La lucha por el control de nuestros propios cuerpos y sobre nuestros derechos reproductivos continua siendo un asunto obvio para las mujeres. Al menos la mitad de la población femenina en Estados Unidos experimentará un embarazo imprevisto durante su vida. Una en cada tres tendrá un aborto al haber cumplido 45 años de edad.
Son muchos los obstáculos encarando a las mujeres que eligen tener un aborto. El 42% de las mujeres que eligen un aborto, tienen ingresos económicos por debajo de los niveles de pobreza. El 27% tiene ingresos doblemente por debajo del nivel de pobreza—lo cual significa que gana menos de $20,000 por año.
A partir de 2008, 87% de todos los condados en Estados Unidos no han tenido clínicas que proveen servicios de aborto. El 35% de las mujeres de la población de Estados Unidos viven en esos condados. El costo promedio de un aborto en la décima semana de embarazo fuera de un hospital, incluyendo anestesia, equivale a $451.00.
Estas estadísticas no toman en cuenta el rechazo social a que son sometidas las mujeres que eligen tener un aborto.
Una avalancha de leyes en contra del derecho a elegir
Durante la última década hemos visto una ola de ataques en contra de los derechos reproductivos. En 2011 se registraron el mayor número sin precedente de propuestas legislativas en contra de los derechos de la mujer.
Se promulgaron leyes en contra de los derechos reproductivos en 26 estados en 2011, el mayor número desde 1999 y el doble de las que fueron promulgadas en 2010. La Cámara de Representantes aprobó propuestas en contra de los derechos reproductivos ocho veces en 2011.
La más notable propuesta fue la HR 385, el “Acta para Proteger la Vida”, una propuesta modificada de la Enmienda Stupak-Pitts de 2010. Dicha resolución le permitiría a los hospitales que reciben fondos federales, denegar servicios de emergencia que estuvieran relacionados con abortos y que sirvieran para salvar la vida de la persona embarazada. Bajo esa propuesta, los hospitales no estarían obligados a transportar a ese tipo de paciente a otro hospital para poder recibir tratamiento.
La propuesta HR 3, el “Acta para que los Contribuyentes no Paguen por los Abortos”, eliminaría los créditos de impuestos para los centros de trabajo que ofrezcan seguro médico que cubre los servicios de aborto. También instauraría permanentemente la Enmienda Hyde de 1976, la cual prohíbe el uso de fondos federales para cubrir los costos de un aborto y fue agregada al proyecto en el Comité de Gastos de la Cámara de Representantes en el Senado desde que fue originalmente aprobada. Una parte de la HR 3 le permite al Departamento del Tesoro, fiscalizar a las mujeres que han recibido créditos de impuestos relacionados con abortos. Requiere que las personas comprueben que han sido violadas o abusadas sexualmente y que sus vidas corrían peligro.
El 29 de marzo, la Cámara de Representantes de Georgia aprobó un proyecto de ley que contaba con el apoyo del Senado. Dicho proyecto penaliza la comisión de un aborto después la veinteava semana de embarazo, incluyendo en casos de abuso sexual, violación o un feto muerto o mutado genéticamente. La HB 954, “ley de dolor fetal” también conocido como “la ley de mujeres en forma de ganado” es otra repugnante maniobra para eliminar los derechos de la mujer.
El estado de Georgia será el sexto en aprobar esta índole de rigurosos proyectos de ley. El nombre de “ley de dolor fetal” oculta los hechos, que como lo demuestra la ciencia, el feto no se desarrolla neurológicamente ni siente dolor hasta 24 semanas después del embarazo; y es más probable que no sea hasta 28 semanas después del embarazo.
Negando el acceso de anticonceptivos para las mujeres trabajadoras
La Ley de Cuidado Médico Accesible de 2010, originalmente hacia una excepción para que las iglesias y templos de oración no brindaran la cobertura de anticonceptivos. Obama había anunciado que se le permitiría a las escuelas, universidades y hospitales con afiliaciones religiosas rehusar darles a sus empleados seguros médicos que cubrieran los gastos de anticonceptivos. En dichos casos, a las compañías de seguro medicó se les requerirá que ofrezcan ese tipo de cobertura directamente a los empleados sin recargos adicionales.
