Fue “impactante”, dijeron líderes gubernamentales de todo el mundo occidental. Según la Liga Antidifamación el 6 y 7 de noviembre hubo un “pogromo moderno” en los Países Bajos. “Los judíos fueron cazados, perseguidos y atacados en las calles de Ámsterdam y obligados a esconderse de una turba antisemita cuyo objetivo era atacar a tantos judíos como fuera posible”, dijo el grupo.
Se trataba de ataques a fanáticos israelíes del equipo de fútbol Maccabi Tel Aviv que habían venido de Israel a los Países Bajos para ver a su equipo jugar contra el equipo holandés Ajaz.
La realidad es que los asaltantes fueron los israelíes, y las víctimas fueron los residentes de Amsterdam. Durante 36 horas, los fanáticos visitantes del Maccabi Tel Aviv protagonizaron un motín violento y racista en esa ciudad, insultando y agrediendo a holandeses que vestían kufiyahs o personas que pensaban que eran árabes, rompiendo ventanas e intentando entrar en apartamentos, derribando banderas palestinas exhibidas en casas particulares y amenazando con volver y matar a las personas que vivían allí, y coreando “¡Muerte a los árabes!” y “¿Por qué no hay escuela en Gaza?”. “¡No quedan niños allí!”
A los que acusan de “antisemitas” son los habitantes de Ámsterdam que se encargaron de detener los disturbios racistas y defender a sus comunidades después de que la policía no intentara frenar a los merodeadores de Maccabi Tel Aviv. Unos 600 policías de Ámsterdam se apresuraron a tratar de proteger a los maleantes del Maccabi y arrestaron a holandeses que protestaban por los disturbios de fanáticos del equipo israelí, o defendían a su comunidad y a ellos mismos de ellos.
Los políticos holandeses y occidentales mienten, mienten, mienten
En un gigantesco acto de gaslighting, el primer ministro holandés Dick Schoof llamó el acto de autodefensa llevado a cabo por los residentes de Ámsterdam “terribles” y “horribles” ataques antisemitas, al igual que el Alcalde de Ámsterdam y el rey de los Países Bajos. Schoof encabeza el gobierno de los Países Bajos en coalición con el partido de extrema derecha islamófobo y antiinmigrante Partido por la Libertad (Partij voor de Vrijheid, PVV), cuyo líder ha pedido una prohibición de escuelas islámicas, Coranes y mezquitas.
La comisionada de la UE, Ursula Von Der Leyen, estaba igualmente indignada, recordándole a todos que “el antisemitismo no tiene absolutamente ningún lugar en Europa”. El primer ministro de CanadáJustin Trudeau también dijo que era “horrible”.
Para no quedarse atrás Joe Biden condenó los actos, que afirmó eran “despreciables y hacen eco de momentos oscuros de la historia en los que los judíos fueron perseguidos”. Congresistas estadounidenses, incluido el senador de Nueva York Chuck Schumer, los denunciaron como un “pogromo”.
La situación era tan peligrosa, nos dijeron, que el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu tuvo que enviar aviones para recoger a los fanáticos del fútbol y traerlos de regreso a Israel, donde estarían a salvo.
Los medios ignoran los cánticos de “Muerte a los árabes”
Los medios de comunicación del establishment occidental ignoraron los cánticos genocidas dirigidos a los residentes de Ámsterdam por los fanáticos israelíes amotinados que fueron capturados en decenas de videos, y en su lugar entregaron la línea de los políticos palabra por palabra a millones de personas.
ABC Noticias dijo que los “ataques antisemitas” fueron “alimentados por los llamados en las redes sociales a atacar a los judíos”. El New York Times proclamó: “Los Ataques antisemitas provocan vuelos de emergencia para fanáticos del fútbol israelí”. El Wall Street Journal exclamó: “Fanáticos de fútbol israelís atacados por motín“, y Fox News afirmó:”Judíos emboscados en medio de ‘pogromo’ moderno”.
La verdad es que “La protesta [holandesa] no tiene nada que ver con el antisemitismo”, dijo Alexander Van Stokkum, residente de Ámsterdam. Era contra los hooligans israelíes que destruían la ciudad.
Centro de apoyo a Palestina de Ámsterdam
Unas 750,000 personas viven en Ámsterdam. Alrededor del 1% son judías, y 13-15% musulmanes, en su mayoría inmigrantes de primera y segunda generación del norte de África y Oriente Medio.
