanda ha tomado medidas efectivas para contener el virus y solo tuvo 26 muertes por COVID-19 en el 2021.[8] Corea del Sur, un país capitalista con alrededor de 15% de la población de los Estados Unidos, solo ha tenido 5,887 muertes por COVID-19 hasta el día de hoy, menos del 0.6 % del total de muertes en los Estados Unidos.[9]
Aun así, para alguien que vive bajo el capitalismo estadounidense, un sistema médico que pueda frenar con éxito una pandemia como COVID-19 puede parecer una fantasía. ¿Qué hizo la gente, el gobierno y el Partido Comunista de China para lograr este increíble resultado?
La movilización masiva de China contra el COVID-19
Habiendo aprendido del brote de SARS en el 2003 en Beijing y la provincia de Guangdong, la Comisión Nacional de la Salud de la República Popular China publicó el Plan Nacional de Emergencia para Emergencias de Salud Pública en el 2006.[10] Desde entonces, se ha promulgado en toda China un plan integral para lidiar con brotes de enfermedades contagiosas, organizando agencias de salud pública a nivel local, provincial y nacional en preparación para futuras emergencias de salud pública.[11] Durante el brote de COVID-19 en Wuhan, este plan tuvo su primera prueba significativa.
Tan pronto como se identificó el brote de una nueva neumonía viral en Wuhan, las autoridades exigieron que todos los pacientes presuntos o confirmados de COVID-19 fueran admitidos a hospitales de enfermedades infecciosas. Cuando estos hospitales alcanzaron su capacidad máxima, en cuestión de días se construyeron varios hospitales temporeros.[12] Las autoridades de salud pública pudieron solicitar asistencia externa y 42,322 trabajadores de la salud se movilizaron a Wuhan y la provincia circundante de Hubei. Las autoridades nacionales y locales de salud establecieron un centro de comando de respuesta epidémica que dirigió los esfuerzos de los trabajadores de primera línea en toda la provincia. El centro pudo procesar y diseminar rápidamente información sobre las mejores prácticas para diagnosticar y tratar la enfermedad mediante publicaciones en las redes sociales, un boletín informativo periódico y seminarios web diarios a los que asistieron cientos de miles de profesionales de la salud en toda China.[10]
Una vez que se contuvo el brote inicial en Wuhan, los funcionarios de la salud de todo el país actualizaron su implementación del Plan de Emergencia para tener en cuenta las lecciones aprendidas. Se modificaron los hospitales de todas las ciudades para prevenir la transmisión vía aérea. Se establecieron líneas de comunicación para que los trabajadores de primera línea pudieran informar y acceder fácilmente a la información más precisa y actualizada a medida que se desarrollaba cualquier brote. Oficinas, tiendas, estaciones de tránsito y otros espacios públicos implementaron puestos de control de temperatura y centros de pruebas para identificar casos nuevos, a menudo antes de que se volvieran sintomáticos. El país ha implementado una estrategia de “rastreo de contactos usando macrodatos” que usa una aplicación de rastreo de contactos que notifica a cualquier persona que estuvo en contacto con alguien que dio positivo y les informa exactamente cómo deben ponerse en cuarentena y/o hacerse la prueba.[13] Los funcionarios de salud pública también publican información sobre cada brote nuevo para que las personas que pueden haber estado expuestas pero que no fueron detectadas en el proceso de rastreo de contactos también puedan saber y hacerse la prueba.[14]
Una vez que se identifica un solo caso en una ciudad, los funcionarios establecen un “confinamiento de precisión” local, desinfectan los espacios y comienzan pruebas masivas. China ha desarrollado centros de pruebas masivas portátiles que pueden procesar millones de pruebas RCP por día, los cuales se han utilizado para evaluar rápidamente a las poblaciones enteras de Wuhan, Xi’an y otras ciudades donde se identificaron brotes.[14] Los gobiernos locales trabajan con organizaciones de masas para entregar comida gratuita y artículos de primera necesidad a quienes han recibido instrucciones de quedarse en casa.[15] Las empresas también están obligadas a seguir pagando a los trabajadores durante los cierres, y con una tasa del 89% de personas que son propietarias de sus casas y rentas extremadamente bajas, no hay una crisis de desahucios como en los Estados Unidos.[16]
Si bien la respuesta de China al brote inicial de Wuhan como a los brotes posteriores en otras ciudades fue innovadora y elogiada por expertos médicos de todo el mundo, las autoridades médicas chinas han aprendido de sus errores y continúan mejorando las respuestas a brotes posteriores, sin dejar de reportar abiertamente las dificultades que enfrentan.
