Peltier emitió la siguiente declaración desde su celda de prisión para conmemorar el 48 aniversario de su injusto encarcelamiento. Para conocer de qué se trata su caso, haga clic aquí.
Saludos a mis amigos(as), simpatizantes, seres queridos(as). Sé que probablemente he dicho esto, o cosas como esta, muchas veces. Cada vez que lo digo, es tan sincero como la primera vez. Desde el fondo de mi alma, les agradezco su apoyo. Vivir aquí, año tras año, día tras día, semana tras semana, juega con tus conceptos del tiempo y el cómo procesas tus pensamiento más de lo que puedan imaginar.
Todos los días, tengo que decir una oración por la mañana, para mantener mi espíritu y el espíritu de nuestra gente.
Las luchas del Movimiento Indígena Americano, que son las luchas de todos nosotros(as), nunca han terminado para mí. Continúan, semana tras semana, mes tras mes, año tras año.
Cuando hablo a veces pienso que quizás puedo ser demasiado sensible, pero mi amor por mi pueblo y el amor que me han mostrado los/las seguidores(as) a lo largo de los años es lo que me mantiene con vida. No leo sus cartas con mi intelecto. Los leo con el corazón.
Mi encarcelamiento es solo otro ejemplo del trato y las políticas a las que se han tenido que enfrentar nuestro pueblo desde la llegada de los primeros europeos. Solo soy un hombre común y vengo de una sociedad que vive y deja vivir, como toda nuestra gente. Y, sin embargo, hemos tenido que vivir en un estado de supervivencia desde que Colón desembarcó.
No hay nada sobre mi caso ni nada sobre la Constitución, que no es más que un tratado entre el pueblo estadounidense y el gobierno, que justifique mi continuo encarcelamiento.
Históricamente han encarcelado o asesinado a nuestro pueblo tomado nuestras tierras y recursos. Cada vez que la ley estuvo a nuestro favor, ignoraron la ley o cambiaron la ley para beneficiar su agenda política.
Después de haber obtenido lo que querían una generación más tarde algún político se disculpará. Nunca han negociado sinceramente con nosotros(as) a menos que tuviéramos algo que querían y no podían tomar, o fuésemos una vergüenza ante el mundo, o fuésemos algún tipo de oposición. La oposición siempre ha sido la razón dominante para que hagan tratados con nosotros(as). Yo podría seguir y seguir hablando sobre el maltrato a nuestro pueblo y sobre mi caso pero las Naciones Unidas ya lo dijeron.
Que los Estados Unidos me ha tenido encerrado porque soy nativo americano. Lo único que realmente me hace diferente de otros indígenas americanos(as) que han sido maltratados(as), se les han quitado tierras o han sido encarcelados(as) por nuestro gobierno, es que todo es un asunto de expediente judicial en mi caso. La violación de mis derechos Constitucionales ha sido probada en la corte. La fabricación de cada pieza de evidencia utilizada para condenarme ha sido probada en la corte.
La propia Organización de las Naciones Unidas compuesta por 193 naciones, ha pedido mi liberación señalando que soy un preso político. En mi caso al ser yo un preso político no se requiere de un intercambio de presos. El intercambio que se necesita realizar es de su política de injusticia hacia una política de justicia.
No importa cuál sea su color y etnia. Negro, rojo, blanco, amarillo, marrón: si me lo pueden hacer a mí, se lo pueden hacer a ustedes. La Constitución de los Estados Unidos pende de un hilo. De nuevo.
Quiero decir, de corazón a su corazón, muy sinceramente: hagan lo mejor que puedan para educar a sus hijos(as). Enséñenles a defenderse física, mental y espiritualmente. Denles a conocer nuestra historia. Enséñenles a plantar un bosque de alimentos o cualquier planta que les proporcione en un futuro.
Nuevamente, de mi corazón al suyo, planta un árbol para mí.
En el espíritu de Crazy Horse.
Doksha,
Leonard Peltier