Foto: Activistas pacifistas se manifiestan en frente de la casa blanca el 11 de enero, inmediatamente después de los ataques aéreos de EE.UU.- y Reino Unido sobre Yemen.
Crédito: Estudiantes por el Socialismo
Si pones atención a los medios de comunicación hegemónicos, el gobierno de los EE. UU. y ahora el Reino unido como su aliado, justifican que bombardearon a Yemen porque el gobierno “ilegítimo” y “terrorista” Yemení está interfiriendo con el transporte y comercio internacional, y debe ser castigado por la “comunidad internacional”.
Si le preguntas a los Yemenís, te dirán que tienen un deber moral y religioso en parar el genocidio de los palestinos por parte de Israel y respaldado por los EE. UU. y lo harán por medio de no permitir que barcos israelíes o cualquiera que lleve bienes a Israel pase por Bab al-Mandeb. El portavoz militar de Ansar Allah, Brigadier General Yahya Saree, señaló: “las fuerzas armadas de Yemen siguen impidiendo la navegación de los barcos israelíes en el mar rojo (y el golfo de Adén) hasta que la agresión contra nuestros inquebrantables hermanos en la Franja de Gaza pare”.
¿A quién deberías creer? ¿A los Estados Unidos, el poder militar más grande del mundo, armado con armas nucleares, quien entregó millones de dólares en armas y apoyo logístico a Arabia Saudita durante su brutal guerra en Yemen? ¿Los Estados Unidos, que entrega el mayor financiamiento a Israel, recientemente otorgando $2.8 mil millones de dólares al estado sionista para que continúe llevando a cabo un genocidio? ¿O el Reino Unido, el ocupador colonial de Yemen Sur de 1839 a 1967, hasta que fue expulsado por un movimiento emancipador marxista? ¿El Reino Unido, el país que en 1917 en la declaración de Balfour prometió palestina al movimiento sionista —como si palestina fuera suyo para regalar?
¿O quizás creerás a Ansar Allah (también conocidos como “Hutís”), quienes gobiernan una gran parte de Yemen y son los que ponen un alto a los barcos conectados a Israel para demostrar solidaridad con Palestina? Ansar Allah, como fuerza militar, peleando con drones caseros y con muchas menos armas, no solo se mantuvieron firmes contra Arabia Saudita armado por los EE. UU. en una guerra brutal que duró años y mató a 150,000 Yemenitas, ellos tampoco fueron vencidos. Por eso es que un cese al fuego fue declarado en 2021 y las negociaciones sobre un acuerdo de paz permanente están en curso.
En sus declaraciones, los gobiernos de los EE. UU. y el Reino Unido han sido muy claros en sus intenciones en relación con la campaña de bombardeo contra Yemen. El presidente Biden señaló: “No dudaré en tomar más medidas para proteger a nuestro pueblo y la libre circulación del comercio internacional”, mientras que el primer ministro Rishi Sunak del Reino Unido enfatizó que los ataques fueron cometidos para “proteger el transporte internacional” Su preocupación radica en que las acciones de Yemen en el mar rojo suban los precios del comercio internacional, ya que ahora empresas de transporte marítimo están optando por navegar por la parte más sur de África, añadiendo alrededor de $1 millón en costos de combustible por cada viaje. Además, el costo del seguro se ha multiplicado por casi diez veces para los barcos operando en el mar rojo.
No es sorprendente que los países capitalistas estén molestos con cualquier cosa que interfiere con su comercio y mercado. Sin embargo —¿hay algo más que ellos puedan hacer, aparte de bombardear a Yemen para resolver este problema? Los Yemenitas han sido claros de que ellos seguirán atacando los barcos en el mar rojo mientras el genocidio EE. UU.- israelí contra Palestina continue. Los gobiernos de los Estados Unidos y el Reino Unido podrían usar su poder e influencia para poner un alto al genocidio. Pero eso es inimaginable para ellos. Ellos prefieren crear más destrucción e inestabilidad en Yemen antes de dejar de apoyar el genocidio en Palestina. Y esto es claro para todo el mundo.
