Cuba enfrenta una profunda crisis en su sistema eléctrico como consecuencia del brutal y cada vez más severo bloqueo impuesto al país por el gobierno de Estados Unidos. A partir del viernes, Cuba ha estado sufriendo un apagón nacional. Los esfuerzos de emergencia del gobierno han llevado al restablecimiento de la energía en algunas áreas, y se está trabajando incansablemente para continuar mejorando la situación. Pero ese progreso está en peligro por la escasez persistente y los embates del huracán Oscar, que tocó tierra en el este de la isla el lunes.
La principal causa inmediata del apagón es la grave escasez de combustible necesario para operar las plantas eléctricas. Como ha sido el caso durante más de 60 años, el gobierno de Estados Unidos está tratando de retratar las dificultades causadas por el bloqueo como fracasos inherentes a la Revolución Cubana. Pero no es la “mala gestión” o el sistema socialista lo que impide que se importe combustible al país.
Si bien el bloqueo ha estado vigente durante generaciones, la gravedad de la guerra económica estadounidense en la isla a menudo varía de una administración a otra. Como parte de su intensificación de esfuerzos para estrangular a la Revolución Cubana, el sector energético fue uno de los principales objetivos de las 243 nuevas medidas impuestas durante la administración Trump. En 2019, las nuevas medidas se dirigieron a dos empresas cubanas llamadas Cubametales y Panamericana – que eran fundamentales para las compras de petróleo y gas –. Desde entonces, la importación de combustible ha sido una tarea aún más profundamente difícil para Cuba, y el sistema finalmente llegó a un punto de quiebre. Estas medidas impuestas por Trump han sido mantenidas por la administración Biden.
La situación económica también se ve gravemente afectada por la ridícula inclusión del país en la lista del Departamento de Estado de “estados patrocinadores del terrorismo”. El pretexto para esta designación era absurdo, citando el papel de Cuba en el apoyo a las conversaciones de paz entre el gobierno colombiano y los grupos guerrilleros. Es aún más irónico ahora que el gobierno de Estados Unidos ha armado al régimen terrorista más grande del mundo, Israel, mientras lleva a cabo un genocidio contra el pueblo palestino. Al igual que las 243 medidas adicionales que endurecieron el bloqueo, la designación de “patrocinador del terrorismo” fue impuesta por Trump y respaldada por Biden.
La cruel guerra económica contra Cuba tiene como objetivo hacer la vida imposible para el pueblo cubano e idear una situación que conduzca al derrocamiento de la revolución y su proyecto socialista. No hay límite para la cantidad de sufrimiento que el gobierno de EE. UU. está dispuesto a imponer a la población para devolver al país a su antiguo estatus de colonia de facto de Washington y Wall Street. ¡Depende de las personas de conciencia en el corazón del imperio aumentar la presión sobre la administración Biden para revertir las 243 medidas de la era Trump, cancelar la designación de “estado patrocinador del terrorismo” y poner fin al bloqueo de una vez y por todas!
