Los estudiantes graduados trabajadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT por sus siglas en inglés), lograron sindicalizarse el 6 de abril, afiliándose al sindicato United Electrical, Radio and Machine Workers of America (UE por sus siglas en inglés). El sindicato (MIT Graduate Student Union, MITGSU por sus siglas en inglés) logró esta victoria de manera decisiva, con 1,785 votos a favor del sindicato y 912 en contra. Se trata de una de las victorias sindicales lideradas por trabajadores graduados más importantes desde el 2017, cuando Student Workers of Columbia logró sindicalizarse.
En el 2018, un grupo pequeño de trabajadores graduados del MIT comenzó a hablar con sus colegas sobre algunos asuntos laborales que les preocupaban. Lo que comenzó hace cuatro años como una docena de estudiantes reunidos en un aula se ha convertido en una organización que ha liderado varias campañas para obtener servicios de salud mental más completos y contra el acoso y la discriminación en el recinto.
Un espacio en la mesa
“Uno de los cambios más populares que los estudiantes graduados quieren ver es mayor acceso a seguro médico asequible que incluya cobertura dental. También estamos presionando para que se cambie la forma en que el MIT maneja ciertos problemas de inmigración”, dijo Ki-Jana Carter a Liberation News. El 42% de los estudiantes trabajadores son internacionales.
Carter, quien es estudiante de doctorado en el Departamento de Ciencias e Ingeniería de Materiales y miembro del comité organizador del sindicato, explicó que ahora que el MITGSU ha sido reconocido oficialmente, los trabajadores tendrán la oportunidad de luchar por estas demandas con la administración del MIT en la mesa de negociación.
El MITGSU hizo pública su intención de sindicalizarse el 27 de septiembre del 2021, firmó las tarjetas de autorización sindical de la mayoría de sus colegas y pidió el reconocimiento voluntario del MIT. La institución respondió con una feroz campaña antisindical.
“Un voto por la UE es un voto por Putin”
A pesar de su imagen supuestamente progresista, la administración del MIT contrató a asesores externos para dirigir su campaña antisindical.
La institución les ordenó a los profesores que convirtieran sus reuniones de trabajo obligatorias en oportunidades para intimidar y confundir a los trabajadores, en las que dijesen que sindicalizarse era una apuesta que sólo beneficiaría a los “jefes del sindicato”.
“A final de cuentas, gran parte de los mensajes antisindicales intentaban confundir a los trabajadores”, explicó Carter. “La mayoría de nosotros somos trabajadores jóvenes y no tenemos experiencia con los sindicatos… Para la gente que oye hablar de un sindicato por primera vez, que el sindicato podría afectar su tesis, o sus relaciones con sus asesores, puede ser intimidante. Y no es cierto”.
Aunque la administración del MIT suele conceder aumentos anuales del 3%, la administración concedió dos aumentos después de que el MITGSU se hiciera público que sumaron un 8%.
La táctica más desesperada que utilizó el MIT fue la difamación de la filial sindical del GSU, UE. UE es uno de los únicos sindicatos de izquierda que sobrevivió las purgas anticomunistas del movimiento obrero entre 1949 y 1951. El MIT escudriñó la posición de la UE a favor del movimiento BDS —Boicot, Desinversión y Sanciones— contra el apartheid israelí, y la oposición de la UE a la expansión de la OTAN.
Un poster antisindical llegó a decir que “un voto por la UE es un voto por Putin”.
“Juntos podemos trabajar para lograrlo”
Los trabajadores graduados formaron un comité organizador que representaba la diversidad de la población graduada del MIT y unificó el campus en torno a temas amplios que conectaron a todos en torno a una lucha común.
“Juntos pudimos acabar con la desinformación”, dijo Carter. “Lo que funcionó fue compartir nuestra visión positiva. Y preguntarle a la gente si había forma de ofrecerles un mejor apoyo, o algo que pudiéramos hacer para mejorar el MIT”. Carter continuó:
“Una de las mayores lecciones que he aprendido es que es mucho trabajo organizar un sindicato, y no es tan fácil como a veces parece. Al ver resultados electorales históricos como el de Amazon en Staten Island y el de los trabajadores de Starbucks, es fácil pensar: ‘¡oh, otra victoria!’ Pero otra cosa es ver lo que conlleva. … Si se sigue trabajando en ello individual y colectivamente, se puede lograr aunque haya mucha confusión y abogados antisindicales. Esto demuestra el poder de tener relaciones genuinas y amor por tus compañeros de trabajo. Juntos podemos trabajar para lograrlo.
“Ahora que hemos logrado una victoria de 2 a 1 —lo cual es muy inspirador— esperamos que esto sea solo el comienzo, y que pronto el MIT se siente a negociar con nosotros”.