Tomemos los bienes y ganancias de los bancos
privados más importantes, y depositemos esos fondos en un Banco Popular
controlado democráticamente para inmediatamente:
- ¡Financiar un
programa de empleo masivo! Usar los bienes y ganancias de los bancos para
darles a todos un empleo con salarios sindicales, derechos y beneficios.
Derechos plenos para todos los trabajadores sin importar ciudadanía o estatus
migratorio. - ¡Educación
gratuita para todos! ¡Cancelar las deudas de préstamos estudiantiles! Financiar
una educación gratuita y de calidad para todos, desde edad preescolar hasta la
universidad. - ¡Poner fin a
todas las ejecuciones hipotecarias y los desalojos! Abolir los pagos de
intereses a los bancos – acceso a viviendas accesibles para todos.
Al tomar, o
expropiar, los bienes y ganancias de los grandes bancos que pertenecen a los
más ricos del uno por ciento y colocar esos bancos en un Banco Popular
controlado democrática y públicamente, podemos tener una economía que sirva al
99%.
- El caso para
tomar o expropiar los bancos es sencillo. No incluye la expropiación de
depósitos bancarios. - Los banqueros
torpedearon la economía a través de su fraude, corrupción y actos criminales en
su búsqueda de súper ganancias para los millonarios. - Millones de
trabajadores perdieron sus empleos debido a la codicia de los banqueros. Los
desempleados no hicieron nada malo. Ellos lo perdieron todo debido al control y
las ganancias que el uno por ciento derivaba de los bancos. - Hoy en día,
millones de familias pierden sus hogares porque los bancos los desalojan al no
poder mantenerse al día con sus pagos de intereses e hipoteca. - Millones de
graduados universitarios no pueden pagar sus deudas estudiantiles por no poder
encontrar empleos decentes debido a las acciones de los bancos, que destruyeron
grandes partes de la economía. - Mientras que
los bancos, finanzas y el crédito existan para enriquecer al uno por ciento, el
99% se volverá cada vez más pobre. - Al tomar los
bancos y utilizar sus bienes para satisfacer las necesidades del 99% en lugar
del uno por ciento, un programa masivo de empleos podría ser creado para que
todas las personas puedan trabajar. - Al tomar los
bancos, podría haber un fin inmediato a
todas las ejecuciones hipotecarias. Los banqueros no recibirían pagos de
interés, pero las familias obreras podrían permanecer en sus hogares. - Al tomar los
bancos y eliminar el afán de lucro del sistema de crédito, los préstamos
estudiantiles se cancelarían automáticamente. La suma de los préstamos
estudiantiles asciende a 1 billón de dólares. Eso es obsceno. La educación no
debería ser un privilegio y fuente de ingresos para el uno por ciento. La
educación debe ser gratuita y un derecho garantizado para todos los jóvenes. - El control que
el uno por ciento tiene sobre los bancos y el crédito no es el resultado de un
mandato divino. ¿Por qué debería estar en las manos de los súper ricos una
palanca tan esencial de la economía moderna? ¿Por qué debemos tolerar un
sistema que permite a un puñado de banqueros acumular fortunas y ganancias
superiores a las de los peores déspotas y monarcas de la Europa medieval? - Al crear un
Banco Popular, con los libros abiertos y bajo el control democrático y la
administración del 99%—entre ellos los representantes de las comunidades
locales y organizaciones vecinales; familias trabajadoras, estudiantes y
jóvenes; funcionarios electos; sindicatos; pequeños empresarios; organizaciones
ambientales entre otros—podemos comenzar el proceso de reorganización de la
economía para satisfacer las necesidades humanas. - Los bancos, al igual que todas las empresas, no son
personas. Son entidades de papel, que solamente existen por
que las leyes y la sociedad se los permite. No tienen derechos inherentes e
inalienables, ni siquiera el derecho a existir. Hoy en día, existen para
maximizar la riqueza del uno por ciento. Nosotros decimos que la función de los
bancos debería ser maximizar el bienestar de la sociedad —del 10%. Ya que los
bancos no tienen derechos, no hay nada de malo —de hecho existen beneficios que
alterarían la vida —en tomar la función bancaria y ponerla bajo el control
democrático.