En el brote dentro de Xi’an que hubo a fines de diciembre del 2021, los medios alineados con el Partido Comunista de China reportaron repetidamente los problemas relacionados con la lentitud de los programas de entrega de alimentos[17], el aumento de precios durante la escasez de alimentos[18] y los fallos del sistema de salud computarizado[19]. Mientras que el gobierno de los Estados Unidos trata cada brote y variante como si no hubiera aprendido nada desde marzo del 2020, cada brote dentro de China es un momento de aprendizaje para los funcionarios gubernamentales, la comunidad médica y los ciudadanos chinos.
En cada paso de la respuesta de China ante la pandemia, un elemento clave ha sido la organización y movilización masiva de la sociedad para combatir la pandemia. La inclusión de voluntarios y trabajadores de todos los sectores de la economía para detener la transmisión del virus, satisfacer las necesidades de las personas durante los cierres y recuperarse después de contener un brote ha permitido a los ciudadanos chinos lograr una realidad de casi cero casos de COVID-19.
Los signos reveladores ausentes de un encubrimiento
A pesar del consenso científico internacional de que las tasas de mortalidad y de infección de COVID-19 reportados en China son esencialmente correctos, algunos medios corporativos en los Estados Unidos continúan vendiendo teorías de conspiración sobre un “encubrimiento” orquestado por China y/o la Organización Mundial de la Salud. El 2 de enero, Forbes publicó un artículo con un titular que afirma de manera rimbombante que “Beijing está dando reportes incorrectos intencionalmente bajos de la tasa de mortalidad de COVID-19 en China”, lo que sugiere que el verdadero recuento de muertes por COVID-19 en China no es de 4,636, sino de 1.7 millones.[20]
La cifra de 1.7 millones de muertes por COVID-19 en China se deriva de un modelo de aprendizaje automático desarrollado por The Economist.[21] Liberation News habló con el Dr. Stuart Gilmour, profesor de bioestadística en la Universidad Internacional de St. Luke en Japón sobre la precisión de este modelo. Gilmour explicó que: “The Economist aplica un método de aprendizaje automático para estimar el exceso de muertes utilizando datos sobre casos de COVID-19, muertes, números de pruebas, tasas de resultados positivos y otros indicadores de la gravedad de la pandemia de una gran cantidad de países”. Sin embargo, al modelo de The Economist le faltan estos datos para muchos países, incluyendo China, por lo que “infieren los datos de otras fuentes y luego aplican el mismo modelo de aprendizaje automático a estos países”.
Si bien está claro que existen problemas obvios al inferir datos sobre países donde no existen datos, Gilmour agregó: “Los intentos de aplicar un modelo desarrollado en países con una pandemia a países (como China) sin una pandemia, aunque los mismos valores (como los números de prueba y las tasas de resultados positivos) tienen significados epidemiológicos completamente diferentes” en estos contextos diferentes. ¿El resultado? “Esto conduce a cifras enormemente exageradas”.
Mientras que este modelo de aprendizaje automático puede funcionar para los países que están experimentando niveles de exposición pandémicos reales, los países que siguen una política de cero COVID-19 hacen que este modelo sea completamente inútil.
Al revisar varias fuentes anti-China que afirman que es inconcebible que hubo dos muertes por COVID-19 en la China continental el año pasado, ninguna presenta evidencia que equivalga a más que una desconfianza asumida hacia el pueblo chino. Sin embargo, si tuviéramos que hacer el trabajo de estos taquígrafos imperiales, ¿cómo sabríamos si China realmente hubiera estado encubriendo muertes masivas por una pandemia descontrolada? Un brote de una enfermedad en el país más poblado de la tierra que cause más de un millón de muertes dejaría pruebas físicas sólidas que ningún encubrimiento podría borrar por completo.
Unos 1.7 millones de muertos dejarían 1.7 millones de cuerpos. Durante el verano del 2021, India sufrió un terrible aumento de casos y muertes; sin embargo, el ministro de Salud indio, Harsh Vardhan, insistió que la mortalidad india fue “una de las más bajas del mundo” en ese momento. Los trabajadores de los crematorios en la India rápidamente denunciaron la mentira, difundiendo por Internet imágenes sombrías de campos llenos de hogueras funerarias .[22] Además, 1.7 millones de muertes requerirían que China haya tenido más de 100 millones de casos. Gilmour señala: “Cada país con una pandemia de este tipo ha visto colapsar su sistema de salud, como vimos en India, Italia, Estados Unidos y el Reino Unido. Cuando esto sucedió brevemente en Wuhan en febrero del 2020, los videos e informes del caos en los hospitales y la comunidad estaban en todos los medios occidentales. Es simplemente imposible que lo mismo haya estado sucediendo durante 18 meses y no haya aparecido ningún informe en ningún medio”. No ha habido tales vídeos o testimonios provenientes de China.
