Los innumerables millones de personas que están en las calles hoy celebrando el Día Internacional de las y los Trabajadores están luchando contra un sistema capitalista mundial que cada año se vuelve más sanguinario. El feriado de hoy lo establecieron personas que querían terminar de una vez por todas con la explotación de las y los trabajadores a mano de sus jefes, y acabar con todos los tipos de opresión a las que la clase trabajadora ha sido sometida. El 1o de mayo se trata de culpar al sistema, y la vida bajo este sistema, que se ha vuelto aún más invivible este año.
La violencia siendo infligida en contra del pueblo Gaza a mano del régimen israelí y la administración Biden es indescriptible. Hoy en día, han matado a más de 35,000 personas en un genocidio financiado por el gobierno estadounidense usando el dinero que viene de nuestros impuestos. Ahora, los políticos en el congreso y Joe Biden se han puesto de acuerdo en mandar aún más dinero–más de 14 mil millones de dólares para enriquecer aún más a los ejecutivos de la industria de armas y proporcionar nuevas armas a los asesinos en el ejército israelí.
La mayoría de la población de Gaza ha sido forzada a huir a la pequeña área de Rafah, que es de la mitad del tamaño de San Francisco. Israel está amenazando con usar su arsenal suministrado por los EE.UU para lanzar una invasión total de Rafah. Mientras tanto, las y los palestinos se mueren de hambre bajo un asedio israelí asfixiante.
Mientras se comete este crimen histórico, el sistema nos presenta dos opciones en la elección presidencial que a la mayoría de las y los trabajadores le provoca náuseas: Joe Biden o Donald Trump. Ellos son dos de las figuras más impopulares en el país, y ambos tienen una larga historia de servicio leal a la clase de multimillonarios. Mientras fue presidente, Trump redujo los impuestos para los más ricos y para las empresas por dos billones de dólares, recortó los reglamentos de salud y seguridad que sirven para proteger a las y los trabajadores y sus comunidades, e instaló jueces en la Corte Suprema que eventualmente acabaron con el derecho al aborto y acción afirmativa. Además de sus crímenes en Gaza, Biden prohibió que los ferroviarios hicieran huelga, desperdició más de 100 millones de dólares en la guerra en Ucrania, y abandonó todas sus promesas de mejorar la vida de la población con la expansión de programas sociales.
Esta es la gran “democracia” que según los ricos y los poderosos es la mejor del mundo, Desde una edad temprana nos enseñan que la única manera legítima de hacer cambios es votar en estas elecciones fraudulentas. Hay revolucionarias como Claudia De la Cruz y Karina Garcia que con su candidatura esperan armar una fuerza de oposición en contra del sistema, pero las leyes electorales y los medios están diseñados para hacer muy difícil que cualquier candidata o candidato fuera de los dos partidos compita. Y este año, esos dos partidos del status quo han decidido que los dos candidatos en la elección, serán dos de las personas más odiadas en el mundo.
Mientras los políticos nos sermonean sobre valores democráticos, se está quemando el planeta. El cambio climático se ha acelerado–el 2023 fue el año más caluroso en los registros mundiales, y el 2024 va en camino de ser aún peor. Incendios, huracanes intensos, y otros desastres son más y más frecuentes.
La grán mayoría de los políticos capitalistas no quieren hacer nada al respecto. Es más, este año la “Conferencia de los Partidos (COP por sus siglas en inglés)” que es organizada anualmente por la ONU–que se supone es la conferencia principal dedicada a la lucha contra el cambio climático–fue literalmente presidida por un ejecutivo petrolero. La próxima COP este mismo año también tendrá un ejecutivo petrolero como su presidente.
Todas estas injusticias tienen una raíz común: todo el poder político y económico lo tienen un pequeño grupo de millonarios y multimillonarios. ¿Quienes toman la decisión de hacer una guerra? ¿Quienes son invitados a las reuniones de los donantes en donde se decide quienes son los candidatos viables para la presidencia? ¿Quienes definen la política medioambiental? ¿Quiénes son los dueños de la red eléctrica?
El 1o de mayo es un día para salir a las calles y declarar que la clase trabajadora debería tener el poder. Nuestro trabajo permite que cada aspecto de la sociedad funcione. ¿Entonces por qué no deberíamos nosotros tomar las decisiones en vez de dejarselas a los ultra ricos que no contribuyen nada de valor a la sociedad?
Una revolución es cuando una clase le quita el poder a otra clase. Las revoluciones han pasado durante toda la historia cuando la gente oprimida decide que ya no aguantan vivir bajo la tiranía de sus opresores. Nadie puede predecir qué forma tendrá una revolución, pero queda claro que solamente la clase trabajadora puede transformar la sociedad. En el Día Internacional de las y los Trabajadores, y todos los días, nos dedicamos a avanzar hacia esa transformación.
