Traducido por Keiti Rubio
El 28 de septiembre, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) realizó un operativo conocido como Operación Cuidad Segura, que resultó en la detención de casi 500 personas. Según ICE, la redada estuvo enfocada supuestamente en inmigrantes con antecedentes penales, al igual que constituir un ataque directo a las “ciudades santuarios” – ciudades que implementan medidas para proteger a los inmigrantes de ICE.
ICE utilizó esta oportunidad para demostrarle a las comunidades de inmigrantes que su mano puede alcanzar incluso hasta aquellas ciudades que procuran protegerlos. Esta también es la redada más grande conducida por ICE desde que el régimen de Trump anunció el fin de DACA. Más de 120 personas entre los detenidos durante Operación Ciudad Segura no tenían ningún antecedente penal. Para los numerosos “Dreamers” (activistas inmigrantes) que residen y trabajan dentro y fuera de las ciudades santuarios, el ambiente se ha tornado de incómodo a alarmante. El terror de ICE se adentra en lugares de refugio sin considerar el efecto que sus políticas tendrán sobre los inmigrantes y sus familias.
Liberation News tuvo la oportunidad de hablar con tres Dreamers residentes del sur de California, en donde la presencia de ICE es muy visible. Los tres Dreamers provienen de diversos lugares de México, desde los estados de Veracruz hasta Colima y Guerrero. Todos han tenido experiencias con las políticas decadentes de la inmigración estadounidense.
“Era el proveedor de nuestra vivienda,” dijo Jorge, que llegó a casa a encontrar a familiares llorando por la detención de su tío. El tío de Jorge, trasladado de una instalación a otra, ha sido víctima de la crueldad de los guardias, quienes se burlaban de él por su debilidad en el inglés. “Quieren fatigar mental y físicamente a la familia de los indocumentados detenidos,” le dijo Jorge a Liberation News.
“Fue espantoso porque no sabía lo que le había pasado,” dijo Karen, cuyo padre fue detenido y mantenido casi incomunicado. “Esperaba ver a mi padre cada noche y no estaba.”
Xavier, cuyo nombre ha sido cambiado para proteger a su identidad, fue acosado e detenido ilegalmente por oficiales de ICE en camino al trabajo. A pesar de tener un permiso de trabajo válido, lo detuvieron de todas maneras, y de no haber logrado comunicarse con el consulado mexicano, es probable que hubiera sido deportado. “Escapé porque hablo bien el inglés. Conozco mis derechos… pero habían otros hombres ahí en la cárcel que quizás no hablaban bien el inglés y no sabían lo que estaba sucediendo.”
Sin embargo, ICE sigue sembrando el caos en nuestros vecinos, amigos, y familias, con una evidente indiferencia al dolor que causa. Y a pesar de la promesa del régimen de Trump que los Dreamers no tendrían nada que temer, las detenciones realizadas por ICE han aumentado más de un 40 por ciento y las revocaciones del estatus DACA para los inmigrantes ha aumentado un 25 por ciento. A su vez, el financiamiento de las cárceles privadas, infames explotadoras de los detenidos con fines de lucro, han estado aumentando.