Para tratar a los pacientes que sufren un supuesto brote masivo , los hospitales chinos necesitarían respiradores, oxígeno médico, anticuerpos monoclonales, medicamentos antivirales y otros materiales en grandes cantidades. Durante el brote que hubo en India la primavera pasada, la escala de hospitalizaciones llevó al agotamiento total de los suministros de oxígeno del país, y los médicos de todo el país comenzaron a reportar muertes debido a la escasez de oxígeno.[23] China no ha experimentado tal escasez; de hecho, China ha ampliado enormemente las exportaciones de concentradores de oxígeno y otros equipos médicos durante la pandemia para abastecer a los países que están experimentando brotes a gran escala.[24]
Hay alrededor de 600,000 ciudadanos extranjeros viviendo en China, incluyendo unos 72,000 ciudadanos estadounidenses. Los casos de enfermedad y muerte entre estos generalmente coincidirían con los de la población en general; si realmente hubiera habido 1.7 millones de muertes en China (alrededor del 0.1% de la población total), esperaríamos que también hubieran muerto alrededor de 72 de los ciudadanos estadounidenses que viven en China. El Departamento de Estado de los Estados Unidos lleva un registro de todas las muertes de ciudadanos estadounidenses que están viviendo en otros países. Desde diciembre del 2019 hasta junio del 2021, el último mes del que hay estadísticas disponibles, el Departamento de Estado registró un total de siete muertes de ciudadanos estadounidenses en China por todas las causas combinadas. [25] Ninguna de las muertes ha sido reportada como explícitamente por COVID-19.
Para que China encubra un brote masivo de COVID-19, se necesitaría una conspiración de cientos de millones de personas, desde trabajadores de primera línea hasta los amigos y familiares de personas cuyas hospitalizaciones o muertes fueron encubiertas, muchas de las cuales viven fuera de China, hasta los propios registros del Departamento de Estado de los Estados Unidos sobre las muertes de estadounidenses en China.
La evidencia simplemente no respalda las afirmaciones de los medios capitalistas de que China está encubriendo un brote masivo de COVID-19. Pero más allá de simplemente estar equivocados, la narrativa de encubrimiento cae en el misma retórica racista del “peligro amarillo” que inflama los crímenes de odio contra los asiáticos que vemos día tras día aquí en los Estados Unidos.
Según Gilmour, estas afirmaciones de un gran número de muertes no reportadas también socavan directamente la efectividad de las políticas de salud pública, ya que “tergiversan la efectividad de las políticas que sigue [China] y crean una narrativa falsa de que eliminar el COVID-19 es imposible”, y “sirven solo para socavar el apoyo a las únicas políticas públicas que funcionan y que, en última instancia, todos los países deberán adoptar”.
Un virus, dos sistemas
Acercándonos al tercer año de la pandemia global, la vida en China está verdaderamente “volviendo a la normalidad” para la mayoría de los 1.4 mil millones de personas que viven allí. Ocasionalmente, hay confinamientos localizados a corto plazo en respuesta a brotes locales, y se mantienen precauciones básicas de sentido común, como controles de temperatura y pruebas, pero no hay una pandemia activa dentro de China. El 4 de enero hubo 175 casos nuevos y cero muertes. [5] Este es un éxito monumental de un sistema que valora las vidas humanas por encima de las ganancias corporativas.
Mientras tanto, el 5 de enero, Estados Unidos reportó más de 704,000 nuevos casos de COVID-19[1], el aumento diario de casos más alto jamás visto, y casi siete veces más casos en un solo día que los que la China continental ha tenido en el transcurso de toda la pandemia.[5]
En los Estados Unidos, las máscaras N95 y las pruebas rápidas de antígenos se agotan o las compran revendedores que las venden a precios obscenos. Los centros de pruebas RCP en todo el país tienen filas de varias horas. Docentes de todo el país están involucrados en luchas sindicales con distritos escolares que no pueden o no quieren brindar condiciones de trabajo seguras.[26] [27]
El presidente Joe Biden, lejos de proporcionar algún tipo de plan o liderazgo durante esta crisis aguda, recurrió a Twitter para decirles a los estadounidenses que “busquen en Google ‘prueba de COVID-19 cerca de mí’”.[28]
Lo que demuestra la dramática diferencia en los resultados de salud pública entre China y los Estados Unidos es que el número masivo de muertes por la enfermedad aquí en los Estados Unidos no es un desastre natural inevitable, sino el resultado de un sistema y un conjunto de decisiones políticas tomadas para mantener las ganancias de los capitalistas sin importar cuántas vidas cueste.
