La comunidad se enfrenta a la Junta del desfile Pride en SF

Bradley Manning, un soldado del ejercito estadounidense, y activista en contra de la guerra que enfrenta una condena a cadena perpetua por haber denunciado los crímenes de guerra cometidos por el ejército estadounidense, fue elegido por el Comité Electoral de Pride para que fuera el Mariscal del desfile en San Francisco este año. En una actuación durante una propuesta sin precedentes, la Junta de Directores del Desfile Pride en San Francisco, dejó sin efecto la elección, y emitió un comunicado a favor de la guerra, criticó denunciando a la valiente actitud antibelicista de Manning por sus actos de valor, e insinuando que él había puesto en riesgo a las tropas del ejército estadounidense.

La decisión y las declaraciones contra Manning, han molestando a muchos dentro de la comunidad LGBT, quienes ven al ejército estadounidense como una institución homofóbica, racista y sexista. Ven a Bradley Manning, un hombre joven homosexual, como un héroe cuyas acciones reflejan el sentimiento anti-guerra de la comunidad, posición que es compartida por una amplia mayoría de personas en la sociedad.

Tan pronto como la junta dejó sin efecto la elección de Manning, el Comité Electoral—el cual está formado por antiguos mariscales del desfile — se propuso organizar un contragolpe para reinstalarlo al joven activista como Mariscal.

El 29 de abril, alrededor de 100 personas se manifestaron frente al Centro Comunitario LGBT en San Francisco, exigiendo que la junta revirtiera su decisión, y que respetara las decisiones de la comunidad LGBT. La manifestación fue el primer paso de una campaña para que el desfile reflejara el sentimiento progresista y anti-guerra del 99 por ciento de la sociedad.

Daniel Ellsberg, conocido por haber puesto al descubierto los documentos del Pentágono sobre los horrores de la guerra en Vietnam, indicó que marcharía en Pride en honor a Bradley Manning. El antiguo presidente de la junta de Pride SF, Joe Cain, indicó durante la protesta que él había sido el que nominó a Manning para Gran Mariscal porque era un héroe que ayudó al “sector más amplio de la humanidad con sus acciones”.

El 7 de mayo, miembros de la comunidad LGBT intentaron ingresar a la reunión pública de la Junta de Directores de Pride en San Francisco, para exigir que la junta se retractara. Más de 100 personas se manifestaron durante el mitin público, pero solamente 15 personas fueron permitidos ingresar a la reunión, también se le prohibió a los medios ingresar con las cámaras de los medios.

En una maniobra diseñada para desviar la postura anti-guerra, la junta expidió un comunicado citando razones administrativas como explicación para la anulación de Manning como mariscal, ellos indicaron que él no era un héroe local y que “tomar partido en la controversia de Manning, no era apropiado para la organización ni es parte del objeto y misión de Pride”.

Comunidad Molesta

Las falsas explicaciones sin sinceridad solamente han enfurecido a la comunidad. La lucha ha sido trasladada a la arena jurídica por un equipo de antiguos mariscales que han promovido una acusación formal ante la Comisión de Derechos Humanos de San Francisco, y acusaron a la junta del comité Pride en SF, de violar las leyes anti-discriminatorias de la ciudad. David Waggoner, uno de los demandantes emitió un comunicado, el cual decía en parte: “La junta de Pride irrespetó a vulnero el tejido moral de los mariscales que votaron a favor de Manning….el Pride de SF—una entidad que recibe fondos de la ciudad—no tiene permitido discriminar a personas por el simple hecho de que no les gusta su apoyo moral de Bradley”.

La lucha por la elección de Manning, es una oportunidad para desenmascarar el verdadero propósito del ejército estadounidense y sus metas para satisfacer a sus patrocinadores comerciales. El papel del Pentágono es asegurar el mundo para Wall Street, el 1 por ciento de los capitalistas cuyo interés solamente es explotar al 99 por ciento del mundo y sus recursos. Para ese fin, el ejército utiliza el racismo, el sexismo y la intolerancia LGBT para justificar sus guerras destructivas y de ocupación. El Pentágono puede renunciar a sus políticas de no indagar si sus miembros son homosexuales o no, pero todo eso no cambia su naturaleza índole como institución capitalista, y por tanto discriminatoria.

La lucha para Bradley Manning también es una oportunidad para desafiar el control empresarial y retornarla a su raíz de resistencia y lucha popular.

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