En las comunidades de Ámsterdam existe un fuerte apoyo a la autodeterminación palestina y contra el genocidio de Israel. Por ejemplo, la administración de la ciudad dijo que autorizó 2,500 protestas en solidaridad con Palestina este año.
Grupos holandeses propalestinos intentaron cancelar el partido de fútbol por el genocidio que comete Israel en Gaza. Además, era probable que muchos de los fanáticos del Maccabi Tel Aviv fueran ex soldados israelíes o incluso actuales perpetradores del genocidio. Pero la administración de la ciudad se negó a cancelar el partido. Luego, los activistas planearon una protesta frente al estadio en solidaridad con Palestina y contra la presencia del equipo de fútbol israelí, pero la alcaldesa de Ámsterdam, Femke Halsema, lo detuvo, prohibiendo todas las acciones propalestinas cerca del estadio.
Para el 6 de noviembre más de 3,000 fanáticos del equipo Maccabi Tel Aviv habían llegado a Amsterdam desde Israel para el partido del 7 de noviembre de la Europa League. Iban a estar acompañados por el Mossad, la agencia de inteligencia israelí, según el Jerusalem Post. Procedieron a arrasar la ciudad durante dos días.
Imágenes de video publicadas en las redes sociales los muestran derribando banderas palestinas exhibidas en casas particulares y gritando “F _ _ k you Palestine”. Otros cánticos que los residentes de Ámsterdam oyeron de los fanáticos de Macabi incluyeron “¡Que ganen las FDI [Fuerzas de Defensa Israelíes] y que se jodan los árabes!”, “¿Por qué no hay escuela en Gaza?” “¡No quedan niños allí!” y “¡Muerte a los árabes!”
Amenazaron a los transeúntes que vestían kufiyahs, o portaban otros símbolos de apoyo a Palestina, con abucheos, dándoles el dedo medio, escupiéndoles y arrojándoles cerveza. Atacaron físicamente a personas que pensaban que eran árabes y escupieron a mujeres con hiyab. Destrozaron un taxi y agredieron a su conductor.
En uno de esos incidentes del 6 de noviembre decenas de estos maleantes se reunieron frente a Villa Mokum, un edificio okupa donde se exhibían varias banderas palestinas. Los videos los mostraban arrojando piedras a las ventanas, escalando el edificio y arrancando las banderas.
“Patearon nuestras puertas e intentaron entrar a nuestra casa”, dijo un residente al periódico Het Parool. “Levantaron el dedo medio e hicieron gestos de decapitación, diciendo [en inglés], ‘Te vamos a matar y volveremos'”. Las imágenes de video mostraban a un coche de policía pasando, sin detenerse.
Mo Kotesh, residente de Amsterdam, dijo a Al Jazeera que los lugareños intentaron contrarrestar la violencia iniciada contra ellos y sus propiedades por parte de los fanáticos israelíes. La policía trató de detener esta respuesta de los habitantes de Ámsterdam y ordenó a las personas que usaran símbolos propalestinos o cantaran consignas como “¡Palestina libre!” a abandonar las áreas donde se reunían los maleantes.
Los fanáticos del Maccabi Tel Aviv se amotinaron todo el día y la noche siguientes. Durante el partido de fútbol, en la noche del 7 de noviembre, incluso interrumpieron con silbatos un minuto de silencio por las víctimas de las inundaciones de Valencia, ya que el Presidente del Gobierno de España instó a los países a dejar de armar a Israel.
El sitio de noticias holandés Bender publicó un video de un gran grupo de seguidores del Maccabi armándose con palos, tubos y piedras después del partido (que su equipo perdió 5-0), dirigiéndose hacia el centro de la ciudad claramente en busca de problemas.
La gente actúa después de que la policía no hace nada
Los residentes de Ámsterdam se enojaron comprensiblemente con estos merodeadores racistas que celebraban el genocidio y acosaban a los holandeses en su ciudad natal.
Después de que uno de los suyos fuera golpeado y su taxi destrozado, y después de que la policía no hiciera nada, un grupo de taxistas enojados, que en su mayoría son de la comunidad inmigrante, organizaron una confrontación el miércoles por la noche para que los merodeadores supieran que no podían seguir el motín. Su llamado en línea a los taxistas para que fueran a donde se reunían los racistas israelíes y amenazaran a la gente fue etiquetado como un “llamado a una cacería de judíos” por los principales políticos y medios de comunicación.
Al enfrentarse a la oposición, muchos de los racistas israelíes huyeron. Un partidario del Maccabi Tel Aviv fue perseguido hasta el canal y obligado a gritar “Palestina Libre”. Muchos se escondieron en un casino. La policía dice que intervino en las calles varias veces para proteger a los fanáticos del Maccabi y escoltó a los que se escondían en el casino de regreso a la seguridad de su hotel.