Los Estados Unidos pudo haber tomado medidas rápidas en los primeros meses del 2020 para educar al público sobre los peligros de la enfermedad, distribuir máscaras, implementar pruebas y rastreo de contactos en una escala masiva y prepararse para confinamientos o cuarentenas localizadas donde se identificaron brotes. En cambio, el entonces presidente Trump y los medios estadounidenses de todo el espectro político capitalista aprovecharon la oportunidad para demonizar a China y condenar sus medidas efectivas de contención de la pandemia como “autoritarias”, sembrando las semillas del movimiento antimáscaras y antivacunas que socava los esfuerzos de salud pública hoy.
Como informó Liberation News en abril del 2021, el apartheid mundial de vacunas creado por las patentes de vacunas y el acaparamiento por parte de los gobiernos de los Estados Unidos y Europa occidental empeoró el surgimiento de variantes nuevas y más peligrosas del virus. Ahora, la variante ómicron está impulsando la ola más infecciosa de la pandemia hasta entonces vista en los Estados Unidos, y la realidad del apartheid mundial de vacunas sigue vigente.
El gobierno federal ha permitido que caduquen las protecciones de desahucio y de desempleo por la pandemia mientras se niega a emitir más pagos de estímulo económico. Muchos trabajadores se ven obligados a elegir entre no tener ningún ingreso o correr el riesgo de infectarse con el virus en entornos laborales inseguros por salarios que aún no son suficientes para vivir. El presidente Biden amenaza con reanudar los pagos de préstamos estudiantiles el 1 de mayo. Los profesionales médicos están exhaustos y colapsando bajo un sistema de atención médica privado subfinanciado, y siguen sin apoyo ni recursos para su propio bienestar físico o mental.
Al sembrar dudas sobre el notable éxito de China en la derrota de la pandemia, los medios capitalistas buscan sofocar la indignación masiva ante la mala gestión criminal por parte de nuestro propio gobierno, y fabrican el consentimiento para una política de “vivir con” el virus y aceptar cientos de miles de personas muertas o discapacitadas permanentemente por el virus cada año indefinidamente. ¡Pero esta no es la única forma de hacer las cosas! El último año ha demostrado que un sistema socialista que antepone las vidas humanas a las ganancias capitalistas puede movilizar todos los aspectos de la sociedad y poner fin a la pandemia. Lo que se necesita aquí en los Estados Unidos es un movimiento de masas para luchar por un plan socialista para derrotar al COVID-19.
Referencias
1 – United States Coronavirus Statistics. (n.d.). Worldometer. Obtenido el 5 de enero del 2022 en https://www.worldometers.info/coronavirus/country/US
2 – Dong, E., Du, H., & Gardner, L. (2020, May 01). An interactive web-based dashboard to track COVID-19 in real time. The Lancet, 20(5), 533-534. https://doi.org/10.1016/S1473-3099(20)30120-1
3 – China: WHO Coronavirus Disease (COVID-19) Dashboard with Vaccination Data. (n.d.). WHO Coronavirus (COVID-19) Dashboard. Obtenido el 5 de enero del 2022 en https://covid19.who.int/region/wpro/country/cn
4 – China’s response to Covid-19. (n.d.). The BMJ. https://www.bmj.com/how-china-responded-to-covid-19
5 – China Coronavirus Statistics. (n.d.). Worldometer. Retrieved Obtenido el 5 de enero del 2022 en https://www.worldometers.info/coronavirus/country/china/
6 – “Covid-19 World Map: Cases, Deaths and Global Trends”. (n.d.). The New York Times. Obtenido el 5 de enero del 2022 en https://www.nytimes.com/interactive/2021/world/covid-cases.html
7 – Cada una de estas fuentes tabula las cifras de manera diferente, pero sus cifras concuerdan cuando se comparan entre sí. El rastreador de datos COVID-19 John Hopkins CSSE reporta cada provincia China de manera separada. El informe de la Organización Mundial de la Salud combinó toda la China continental, Hong Kong, Macau (que tuvo cero muertes) y Taiwan en una sola cifra. Los paneles de Worldometers y del New York Times ambos tienen informes separados para cada una de esas cuatro áreas.
