Este noviembre, la Red de Líderes Religiosos de Chicago para Latinoamérica (Chicago Religious Leadership Network on Latin America, — CRLN), Alma de Izote, y el Partido por el Socialismo y la Liberación (PSL) organizaron dos foros con guerrilleras de Centroamérica y jóvenes militantes de Estados Unidos. El propósito de los foros fue generar conversaciones intergeneracionalesa sobre la resistencia, la solidaridad y la lucha por la liberación. Aquí presentamos las lecciones de las guerrilleras para que los organizadores de todo el país puedan utilizarlas en la lucha contra la ultra derecha que se avecina y sus ataques contra la clase obrera y la gente oprimida.
Este momento requiere que nos preguntemos cómo nos organizamos, con quien organizamos y para qué nos organizamos. No es suficiente declarar todas las cosas contra las que estamos. También tenemos que declarar por lo que estamos luchando. Esto no es nada nuevo para Neris, una guerrillera de El Salvador.
Hay que concientizarnos
Neris entró en la lucha durante la guerra civil entre el gobierno de Arturo Armando Molina, la ultra derecha apoyada por Estados Unidos y la izquierda, formada por los trabajadores, los campesinos y el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), un partido socialista revolucionario. Más de 75,000 salvadoreños fueron asesinados durante la guerra, en un momento en que la población total del país era sólo de 5,4 millones. Esta masacre fue el resultado de los escuadrones de la muerte, entrenados y apoyados por los Estados Unidos a través de la Escuela de las Américas (ahora conocida como el Instituto del Hemisferio Occidental para la Cooperación en Seguridad). Cada día desaparecían más y más personas.
Neris, una campesina, entró en la lucha a través de la teología de la liberación. Su pastor, Rutilio Grande, quien luego fue asesinado en 1977, influyó en sus opiniones. El Padre Grande hablaba de la necesidad de que los jóvenes se organizaran, diciendo: “Necesitamos un Cristo que esté vivo”. En otras palabras, Cristo vive por el trabajo que hacemos como organizadores y militantes en las luchas de liberación nacional y de clases.
Como campesina, Neris no aprendió sobre los temas de la oligarquía, el imperialismo o el capitalismo. Pero, como Neris dice, “El campesino no es tonto. No sabe leer o escribir, pero no es tonto”. La falta de conocimiento es un resultado intencional del capitalismo y el imperialismo.
Mientras Neris aprendía sobre las causas de la guerra, la intervención de los Estados Unidos y el socialismo, ella les enseñaba a otros campesinos como leer y escribir. También participó en organizaciones como sindicatos, grupos estudiantiles, sindicatos de docentes y el Bloque Popular Revolucionario (BPR). Su trabajo enseñándole a los campesinos a leer y escribir dio lugar a investigaciones militares contra los educadores y educadoras.
Ella dice, “Yo pensaba que la guerra era solo de armas. Pero no. Es de conciencia. Porque hay problemas sociales a raíz del problema. Y los capitalistas responden con guerras”. La lucha necesita militantes, guerrilleros y guerrilleras, pero también depende de aquellos que pueden ayudar a la clase trabajadora a tomar conciencia de clase y desarrollar las herramientas que necesita para profundizar su conocimiento sobre cómo avanzar en la lucha.
La lucha es una sola
Una guerrillera colombiana quien prefiere el anonimato, también luchó por su pueblo al mismo tiempo que Neris. Ella vivió un periodo en Colombia conocido como La Violencia. Antes de La Violencia, Colombia había empezado a convertirse en el Israel de Latinoamérica. Se convirtió en el primer estado en recibir oficialmente asistencia militar y de contrainsurgencia de Estados Unidos.
Durante la ofensiva de la guerra fría en Latinoamérica, Colombia y los Estados Unidos acordaron llevar a cabo una represión masiva en las zonas rurales contra izquierdistas y colectivos rurales. Esto llevó a la formación de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
La guerrillera nos dijo que “Empezamos a organizarnos. Pensábamos que podríamos cambiar el mundo”. En la década de 1980, la FARC formó un partido político, Unión Patriótica, para unir y fortalecer las fuerzas de la izquierda en Colombia. Pero los miembros del partido fueron cazados y asesinados por escuadrones de la muerte.
Hablando sobre la elección de Donald Trump como presidente, dijo, “Ahora, en este momento […] vienen cosas muy fuertes y oscuras [para este país]. Pero lo único que puede detener este miedo son ustedes y somos todos nosotros resistiendo en la calle. Es lo único. No importa que hayan 20, 30, 100 partidos aquí que no se ponen de acuerdo, no, este es el momento en que la lucha es una sola. Necesitamos hablarnos más, juntarnos más y sentirnos más”.
Organizarnos es mejor que tener miedo
La reelección de Donald Trump plantea desafíos significativos para la clase obrera, los inmigrantes, las mujeres, la comunidad LGBTQ y la gente Negra. Pero también crea una oportunidad para construir un movimiento unificado de la clase obrera, arraigado en principios socialistas, para contrarrestar las fuerzas reaccionarias.
El fracaso de los demócratas a la hora de abordar las desigualdades sociales y económicas, el financiemiento y el apoyo incondicional del genocidio en Gaza y su alineación con las élites reaccionarias alejó a los votantes de la clase obrera. La clase obrera está lista para un cambio radical, y debemos luchar por una visión audaz de una sociedad diferente, rechazar el intento de la ultraderecha de convertir a los pueblos marginados en chivos expiatorios y ofrecer un camino para alejarnos del capitalismo y lograr la igualdad para todos y todas con el socialismo.
Como dijo Neris, “Aquí no estamos en una guerra, con nueve, diez o a trescientos otros. No te persiguen, entonces, a esta altura, cuando nos vengan a engañar o meternos miedo sobre el socialismo y comunismo, [tenemos que darnos cuenta de que] aquí en este país estamos lejos de la democracia. Aquí no hay democracia. Hay que concientizarnos, educarnos y conocer la historia de nuestro país”.
Sigamos avanzando con unidad, no sólo combatiendo la agenda de la ultra derecha, sino avanzando hacia un mundo nuevo.
Foto: Dos luchadoras Centroamericanas y dos jóvenes hablan en uno de los dos foros. Liberation foto