Foto: Ciudad de Gaza después de un ataque aéreo israelí el 9 de octubre del 2023. Crédito: Wikimedia Commons
En este momento crítico, Estados Unidos y otros países occidentales amenazan con asfixiar aún más al pueblo palestino al bloquear el financiamiento de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA, por su sigla en inglés). Estos países son directamente culpables del genocidio israelí en Gaza.
Los últimos datos del Ministerio de Salud de Gaza revelan una cifra desgarradora de casi 27,000 palestinos y palestinas asesinados (10,000 de estos niños) tras los atroces ataques genocidas de Israel desde el lanzamiento de la Operación Inundación de Al-Aqsa el 7 de octubre. Esto significa que casi 1 de cada 100 palestinos y palestinas muertos en los últimos cuatro meses. Los ataques criminales de Israel también están creando condiciones cercanas a la hambruna en toda la Palestina histórica, donde más de medio millón de personas en Gaza enfrentan una “hambruna catastrófica”.
Francesa Albanese, relatora especial de la ONU para Cisjordania y Gaza, describió las sanciones como “un castigo colectivo a millones de palestinos y palestinas en el momento más crítico”.
La UNRWA se estableció para satisfacer las necesidades básicas del pueblo palestino
La UNRWA fue creada el 8 de diciembre de 1949 por la Asamblea General de la ONU después de la Nakba de 1948, donde 700,000 palestinos y palestinas fueron expulsados de sus tierras tras la creación de Israel. La agencia fue creada específicamente para apoyar a los desposeídos y se convirtió en una agencia permanente desde que Israel rechazó el derecho del pueblo palestino a regresar y continuó su agenda de expulsión sistemática.
Aunque muchos palestinos suelen criticar con razón a las agencias de la ONU y a las ONG por intentar despolitizar su lucha, la UNRWA ofrece servicios cruciales a los refugiados en ausencia de infraestructura y servicios críticos. La UNRWA presta servicios a los palestinos en Gaza, Cisjordania, Siria, el Líbano y Jordania, en esencia satisfaciendo las necesidades de casi 6 millones de refugiados registrados a través de escuelas, centros de salud primaria y otros servicios sociales. En el 2021, casi 500,000 niños y niñas estaban matriculados en escuelas de la UNRWA y 1.7 millones de personas recibieron ayuda humanitaria crítica. La UNRWA también era el mayor empleador en Gaza, y empleaba a más de 13,000 personas, en su mayoría de Palestina, en toda la franja.
Como principal proveedor de asistencia humanitaria en Palestina, el cese de las operaciones de la UNRWA tendrá ramificaciones desastrosas para el pueblo palestino que ya está sufriendo en condiciones impensables creadas por los ataques genocidas de Israel. Este es un hecho bien comprendido por funcionarios israelíes de derecha como Netanyahu, que han promovido durante mucho tiempo el cierre de esta agencia. Su objetivo es asfixiar al pueblo palestino y crear condiciones lo suficientemente terribles como para que abandonen la tierra, allanando el camino para la culminación del proyecto sionista etnonacionalista de Israel.
Haytham Abdo, líder del Frente Popular para la Liberación de Palestina, ha declarado que los ataques contra la UNRWA se deben a que la agencia es “testigo de la [crisis] de refugiados palestinos”.
Nuevos ataques contra la UNRWA
Israel retomó sus ataques contra la UNRWA inmediatamente después de que la Corte Penal Internacional encontrara pruebas plausibles de que Israel estaba cometiendo un genocidio contra el pueblo palestino. El fallo provisional de la Corte Internacional de Justicia no solo ordenó a Israel que previniera actos de genocidio en Gaza, sino que también instó a Israel a “permitir la prestación de servicios básicos y asistencia humanitaria que se necesitan con urgencia para abordar las condiciones adversas de vida que enfrenta el pueblo palestino en la Franja de Gaza”.
En lugar de centrarse en las conclusiones condenatorias y el caso sólido argumentado por el equipo legal sudafricano, los principales medios de comunicación corporativos inmediatamente cambiaron su enfoque de los crímenes de Israel.
Israel publicó un expediente acusando falsamente a 12 trabajadores de la UNRWA de participar en la contraofensiva de la Resistencia Palestina del 7 de octubre, además de alegar sin fundamento que 190 trabajadores tenían vínculos con Hamás o la Yihad Islámica. Desde entonces, Estados Unidos, el Reino Unido, Australia y otros países europeos han suspendido la financiación de la UNRWA basándose en esta evidencia poco convincente ofrecida por el aparato de inteligencia israelí.
Otros países, sin embargo, como España, Irlanda y Noruega han expresado su apoyo a seguir financiando la UNRWA, rompiendo con el consenso proimperialista en este asunto.
Philippe Lazzarini, director de la UNRWA, dijo que era “inmensamente irresponsable sancionar a una agencia y a toda una comunidad a la que sirve debido a acusaciones de actos criminales contra algunos individuos”. Desde el 7 de octubre, Israel ha matado a 150 trabajadores y trabajadoras de la UNRWA, la mayor cantidad de víctimas del personal de la ONU en la historia.
Fuentes internas revelan que la inteligencia israelí se basa en confesiones forzadas extraídas por la tortura de palestinos y palestinas que fueron detenidos el 7 de octubre. Esto significa que estos países no solo han sido directamente cómplices al continuar financiando a Israel, sino que ahora están negando activamente a millones de palestinos y palestinas alimentos y asistencia humanitaria básica, solo porque Israel lo dijo ignorando pruebas irrefutables de genocidio. Si bien la administración Biden se ha demorado en condenar las atrocidades israelíes, fue descaradamente rápida al castigar colectivamente a al pueblo palestino.
Israel tiene un oscuro historial de atacar a trabajadores de agencias humanitarias con falsas acusaciones de vínculos con la Resistencia Palestina. Incluso en el 2016, la ONU sonó la alarma sobre el trato de prisioneros palestinos en cárceles israelíes, que equivale a tortura. Por lo tanto, está claro que Israel está haciendo todo lo posible para distraer al mundo de sus actos de genocidio, y los países occidentales están ayudando a Israel con ello.
Este es un genocidio de los Estados Unidos e Israel
Las condiciones actuales en Palestina han sido descritas como una de las peores catástrofes humanitarias con niveles de sufrimiento incomparables. Israel no solo ha lanzado un nivel inhumano de bombardeos y encarcelamiento contra un pueblo que ha estado bajo asedio por más de 70 años, sino que está impidiendo activamente que les llegue ayuda humanitaria. Desfinanciar a la UNRWA solo aumentará esta devastación y revela el papel activo que los Estados Unidos y otros gobiernos occidentales están desempeñando en el genocidio israelí.
Está claro que estos gobiernos solo defenderán sus propios intereses, incluso ante evidencia de genocidio. Por eso no podemos confiar en que nuestro gobierno le ponga fin a esta masacre: la liberación de Palestina se logrará gracias a la firmeza del pueblo palestino, respaldado por un movimiento organizado de solidaridad internacional.