Desde que los primeros colonizadores eurpeos llegaron a este continente, ellos se dedicaron a acumular riqueza y tierras tantas como humanamente fuera posible. Su reino de terror contra las poblaciones indigenas — la destrucción de la tierra, la cultura y las comunidades enteras — fue la base para crear sus inmensas fortunas que incentivaron la economía global avanzando el capitalismo.
Esta lucha, que nos ha tomado ahora de más de 500 años, sigue en varios frentes, incluyendo la Nación Navajo, actualmente luchando contra las compañías de Estados Unidos por la extracción de uranio. Al principio de este año, se pusieron en contacto con la Nación Navajo con la esperanza de que fueran permitidos renovar las operaciones mineras en sus tierras.
Estas compañías dicen que han desarrollado nueva maquinaria y métodos seguros para la extracción del uranio después de décadas de destrucción ambiental y abusos que fue lo que llevó a la Nación Navajo a prohibirles sus operaciones mineras en la region.
Esta larga década de lucha contra lo núclear y por la justicia ambiental es parte del paquete de la lucha por los derechos de los trabajadores y la determinación propia del pueblo Nativo, contra las fuerzas militaristas y el capitalismo.
Explotación de las tierras
La Nación Navajo está asentada en 27.425 millas cuadradas en las cuatro esquinas de la parte Navajo suroeste de Estados Unidos. El area contiene una basta cantidad de uranio mineral por eso se ha convertido en el centro de la lucha en relación a la energía nuclear y armamentista.
Desde el final de la Segunda Guerra Mundial, y el comienzo de la llamada Guerra Fría, el gobierno de Estados Unidos comenzó a extraer uranio domésticamente para no depender de abastecedores extranjeros. El uranio es uno de los más naturalmente comunes metales radioactivos en el planeta, y fue tomado como esencial para el desarrollo de armas nucleares y otras tecnologías.
Debido a la particularidad geológica y clima consistente de la parte suroeste, las compañías mineras vieron la reservación de la Nación Navajo como la más rentable área para abrir una oparación minera durante los 1940s. En 1948, La Comisión de Energía Atómica de Estados Unidos declaró de que sería el único comprador de todo el uranio extraído en el país, iniciándose una explosión minera de compañías privadas y contratistas que sabían que tenían un comprador garantizado. De las miles de minas de uranio en el país, 92 por ciento estaban localizadas en Llano Colorado donde la Nación Navajo está asentada. Entre 1944 y 1986 aproximadamente 4 millones de toneladas de uranio fueron extraídas de las minas situadas en tierras de la Nación Navajo.
Al principio de la minería, la gente navajo llegaron en masa buscando trabajo con bajos salarios, debido a la escasez de empleo en la reservación. Los trabajadores navajos soportaron patrones racistas mientras hacían los más peligrosos e indeseables trabajos por menos pago. Sin embargo, después de que los Traductores de Códigos famosamente contribuyeron a la fuerzas militares de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial, muchos trabajadores navajos creyeron que tenían una obligación patriótica y responsabiliad con Estados Unidos.
A los mineros también les mintieron de los peligros de envenenamiento.
Envenenamiento con Radon
Antes de 1950, no habían verdaderas regulaciones de cómo deshacerse de los residúos radioactivos en la tierra de la tribu, ventilación de minas, sin saber qué concentraciones de Radon eran prudentes. Los residúos eran tirados de vuelta en la tierra, contaminando el agua, plantaciones, ganado, inevitablemente a la población humana. Viviendo en esas condiciones las enfermedades se incrementaron enormemente y la contaminación se manifestó en cáncer, especialmente pulmonar. Otras enfermedades como tuberculosis, pneumoconiosis , enfermedades crónicas de obstrucción respiratoria, y varias enfermedades de la sangre.
Radon es un gas radioactivo sin color, sin olor ni sabor que se produce naturalmente con la putrefacción del uranio. Radon es una sustancia que se mantiene en estado gaseoso. Deja “Radon hijas” que es una sustancia que se pega el partículas de polvo que son respirados por los mineros. Sin ventilación propia en las minas, los mineros estaban expuestos a niveles de Radon que eran 100 veces más alto de lo que fue reportado.
Habían estudios hechos en Europa, desde 1930 probando los peligros al estar expuesto al gas Radon.
En el 2005, La Nación Navajo oficialmente prohibió la minería de uranio. Pero la descomposición del uranio a bajos niveles, tomará como un billon de años y así esta amenaza.
El derrame nuclear de 1979
Minas abiertas abandonadas no son la única fuente de contaminación ambiental. En julio de 1979, hubo un derrame nuclear en Church Rock, Nuevo México, después de que una presa que contenía los desperdicios de United Nuclear Corporation, se rompió soltando masiva cantidad de contaminación sobre la reservacion navajo. Más de 93 millones de galones de escoria radioactiva y ácido de soluciones descompuestos se vertieron en el Río Puerco. Más radiación fue soltada al medio ambiente durante este desastre que durante el bien conocido accidente deThree Mile Island, sucedido cuatro meses antes.
Después del derrame de 1979, la Nación Navajo le pidió al gobernador Bruce King de Nuevo México que declarara el lugar como área de desastre, para que ellos pudieran recibir asistencia por el desastre. King se negó. La gente de la Nación Navajo no tuvo más alternativa que continuar usando las contaminadas aguas del Río Puerco. Sólo en 2008, cerca de 30 años más tarde, la Agencia de Protección Ambiental anunció un plan de 5 años para limpiar la Nación Navajo. Hasta el 2011, fue que EPA ha ayudado en remover como 20,000 yardas cúbicas de suelo contaminado.
La gente navajo ha luchado por evitar el re-ingreso de las corporaciones mineras, hasta hoy han podido lograrlo. Es claro y seguro asumir que mientras hayan recursos valiosos en tierras de Indigenas las corporaciones hambrientas de dinero continuarán circulando como buitres.
Programa nuclear de EE.UU.
La primera clave era “Niño Pequeño” (Little Boy,”) y fue la bomba de uranio tirada sobre Hiroshima, Japón, que cobró muchas vidas, tantas como 166,000. Además el área experimentó altos niveles de cáncer, leucemia y otras enfermedades a lo largo de la vida de generaciones, incluyendo los que todavía estaban en el útero al momento de la explosión.
El gobierno de Estados Unidos es el único país que jamás haya usado bombas nucleares en tiempo de guerra.
El presidente Obama y su administración dijeron en el pasado que ellos visualizaban un mundo sin armas nucleares. Pero han probado estar igualmente comprometidos con las políticas del militarismo. Ha continuado la ocupación en Afganistán, hace la no declarada guerra con aviones no tripulados (drones) a varios países y con sus maniobras provocativas casi lleva al borde de un conflicto con armas nucleares a la penisula coreana.
Las fuerzas militares de Estados Unidos mantienen más 5,000 ojivas nucleares activas dispersas en bases, barcos de guerra y submarinos al rededor del mundo, juntamente con miles de otros designados a ser retirados y desmantelados. Mientras la administración de Obama dice que no desarrollará más armas nucleares, planean gastar más de $6 billones de aquí al año 2016 en la modernización y “extención de vida “ del arsenal nuclear existente. Este armamento y quienes lo controlan continúan siendo una amenaza real a todas las naciones y gente de todo el mundo.