Hace un año, la policía de Nueva York asesinó a Akai Gurley – un hombre afrodescendiente y desarmado de 28 años que vivía en la zona de East New York, Brooklyn. Ayer, su familia se juntó con vecinos de la comunidad y activistas de toda Nueva York para marcharcontra la violencia racista de la policía y para exigir justica para Akai.
A pesar del frio, más de 200 personas se juntaron frente los Pink Houses, la urbanización de vivienda pública donde Akai Gurley vivió. Kerbie Joseph, una activista con la coalición ANSWER, sirvió de maestra de ceremonias, mientras los familiares de Akai Gurley y otras personas denunciaron la violencia policial y se comprometieron ganar justicia para Akai Gurley.
Entre los familiares presentes en la manifestación – inclusive algunos que viajaron desde Florida para asistir – la tía de Akai Gurley, Hertencia Petersen, estuvo y habló con Liberation News.
“Me emociona toda la participación de la comunidad hoy. Veo que hay mucha gente que les importa la vida de mi sobrino aunque ni siquiera le conocieron – por la situación, por su caso, y porque la gente ya se cansó de la injusticia que está pasando.”
Usando el estilo “mic check” —de llamada y respuesta— popularizado durante el movimiento “Ocupa Wall Street,” los activistas gritaron los hechos brutales del asesinato brutal por parte de la policía del joven Akai Gurley. Por causa de un ascensor dañado en su edificio, Akai y su novia decidieron bajar por la escalera desde la séptima planta. Las luces en la escalera también estaban dañadas. Dos policías, Shaun Landau y Peter Liang, estaban haciendo una patrulla vertical por la escalera. El Oficial Liang tenía su pistola armada y sobada. Espantado por algún ruido, el Oficial Liang disparó en la penumbra de la escalera, clavando Akai Gurley en el pecho. En vez de llamar a los servicios de emergencia, el Oficial Liang llamó a su representativo en el sindicato policial, hablando por casi siete minutos, mientras Akai Gurley se quedó abandonado, gravemente herido. Después, en vez de atenderle al Akai, Landau y Liang discutieron si iban a reportar el suceso a sus jefes. En ningún momento intentaronde darle primeros auxilios a Akai Gurley ni resucitarle o ni siquiera llamar a una ambulancia. Landau evitará los cargos jurídicos en cambio por su testimonio en contra de Liang. Como resultado, Landau nunca puede ser condenado con respeto a la muerte de Akai Gurley, y sigue actualmente empleado con la policía de Nueva York.
“Dijiste que fue un accidente, pues ¿porque no le diste RCP ni le aplicaste presura al herido?” preguntó la Sra. Petersen. “Le quitaste la vida de un inocente, y ahora no quieres contestar por el hecho. ¿Qué harías si fuese uno de tus sobrinos, hermanos, o primos? ¿O tu mamá? ¿Qué harías?”
A la policía de Nueva York le gustaría llamarle a la muerte de Akai Gurley un accidente, pero el entrenamiento del Oficial Liang que le enseño amartillar no fue un accidente. Además hay varios factores sistemáticos que contribuyen a la imposibilidad de decir que la muerte de Akai Gurley fue un accidente. Hasta el año pasado, sacaron más de $75 millones al año de los ya recortados presupuestos de la vivienda pública para pagar la policía de Nueva York, esencialmente cobrando una doble impuesta a los residentes de la vivienda pública para que la policía hiciera la clase de patrulla vertical que estaban haciendo cuando mataron a Akai Gurley. Por veinte años, quitaron esos millones de los presupuestos de la vivienda pública para pagarle a la policía, y es dinero que debe haber pagado los mantenimientos. Entonces, algo de esos millones que fueron para los presupuestos policiales puede haber reparado el ascensor dañado que hizo que Akai Gurley y su novia tomaran la escalera desde la séptima planta o puede haber reparado las luces dañadas en la escalera.
Marquis Jenkins del grupo Cop Watch (“Vigila a la policía”) ha estado activamente involucrado con el caso de Akai Gurley por el último año. Jenkins explicó a Liberation News:
“Yo me crie en la vivienda pública, pues yo sé cómo es estar en casa y estar acosado por la policía. Akai Gurley fue acosado, y también fue matado en su propio hogar, sin hacer nada mas que bajar por la escalera en vez del ascensor. Pues ahora es un peligro vivir en la vivienda pública. Es un peligro, y nos agarran simplemente por ser pobres. Pues ya me cansé de perder nuestros familiares, nuestros seres queridos, nuestros amigos, nuestros vecinos a las acciones insensatas de la policía, quienes vienen a nuestros hogares y violen a nuestros derechos, nuestra cultura, y nuestra libertad de vivir.”
Los manifestantes marcharon por las cuadras de Brooklyn que rodean los Pink Houses, dejando la acera para tomar las calles, gritando, “Manos para arriba, lo hacemos para Akai!” y la canción “Alright” del rapero Kendrick Lamar. Los andamios que rodeaban los edificios fueron una muestra más de los mantenimientos atrasados en la vivienda pública.
La muerte de Akai Gurley viene en un momento cuando el movimiento Black Lives Matter (“Las Vidas Negras Importan”) y las rebeliones, como aquellas en Ferguson para Mike Brown y en Baltimore para Freddie Gray, han traído nueva atención a los asuntos graves de la violencia policial en contra de hombres y mujeres afrodescendientes. En los Estados Unidos, la policía ya mató a más de 1.000 personas en el año 2015. Las víctimas de los asesinatos policiales son desproporcionadamente afrodescendiente, y las personas afrodescendientes matadas por la policía son dos veces más probables de estar desarmados – como estuvo Akai Gurley.
“La madre del Oficial Peter Liang dice que está preocupada porque a su hijo ahora le cuesta pagar su deuda estudiantil,” Sra. Petersen dijo a Liberation News. “Akai Gurley no va a poder hacer nunca ninguna cosa que su hijo puede hacer.”
El juicio para condenar al Oficial Peter Liang y la policía de Nueva York será el 7 de enero, 2016. Ya es el momento para exigir justicia para Akai Gurley y para todas las vidas robadas por la violencia racista policial. Para más información sobre como involucrase con el movimiento, llame al ANSWER Coalition 212-907-7118.