8 – New Zealand Coronavirus Statistics. (n.d.). Worldometer. Obtenido el 5 de enero del 2022 en https://www.worldometers.info/coronavirus/country/new-zealand/
9 – South Korea COVID-19 – Coronavirus Statistics. (n.d.). Worldometer. Obtenido el 6 de enero del 2022 en https://www.worldometers.info/coronavirus/country/south-korea/
10 – Du, B., Wang, C., & Singer, M. (2021, December 02). Learning for the next pandemic: the Wuhan experience of managing critically ill people. BMJ, 2021(375), e066090. https://www.bmj.com/content/375/BMJ-2021-066090
11 – Sun, M., Xu, N., Li, C., Wu, D., Zou, J., Luo, L., Yu, M., Zhang, Y., & Wang, H. (2018, April 11). The public health emergency management system in China: trends from 2002 to 2012. BMC Public Health, 18, 474. https://doi.org/10.1186/s12889-018-5284-1
12 – Ankel, S. (2020, February 5). How China Managed to Build an Entirely New Hospital in 10 Days. Business Insider. https://www.businessinsider.com/how-china-managed-build-entirely-new-hospital-in-10-days-2020-2
13 – In China, This Coronavirus App Pretty Much Controls Your Life. (n.d.). Futurism. https://futurism.com/contact-tracing-apps-china-coronavirus
14 – Chen, Q., Rodewald, L., Lai, S., & Gao, G. F. (2021, December 02). Rapid and sustained containment of covid-19 is achievable and worthwhile: implications for pandemic response. BMJ, 2021(375), e066169. https://doi.org/10.1136/BMJ-2021-066169
15 – Dou, E. (2021, December 30). Locked down in China’s Xi’an amid coronavirus outbreak, residents subsist on deliveries of vegetables. The Washington Post. https://www.washingtonpost.com/world/2021/12/30/china-covid-lockdown-xian/
16 – China Home Ownership Rate | 2022 Data | 2023 Forecast | 2013-2021 Historical | Chart. (n.d.). Trading Economics. Obtenido el 5 de enero del 2022 en https://tradingeconomics.com/china/home-ownership-rate
17 – Xi’an enhances food supplies amid reports of slow delivery. (2021, December 30). Global Times. Obtenido el 5 de enero del 2022 en https://www.globaltimes.cn/page/202112/1243818.shtml
18 – Xi’an to strictly regulate illegal activities like price gouging to ensure a stable market. (2021, December 26). Global Times. Obtenido el 5 de enero del 2022 en https://www.globaltimes.cn/page/202112/1243429.shtml
19 – Xi’an health code system crashes briefly amid city-wide COVID-19 screening. (2022, January 4). Global Times. Obtenido el 5 de enero del 2022 en https://www.globaltimes.cn/page/202201/1244024.shtml
20 – Danise, A., & Calhoun, G. (2022, January 3). Part 1: Beijing Is Intentionally Underreporting China’s COVID-19 Death Rate. Forbes. https://www.forbes.com/sites/georgecalhoun/2022/01/02/beijing-is-intentionally-underreporting-chinas-covid-death-rate-part-1/
21 – How we estimated the true death toll of the pandemic. (2021, May 13). The Economist. https://www.economist.com/graphic-detail/2021/05/13/how-we-estimated-the-true-death-toll-of-the-pandemic
22 – Ellis, H. (2021, May 1). ‘We’re burning pyres all day’: India accused of undercounting deaths. The Guardian. https://www.theguardian.com/world/2021/may/01/were-burning-pyres-all-day-india-accused-of-undercounting-deaths
23 – Covid-19: India outrage over ‘no oxygen shortage death data’ claim. (2021, July 21). BBC. https://www.bbc.com/news/world-asia-india-57911638
24 – Li, J. (2021, May 18). Covid-19 prompts surge in China’s exports of oxygen concentrators — Quartz. Quartz. https://qz.com/2009596/covid-19-prompts-surge-in-chinas-exports-of-oxygen-concentrators/
25 – US Citizen Deaths Overseas. (2021, September 1). travel.gov. Obtenido el 5 de enero del 2022 en https://travel.state.gov/content/travel/en/international-travel/while-abroad/death-abroad1/death-statistics.html
26 – https://twitter.com/UESF/status/1478830303913279488
27 – https://twitter.com/CTULocal1/status/1478590050107543552