“La policía protegió a los hooligans del Maccabi”
Después de dos días de disturbios racistas, no sorprende que los habitantes de Ámsterdam se enfrentaran a los fanáticos del Maccabi Tel Aviv la noche del 7 de noviembre. Muchos eran jóvenes de ascendencia marroquí. Aquellos que se enfrentaron a los matones cuando la policía no hizo nada han sido etiquetados “escuadrones de ataque antisemitas”. Una vez más, la policía intervino para escoltar a los racistas a la seguridad de su hotel, arrestando a los antirracistas. Imágenes de fanáticos israelíes siendo escoltados al metro por la policía después del partido los mostraban cantando canciones antiárabes.
La policía dijo que arrestó a 62 personas y cinco fueron trasladadas al hospital con heridas leves y liberadas rápidamente, lo que demuestra que no hubo lesiones graves.
Jazie Veldhuyzen, concejal de la ciudad de Ámsterdam, ofreció una aclaración adicional del comportamiento policial a Al Jazeera. La policía, dijo, “actuó solo para proteger a los hooligans del Maccabi cuando los habitantes de Ámsterdam se levantaron para defender a su propia gente y defender sus propias casas. Y fue entonces cuando la policía se presentó para proteger a los fanáticos del Maccabi cuando huyeron después de atacar a la gente”.
No antijudío, sino contra “hooligans que destruyen nuestra ciudad”
En cuanto a la acusación de ataques indiscriminados contra judíos, incluso la policía holandesa admite que quienes se enfrentaron a los racistas del Maccabi Tel Aviv hicieron una distinción entre residentes judíos de Amsterdam y fanáticos visitantes, y no hubo ataques contra residentes judíos de la ciudad, y no hay señales de ataques a sinagogas judías. Esto fue respaldado por el Jewish Daily Forward, un periódico sionista, que señaló que la violencia estaba dirigida solo a los fanáticos israelíes.
Erev Rav, un grupo judío antisionista con sede en Ámsterdam, emitió una declaración condenando enérgicamente el manejo policial de los hechos. “Estamos profundamente preocupados porque, en lugar de restringir al grupo que causó disturbios… la policía permitió que la situación se convirtiera en una de violencia callejera generalizada. Es preocupante que los arrestos fueran selectivos, dirigidos principalmente a jóvenes marroquíes locales que se enfrentaron a estos grupos, mientras que los fanáticos del Maccabi que iniciaron las provocaciones no enfrentaron consecuencias.
Judíos Globales por Palestina, una coalición de grupos judíos en 18 países, condenó los ataques como “inequívocamente racismo antiárabe y antipalestino en vivo y a todo color”. El grupo también condenó “la manipulación de los hechos… Que los partidarios de Israel y gran parte de los medios de comunicación convirtieran la narrativa en una de puro antisemitismo, llamándolo un pogromo, es burlarse de ese término”.
Desde el comienzo del genocidio estadounidense-israelí en Gaza, el establishment político occidental y sus medios de comunicación han justificado las acciones militares israelíes allí al hacer una falsa equivalencia entre el apoyo a los derechos palestinos y el antisemitismo. Ahora vemos que esta falsedad proporciona una tapadera para que los archirracistas israelíes se vuelvan locos en los países de otras personas.
Defender a racistas israelíes alborotadores causa una crisis gubernamental
Al momento de este escrito, esta situación ha provocado una crisis en el gobierno holandés, que puede colapsar después de que Geevt Wilders, del partido PVV, pidiera la revocación de la ciudadanía holandesa y la deportación de quienes participaron en la defensa contra los fanáticos israelíes. El PVV tiene la mayor cantidad de escaños en el Parlamento holandés.
El Ayuntamiento de Ámsterdam, por el contrario, trató de apaciguar a sus ciudadanos enfurecidos con una moción aprobada por votación de 35 de los 45 miembros del Consejo que pedía una acción inmediata para abordar el riesgo “real e inminente” del genocidio en Gaza.
La población de Ámsterdam sigue desafiante
Mientras tanto, los residentes de Ámsterdam siguen furiosos. Están saliendo a las calles todos los días desafiando la prohibición de manifestarse, y resistiendo arrestos masivos y la policía irrumpiendo en la multitud para tomar sus banderas palestinas y golpeándolos. Su mensaje es claro: “Palestina libre” y “¡Queremos nuestras calles de vuelta!”