AnalysisEspañolImmigrationVotesocialist2024

Más militarización, más deportación: Harris y Trump unidos contra los inmigrantes 

Las campañas de Harris y Trump compiten entre sí para ver quién será más antiinmigrante. Si bien Trump ha estado empujando historias de terror ridículas, racistas y completamente falsas sobre inmigrantes, Harris está enfocando su campaña a la “seguridad fronteriza”: la militarización de la frontera y la deportación de inmigrantes. Su campaña ha publicado anuncios, llenos de policías y agentes de la patrulla fronteriz, vanagloriándose sobre su papel en respaldar “el proyecto de ley de control fronterizo más duro en décadas”.

La promesa de Trump: deportación masiva

La plataforma de Trump sobre inmigración es horrible. Su plataforma promete que llevará a cabo “la operación de deportación doméstica más grande en la historia de Estados Unidos”. Si entrase en vigor, incluiría el uso masivo de personal policial y militar para llevar a cabo violencia estatal en comunidades marginadas. Trump también promete poner fin a una variedad de derechos para las y los inmigrantes indocumentados, incluido el debido proceso y la ciudadanía por derecho de nacimiento.

En su plataforma, Trump también promete deportar a personas por tener opiniones propalestinas (a quienes se refiere como “radicales pro Hamás”), mientras que aboga por otras evaluaciones ideológicas para inmigrantes en busca de asilo. Por último, promete el restablecimiento total de varias de las políticas antiinmigrantes de su primer mandato, como el muro fronterizo y la “prohibición musulmana”, la prohibición discriminatoria de viajeros provenientes de varios países de mayoría musulmana. Muchas de estas políticas en efecto no terminaron tras su salida de la Casa Blanca.

Una presidencia de Trump indudablemente conduciría a importantes retrocesos de los derechos civiles. Incluso si Trump no fuese electo, gobernadores estatales como Greg Abbott han desatado el terror estatal policial y racista a través de medidas como el proyecto de ley SB4, o “muéstrame tus papeles”, promulgado como ley el año pasado.

Harris: ¿a la derecha de Trump?

Hasta hace poco, Harris había estado mayormente fuera del ojo público después de su vergonzosa gira antiinmigración de 2021 a Centroamérica, donde les dijo a los inmigrantes: “No vengan … serán rechazados”. El lenguaje insensible y el tono de su pronunciamiento fue uno de los factores que la llevaron a ser marginada como cara pública de la administración. Su apresurado nombramiento para la candidatura presidencial después de que Biden se retirara ahora ha vuelto a poner de manifiesto su historial antiinmigrante.

La plataforma de campaña de Harris es comparativamente escasa, pero su retórica revela objetivos y métodos sorprendentemente similares a los de Trump. Ella habitualmente se jacta de respaldar un proyecto de ley antiinmigrante bipartidista que sus anuncios de campaña llaman “el proyecto de ley de control fronterizo más duro en décadas”. Este proyecto de ley habría permitido al gobierno federal “deportar sumariamente a los migrantes que ingresan entre puertos de entrada sin permitirles solicitar asilo” — en otras palabras, una deportación masiva de refugiados que viola el derecho internacional.

Este proyecto de ley casi fue aprobado en febrero, pero Trump usó su poder sobre el Partido Republicano para bloquearlo en el Senado, temiendo que esto socavara su propia plataforma de inmigración en las próximas elecciones. Harris ha prometido constantemente revivir este proyecto de ley una vez que ingrese a la Casa Blanca. En esencia, la promesa de Harris y Walz a Estados Unidos es que serán más efectivos al cumplir las políticas fronterizas racistas de Donald Trump que el propio Donald Trump.

Ambos partidos corporativos se han inclinado hacia la extrema derecha en cuanto a la inmigración.

No es difícil imaginar lo que sería ideal para una política fronteriza de Kamala Harris: ella ya ha presidido durante cuatro años la militarización fronteriza Biden-Harris. La mayoría de las políticas llevadas a cabo por la primera administración Trump se mantuvieron y hasta avanzaron bajo Biden. Por ejemplo, Biden continuó construyendo el sumamente impopular y ambientalmente destructivo muro fronterizo mientras realizaba casi tantas deportaciones como Trump. Tampoco se han cerrado los numerosos centros de detención de Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de los Estados Unidos (U.S. Immigration and Customs Enforcement, ICE), una vez denunciados correctamente como crueles e inhumanos por los mismos demócratas.

Harris y su ala de la clase dominante prefieren otorgar legitimidad bipartidista a sus políticas antiinmigrantes para contrastarlas con la cruda y abiertamente racista plataforma de Trump, pero el resultado final es el mismo.

La causa de la llamada “crisis de refugiados” es el imperialismo y el capitalismo. A medida que Estados Unidos desestabiliza gran parte del mundo con guerras, sanciones y golpes de Estado contra gobiernos progresistas, y se intensifica el cambio climático impulsado por el capitalismo, millones de personas buscarán huir de los países en la mira imperialista. El arma más poderosa del establishment estadounidense han sido las tácticas de divide y vencerás para convertir a los inmigrantes y refugiados en chivos expiatorios. Como lacayos de la clase capitalista, tanto Kamala Harris como Donald Trump están comprometidos con este sistema.

Lo que realmente se necesita es un movimiento unido de la clase trabajadora antiimperialista que rechace este ataque racista de ambos partidos corporativos. Y debe estar unificado en torno a una plataforma audaz, es decir, el reconocimiento de que la intromisión imperialista es la causa de la crisis de refugiados, la militarización fronteriza y las deportaciones son un ataque a los derechos humanos, y la verdadera solución es reinvertir el presupuesto de guerra de casi un billón de dólares anuales en vivienda, atención médica, educación, empleos y protección ambiental para todas y todos.

Esta es la plataforma de la campaña socialista de Claudia De la Cruz y Karina García. Para acabar con el terror imperialista que libra el imperio estadounidense en el resto del mundo, la campaña ha prometido recortar el presupuesto militar en un 90% y cerrar las más de 800 bases militares estadounidenses que circulan todo el planeta. Estos recursos esenciales pueden reinvertirse en la sociedad en beneficio de todas y todos. Al mismo tiempo, De la Cruz y García se postulan con la promesa de un estatus legal completo e igualdad de derechos para todos las y los inmigrantes.

Los demócratas y los republicanos han demostrado que son incapaces de abordar las crisis agravantes que enfrentan los estadounidenses de clase trabajadora. Se les acabaron las ideas y han recurrido a las viejas tácticas de alarmismo racista y división de la clase trabajadora. Es precisamente este giro vulgar y extremo hacia la derecha del establishment político estadounidense, lo que hace tan necesaria la necesidad de organizarnos fuera de los estrechos confines de estos dos partidos corporativos, construyendo un movimiento popular verdaderamente independiente.

Related Articles

Back to top button