Luego llegó la Enmienda Blunt, la cual hubiera permitido que no solamente los grupos religiosos, pero cualquier empresario con objeciones morales pudiera rehusar los requisitos de cobertura.
La Enmienda Blunt fue derrotada el 31 de marzo en el Senado por un escaso margen de 51 a 48 votos. Uno puede preguntarse cuál hubiera sido el resultado de los votos si no hubiera tomado lugar simultáneamante con la descaradamente sexista audiencia del Congreso el control natal. Dicha audiencia fue presenciada solamente por hombres.
Durante la audiencia, el comité rehusó escuchar a Sandra Fluke, una estudiante graduada de la Universidad de Georgetown (una escuela católica), hablar de su experiencia. Después del evento, Rush Limbaugh atacó verbalmente a Sandra Fluke de la manera más ofensiva que se pueda imaginar; lo cual generó una oleada de apoyo en defensa de las mujeres.
Los ataques en contra de Planned Parenthood
Otra grave agresión en contra de los derechos de la mujer son los ataques en contra de la institutión Planned Parenthood (Planificación Familiar) ya que el gobierno federal debate recortar los fondos económicos destinados a dicha organización. Cada año Planned Parenthood brinda servicios a 5 millones de personas en todo el país, los servicios incluyen cientos de miles de exámenes de cáncer del seno y útero. A la misma vez brindan diferentes dispositivos de control de nacimiento a 2.5 millones de personas.
Mientras Planned Parenthood se encontraba “bajo investigación” para determinar si habían utilizado fondos federales para brindar abortos, la famosa fundación de beneficencia contra el cáncer, Susan G. Komen Foundation, puso en marcha una “nueva política” para excluir de fondos económicos a toda organización que esté bajo investigacion. Las donaciones económicas de Komen para Planned Parenthood durante los últimos cinco años han servido para brindar 170.000 exámenes de cáncer del seno y la asistencia para obtener 6.400 exámenes de mamografía. En su mayoría las mujeres de bajos recursos han accesido estos servicios.
Esa decisión fue revocada debido a la cantidad masiva de voces que se expresaron en su contra.
Solamente un movimiento masivo puede defender los derechos de la mujer
No podemos dejarnos intimidar por la ofensiva en contra de los derechos de la mujer—necesitamos alzarnos y luchar. Bajo el presente sistema económico, la salud de la mujer depende de la “generosidad” de fundaciones del sector privado. Los derechos de la mujer son utilizados como artículos de mercancía y los politiqueros del partido Demócrata solamente los defienden cuando pueden ser utilizados para avanzar sus carreras políticas.
La decisión histórica de la Corte Suprema de los Estados Unidos, Roe v. Wade no se llevó a cabo porque el Juez Warren Burger—el conservador nombrado por Nixon—sientió golor repentinamente por todas las mujeres que murieron por los abortos ilegales. Tampoco sucedió porque los Demócratas llegaron a la presidencia. Dicha decisión fue el resultado del poderoso movimiento de la mujer que era parte del aun más grande movimiento por los derechos civiles y las luchas de liberación que crecieron fuertemente en los años 60 y 70s.
Los derechos reproductivos de la mujer no simplemente son otorgados bajo el sistema capitalista. Esos derechos pueden ser desmantelados una y otra vez. Es de esta manera que se generaron nuevos ángulos de ataque, justamente cuando las fuerzas reaccionarias comenzaron sus ataques en contra de Roe v. Wade a mediados de los años 70s.
Las mujeres tenemos una necesidad de cuidarnos a si mismas y a nuestras familias. Necesitamos empleos seguros, educación de calidad, vivienda accesible, entornos seguros y cuidado médico accesible y comprensivo. El cuidado infantil debería ser gratuito y completamente disponible. Nosotros en el PSL luchamos por el derecho de la mujer de controlar incondicionalmente su propio cuerpo. Las mujeres tenemos el derecho de obtener un aborto cuando lo necesitamos y tener la opción del anticonceptivo, como también al cuidado prenatal de calidad si elegimos dar a luz.