El 2 de marzo, la agencia Associated Press, una fuente de noticias a nivel internacional cuyos artículos llegan a millones de lectores diarios, tomó una decisión histórica al eliminar el uso de la palabra “ilegal” para describir a una persona cuya migración a un país no estaba autorizada.
Mientras que la acción de la persona puede ser considerada “ilegal”, los individuos mismos no son “ilegales.” El mismo anuncio es un producto de la lucha cada vez más visible de los trabajadores inmigrantes, y llega en un momento histórico en el cual el movimiento de los inmigrantes se revitaliza.
El movimiento de 2006 vio salir a los inmigrantes indocumentados de las sombras y proclamar desafiantemente: “No somos criminales “. El lema “Ningún ser humano es ilegal” se extendió rápidamente a través del movimiento. Las campañas de los “Dreamers” (Los soñadores) y la de “Sin papeles y sin miedo” han mantenido el fuego encendido, y el tema en los medios de comunicación, aun cuando el movimiento de masas ha disminuido. Estos jóvenes demostraron gran valentía, arriesgando su propia deportación en actos de desobediencia civil, y ayudó a poner un rostro humano a las comunidades que los políticos y los medios de comunicación desde hace mucho tiempo se refieren como “ilegales”.
Aunque todavía queda mucho trabajo por hacer, la decisión de AP de cambiar su formulación es una indicación del efecto que los movimientos pueden tener en la conciencia popular. Del mismo modo, las encuestas de salida de las elecciones de 2012 mostraron un mayor apoyo a la legalización de los inmigrantes indocumentados que en los años anteriores. La lucha contra la etiqueta de “ilegal” ha contribuido en gran parte de esto.
Los derechos civiles y los movimientos de liberación negra, junto con el movimiento de mujeres y personas LGBT, pasaron por procesos similares, empujando por una terminología más digna en el uso popular, desafiando la intolerancia implícita de los términos antiguos.