Del Comité Nacional
Ya, nuestro querido hermano René González está libre en Cuba, haciendo importantes declaraciones a la prensa cubana e internacional, dando nuevo impulso a la Lucha para la Liberación de los Cinco.
Compartiendo ese desarrollo tan alegre, Gerardo, Ramón y Antonio que han podido enviar mensajes. (Fernando no pudo enviar mensaje a tiempo, pero cada uno de los Cinco habla para los demás)
El 9 de mayo, después de que renunció su ciudadanía estadounidense, según el acuerdo con la corte para quedarse permanentemente en Cuba, René González recibió el certificado del gobierno de EEUU afirmando que ya no es ciudadano de ese país.
Habló a la prensa René, “Ahora soy sencillamente ciudadano cubano, un patriota cubano, cosa que de todas maneras siempre he sido, sin que ello implique animadversión alguna hacia el pueblo norteamericano, hacia el país en que nací.”
Fiel a sus convicciones, René también dijo, “No me voy a sentir completamente libre hasta que mis cuatro hermanos estén en la Patria con sus familias. Estoy en Cuba, pero seguimos siendo los Cinco”.
Hay mucho más que hacer para liberar a Gerardo, Ramón, Antonio, Fernando. Hay la importante semana de solidaridad en Washington DC (enlace al calendario abajo), el Foro Izquierda en Nueva York, donde estaremos en un panel sobre los Cinco. Tenemos muchas actividades y eventos públicos para el verano y eventos universitarios comenzando en septiembre. Unase con nosotros para difundir el caso, para que el pueblo estadounidense conozca la causa de los Cinco! ¡El pueblo va a liberar a los Cinco!
Mensajes de Gerardo, Ramón y Antonio:
GERARDO:
Pudo valerse de los mismos pretextos de quienes muy pronto decidieron declararse culpables y cooperar con las authoridades. Tras largos años de separación, tenía ya de este lado a Olga e Irmita, y había podido disfrutar por apenas cuatro meses a la recién nacida Ivette. ¿Qué hacer? ¿Aferrarse a los principios, dejarlas solas a las tres en un país extraño y enfrentar nuevamente años de separación? ¿O “negociar” y darles lo que pidieran a cambio del perdón y de una nueva vida? En su mente nunca hubo la menor duda, ni en su conducta una mínima vacilación.
Los fiscales sabían que muy poco tenían contra él, y trataron de sacarlo del camino con ofertas. Les dolió que él les cantara “El Necio”, y se ensañaron. Nadie lo vio llorar cuando separaron a Olga de las niñas y la tiraron en una celda. Lo habrá hecho en silencio, como lo hicimos todos de indignación y de dolor cuando nos golpeó la noticia, pero en él nunca notamos el más mínimo quebranto. Cumplió con dignidad cada día de su condena, y salió con la frente tan en alto como cuando había entrado, pero aún tendría que sufrir en soledad la pérdida de su hermano y de su padre.
Hoy supimos que René está en Cuba, para quedarse. Hoy cada uno de los Cinco es algo más libre. Parte de nosotros pasea por las calles de esa isla, y podemos casi respirar su aire, quemarnos con su sol.
Alguien me ha preguntado como diremos ahora que no somos cinco, sino cuatro. ¡Error! Somos cinco y seguiremos siendo cinco! Si hoy tenemos que continuar la lucha no es solo por los otros cuatro, es también por René, porque lo conocemos y sabemos que él no será realmente libre hasta que estemos todos de regreso en la patria. La diferencia es que esta batalla, que será hasta el final por los cinco, cuenta desde hoy con un nuevo abanderado. Felicidades René! Tus cuatro hermanos celebramos contigo, orgullosos!
¡Hasta la Victoria Siempre!
Gerardo Hernández Nordelo
Prisión Federal de Victorville
California, Mayo 3, 2013
RAMON
Esta noticia buena nos embargó a todos con optimismo, con alegría; porque la tan esperada libertad de uno de nuestros hermanos ya se hizo realidad. ¡Era ya hora después de tanta dilación e injusticia! Primero que todo, nos sentimos más aliviados de que nuestro compañero no continúe más en peligro sobre su vida al no tener que permanecer por un segundo más en esta escena rodeado de las amenazas que conocemos.
Con él, nosotros cuatro nos sentimos también un poco libres. Es como si una parte nuestra ya estuviera en casa, con nuestros familiares y amigos, en el seno de nuestro pueblo, con nuestras hermanas y hermanos del mundo.
René es nuestra avanzada. El lleva el abrazo y cariño de los Cinco a todos ustedes. En su presencia estamos Los Cinco: En cada acción que realice por el bien de Cuba y la humanidad, en sus nuevas responsabilidades y tareas,en sus nuevas misiones y sueños. Allí estará hasta que finalmente Los Cinco nos encontremos libres en aquella tierra que tanta amamos.
¡Nos embarga la alegría y con ella el optimismo de que el amor y la verdad siempre vencen sobre las injusticias!
¡Venceremos! ¡Cinco abrazos eternos! Fernando. Gerardo. Antonio, Ramón. FCI Ashland, Kentucky, 6 de mayo de 2013. 9:29AM
ANTONIO:
Aquel 12 de septiembre, sin adjetivo que lo pueda calificar en su violencia, fui el último que llegó a Miami y, por consiguiente, el último en ser ubicado en una celda extremadamente fría, con un colchón pelado, una colcha y un rollo de papel sanitario; aislados todos.
El silencio era tétrico en aquel piso 13 del Centro de Detenciones deMiami. Por un instinto puramente animal, uno se pone a dar vueltas dentro de aquel espacio tan reducido. De vez en cuando, me detenía ante el estrecho cristal que tenía la puerta metálica, por donde, constantemente, nos vigilaba un guardia hacía ronda. En una celda enfrente, que me quedaba hacia un extremo, miraba a un hombre, que también se detenía a ratos en su ventanilla. Rostro barbudo austero, el pecho desnudo y me preguntaba: quién será ese tipo? no tiene frío?
Era René, aun no lo conocía.
En aquellos primeros días, de los que queda mucho por contar, nos bajan, a él y a mi, a la Sala de la Corte. Debíamos allí declararnos inocentes o culpables, que en nuestro caso era declararse dignos o indignos, honestos o deshonestos, leales o traidores. Nosotros dos íbamos muy seguros de nuestra inocencia. Pero había uno, que tampoco conocía, que iba a declararse culpable. Cada uno fue por separado ante el Juez, pero René leyó la traición en el rostro de aquel tipejo, quien me trataba de enredar con un cuento. Luego, René me dijo: tengo que hablar con ese tipo. Yo sólo le pedí calma.
Así lo conocí. Así nos hicimos, los cinco, hermanos. Por eso, su libertad es nuestra libertad, su dolor y su felicidad son también nuestros. Por eso, nuestra injusta prisión seguirá siendo su prisión. Por eso, fuimos, somos y seremos Los Cinco, donde se funde un sólo hombre, un cubano como millones de compatriotas, fiel a su pueblo y a su patria.
Tony Guerrero Rodríguez
10 de mayo, 2013
Prisión Federal de Marianna