El 23 de junio, casi todos los países del mundo votaron para exigir el fin del bloqueo estadounidense a Cuba en la sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Condenaron el estrangulamiento que el gobierno de Estados Unidos ha tenido sobre la economía y el pueblo cubanos desde la década de 1960. De los 189 países presentes, solo dos, Estados Unidos y su estado cliente del apartheid, Israel, votaron a favor del bloqueo. Tres países se abstuvieron y la totalidad de los otros 184 países votaron a favor de condenar el bloqueo.
Representantes de muchos países hablaron en defensa del derecho del pueblo cubano a vivir libre de la crueldad imperial, entre ellos México, Namibia, Rusia, China, Sudáfrica, Vietnam y Venezuela. Venezuela también es blanco de un feroz bloqueo estadounidense. Esta votación está en consonancia con la tendencia de casi 30 años de la Asamblea General de la ONU de aprobar abrumadoramente resoluciones contra el asedio inhumano e ilegal de Cuba por parte de Estados Unidos. Envía un mensaje claro de que el mundo entero reconoce el derecho de Cuba a ser parte de la economía global como nación soberana.
Como dejó claro el canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, en su informe oficial, el impacto que tiene el bloqueo en el pueblo cubano no puede ser subestimado. Esta política atroz y brutal no solo afecta las interacciones entre Estados Unidos y Cuba, sino que también penaliza a otros países por comprometerse con Cuba. Esto incluye prohibir que los barcos que han atracado en puertos cubanos ingresen a puertos estadounidenses, permitir que las entidades estadounidenses demanden a cualquiera que haga negocios con empresas cubanas que anteriormente eran propiedad de los Estados Unidos y permitir que Estados Unidos multa a los bancos europeos por aceptar transacciones de Cuba, lo que resulta en multas de miles de millones de dólares.
Estas políticas hacen que sea inmensamente difícil para Cuba interactuar económicamente con el resto del mundo. Esto tiene impactos reales y tangibles en la vida del pueblo cubano. Poder participar en el comercio es un factor decisivo en el acceso a alimentos, medicinas, tecnología, recursos educativos y divisas. En estas áreas y más, el bloqueo de Estados Unidos limita severamente los recursos que el gobierno y el pueblo cubano pueden obtener. El bloqueo le ha costado a la economía cubana más de un billón de dólares en pérdidas, un billón de dólares que podría haberse gastado en financiar sus programas de atención médica, vivienda y educación gratuitas, asistencia médica mundial y más.
Para la gente dentro de los Estados Unidos, la solidaridad internacional puede jugar un papel decisivo en la derrota del bloqueo. Las iniciativas recientes incluyen las caravanas de automóviles y las manifestaciones del 30 de mayo organizadas por una amplia gama de grupos en solidaridad con Cuba, incluida la Coalición ANSWER y el Comité de Solidaridad Cuba y Venezuela.
Otra iniciativa importante es la campaña Jeringas por Cuba del Comité de Solidaridad entre Cuba y Venezuela. Esta campaña busca contrarrestar algunos de los efectos del bloqueo sobre los suministros médicos esenciales y ayudar a que los profesionales médicos cubanos lleguen jeringas para que puedan vacunar a su pueblo contra el COVID-19.
La votación de las Naciones Unidas puso en primer plano la crueldad del bloqueo estadounidense a Cuba. El mundo seguirá de pie y luchando en solidaridad con el pueblo cubano hasta que termine el bloqueo.
