El Partido por Socialismo y Liberación condena los ataques horrorosos de civiles inocentes en los días y semanas recientes en Paris, Beirut, Ankara, Latakia y del avión ruso sobre la península Sinaí. El llamado Estado Islámico (EI) ha tomado responsabilidad por los ataques terroristas. El Estado Islámico es totalmente reaccionario y es un variante del fascismo.
El EI ha estado matando a los sirios en los últimos cuatro años. La mayoría de sus víctimas son musulmanes.
El EI, que ahora controla gran parte de Siria e Irak en su llamado “califato,” es un vástago de Al-Qaeda en Irak. Al-Qaeda en Irak no existía antes de que George Bush y Dick Cheney ordenara la criminal y no provocado invasión y ocupación de Irak que derrocó al gobierno baasista laico de Saddam Hussein.
Tampoco existía el EI en Siria antes del 2011, cuando los Estados Unidos, Francia, Inglaterra y sus aliados reaccionarios de Turquía, Arabia Saudí y Qatar movieron miles de millones de dólares en fondos y armas a grupos armados (incluyendo el EI y Al Qaeda) quienes combatían para tumbar al gobierno baasista laico de Bashar al Assad. La guerra civil, financiada por el imperialismo, costó a Siria 250.000 vidas, 85.000 de las cuales fueron miembros del ejército sirio. Hasta que el Estado Islámico sorprendió a Estados Unidos con la toma de la ciudad de Mosul en Irak el año pasado, el gobierno estadounidense nunca hablaba de la amenaza del EI y sólo condenó al Presidente Assad, exigiendo que “él tiene que salir”.
En Libia también no hubo presencia del EI hasta que la OTAN, dirigida por los EEUU, Francia e Inglaterra, bombardeó el país despiadadamente hasta destruir el gobierno secular y nacionalista de Muamar al Gaddafi en 2011. El asesinato de Gaddafi fue el proyecto personal de la ex secretaria de estado Hillary Clinton.
Es imprescindible contar la verdad básica: fue la política imperialista de los Estados Unidos y los poderes occidentales que crearon el caos en el Medio Oriente. El caos ha sido tierra fértil para el ascenso del EI. También fueron la OTAN y sus aliados que dieron a Al Queda y al EI fondos y armas. Esto estaba “bien” mientras mataban a miembros del ejército sirio y sus partidarios. El EI nunca fue un problema en la prensa occidental mientras luchaban para derrocar al gobierno de Assad en Siria.
George W. Bush, Dick Cheney, Donald Rumsfeld y Hillary Clinton fueron los defensores irresponsables de la guerra y agresión que ahora han abierto las puertas al infierno para los pueblos del Medio Oriente y el mundo entero. ¿Se encontrarán a ellos culpables por los cientos de miles de iraquíes que fueron matados? ¿O será la nueva masacre en Paris un pretexto para satanizar otra vez a los musulmanes y árabes en la próxima ronda de agresión en el exterior y para destruir las libertades civiles en el interior?
Aunque el presidente francés Francois Hollande declara su determinación de defender al pueblo de su país, es precisamente la política extremadamente agresiva y militarista, la que ha contribuido principalmente a la crisis actual.
Al contrario, en vez de admitir esa realidad, mucha de la prensa capitalista en Francia, en los Estados Unidos y en otras partes ya está envuelta en una campaña racista, haciendo blanco de las comunidades árabe y musulmán en Francia, y en contra de los refugiados huyendo del caos causado por el imperialismo en Siria. Es esa misma prensa que hace énfasis en su cobertura periodística de las personas occidentales, víctimas del terrorismo, mientras tratan a las víctimas árabe y musulmán como cifras anónimas.
En los Estados Unidos, varios de los candidatos republicanos para la presidencia han respondido con una nueva ola de militarismo extremista, de odio anti-musulmán y opiniones teocráticas, exponiendo su fanatismo y chovinismo. Ahora quieren prohibir a los refugiados sirios entrar al país, cuya mayoría se huyó del EI. El periodista y autor árabe-americano, As’ad Abu-Khalil, escribió sobre los ataques en Francia: “Igual como el EI y Al-Qaida trajeron el terrorismo al seno del Occidente, los gobiernos occidentales también han exportado la muerte y destrucción al Medio Oriente y a África del Norte: desde Mali a Libia a Egipto a Sudán a Somalia a Siria a Irak a Pakistán a Afganistán. El terrorismo ha sido infligido al pueblo en esos países por el terrorismo del EI y Al-Qaeda, y por las bombas, misiles y drones de los gobiernos occidentales”.
Khaled Barakat, un vocero para la Campaña Internacional por la Libertad de Ahmad Sa’adat, dijo en una entrevista con el departamento de información del Frente Popular por la Liberación de Palestina: “La responsabilidad por la masacre atroz que se realizó anoche en Paris, que costó la vida de por lo menos 120 personas inocentes, descansa principalmente con el colonialismo, el imperialismo y las fuerzas asesinas y criminales “takfiri,” y particularmente con los Estados Unidos, el Estado francés y sus títeres reaccionarios en la región … la ultra-derecha fascista y el enemigo sionista son los únicos que se benefician de este crimen nefasto, que resulta en una ganancia para ellos mismos. Los árabes y en particular los palestinos son y siempre serán los que pagan el precio del ataque que se realizó en Bourj al-Barajneh en el sur de Beirut contra la gente inocente, y de esos ataques en Paris, igualmente contra civiles”.
El Partido por Socialismo y Liberación exige el fin de las guerras de EEUU/OTAN en el Medio Oriente. Los sentimientos genuinos de tristeza y revulsión a las masacres en Paris, Beirut y en otras partes no deben ser pretexto para nuevos asaltos a los refugiados, a las comunidades árabe y musulmán y a las libertades civiles en general.
El Ejército Árabe de Siria, bajo el gobierno de Bashar al-Assad, junto con las fuerzas kurdas de las Unidades de Protección Popular, han sido las fuerzas principales luchando contra el EI en la tierra. Si los gobierno estadounidense y francés fueran realmente comprometidos a derrotar al EI como su máxima prioridad, hubieran estado aliados con estas fuerzas al lado de Rusia, Irán y las fuerzas de resistencia Hezbolá de el Líbano. Esto es lo que los gobiernos EEUU y francés han rehusado hacer hasta ahora. Al contrario, han luchado para reorganizar el Medio Oriente bajo la hegemonía occidental, adoptando una política de cambio de régimen en Irak, Libia y Siria.
El PSL extiende nuestra solidaridad a esas fuerzas en el Medio Oriente que están luchando valientemente para derrotar al EI, y que están trabajando para reconstruir la unidad entre los pueblos, con el objetivo de derrotar la reacción sectaria y el imperialismo.