El Reino Unido y el imperialismo
Los EE. UU. y el Reino Unido tienen una larga historia de intentar dominar la región del “medio oriente” de Palestina a Yemen, entre otros. En 1839, el Reino Unido colonizó el puerto de Adén en el sur de Yemen, un enorme puerto de aguas profundas que puede servir a muy grandes vasos. Por supuesto, esto solo era una parte del enorme imperio británico que dominaba en esos tiempos. Las tierras y recursos naturales de los “nativos” fueron explotados para el beneficio de “madre Inglaterra” mientras la gente colonizada recibía un tratamiento tan despreciable e irrespetuoso. Por supuesto, esta iniciativa fue formulada como una misión para “civilizar” a los colonizados, era la “la carga del hombre blanco”. El Reino Unido fue expulsado del sur de Yemen en 1967, donde después fue establecida la República Democrática Popular del Yemen, que fue el único país árabe dirigido por marxistas hasta que se unió con la República de Yemen (Yemen del norte) en 1990.
Los Estados Unidos sólo recientemente han dominado el medio oriente, o por lo menos han hecho el intento. Desde el derrocamiento en Irán de un gobierno elegido democráticamente e instalación del Shah en 1951, a su financiamiento y apoyo militar a Israel a su invasión y ocupación de Irak, la clase dominante estadounidense ve a la región como estratégicamente importante a sus intereses, dado los recursos naturales –especialmente el petróleo –igual a su ubicación entre Europa y Asia.
En 1986, el entonces Senador Biden dijo: “Si no hubiera un Israel, los Estados Unidos tendrían que inventar un Israel para proteger nuestros intereses en la región”. Él repitió este comentario en julio de 2023, cuando el presidente de Israel, Isaac Herzog, visitó los Estados Unidos y se dirigió al congreso.
Los Estados Unidos han acosado a Yemen durante décadas
En 1991, Yemen obtuvo un asiento provisional en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y fue el único que votó “no” contra Tormenta del Desierto, una guerra de genocidio en Irak donde el ejército de EE. UU. cometió varios crímenes de guerra contra el pueblo iraquí. Siguiendo ese voto, el embajador americano de la ONU aparentemente le dijo al representante Yemenita que “ese será el voto “no” más caro que has realizado”. Y luego los Estados Unidos procedieron a retirar toda la ayuda a Yemen, hasta todos sus voluntarios del Cuerpo de Paz.
A lo largo de las últimas cuatro administraciones presidenciales, los Estados Unidos ha aterrorizado a Yemen: desde cuando George W. Bush ordenó aproximadamente 50 ataques de drones en el país durante su administración, a cuando Obama ordenó un ataque de drone en una boda y que la CIA asesinara a un ciudadano estadounidense, Anwar al-Awlaki, quien supuestamente estaba involucrado en terrorismo, sin mencionar el asesinato de su hijo adolescente dos semanas después; al asesinato de la hija de al-Awlaki, Nora, quien solo tenía 8 años, durante la administración de Trump, hasta este bombardeo bajo la administración de Biden.
Además, los Estados Unidos también financiaron y apoyaron a Arabia Saudí logísticamente durante su guerra contra Yemen, que comenzó en 2015, y que creó lo que la ONU se denominó como “la peor crisis humanitaria del mundo”. Trump y Biden han entregado millones de dólares en venta de armas a Arabia Saudita para su guerra contra Yemen. La marina de EE. UU. ha entregado apoyo a la coalición encabezada por Arabia Saudita para mantener un bloqueo sobre Yemen que ha resultado en una hambruna, brotes de cólera y la destrucción total de la infraestructura de salud y medicina Yemenita. Los Estados Unidos también entrenaron a soldados Saudíes y su fuerza aérea, ofreciendo mantenimiento aeroplano, logísticas, e inteligencia. Los comandantes de EE. UU. hasta ayudarn a Arabia Saudita a identificar los objetivos Yemenitas. El gobierno EE. UU. será recordado en la historia por tener sus manos manchadas con sangre por los 150,000 Yemenitas que fueron asesinados en esta guerra.
Solo el pueblo Yemení puede determinar quién es el gobierno legítimo de su nación. Pero las acciones de solidaridad en el Mar Rojo no solo han unificado a los Yemeníes, detrás de Ansar Allah, también han recabado apoyo de las masas árabes y musulmanes del mundo, quienes quieren paz y justicia para Palestina. Esto realmente es una historia de David contra Goliat. Yemen, quien apenas recupera de la guerra imperial, se enfrente contra los militares más poderosos del planeta, por levantarse en solidaridad con el pueblo palestino. Estados Unidos y el Reino Unido: ¡Paren de bombardear a Yemen —Palestina libre ahora!