Foto: BioCubaFarma
Con una organización impresionante, Cuba completó la primera semana de pruebas de la Fase 3 de su vacuna “Soberana02”. El diario Granma informa que a casi 5.000 voluntarios entre 19 y 80 años se les administró la vacuna Soberana02. Unos 85.000 voluntarios en total en las provincias de La Habana, Guantánamo y Santiago de Cuba serán vacunados con Soberana02. Hay otras cuatro vacunas cubanas en diversas etapas de desarrollo, siendo Abdala la siguiente en la lista.
A pesar de las condiciones de bloqueo más severas impuestas por el gobierno de Estados Unidos, las industrias biotecnológica y farmacéutica de Cuba han logrado logros sobresalientes en la campaña para superar el COVID-19. Es gracias a su concentración y coordinación de científicos, médicos y trabajadores de producción, con pleno respaldo del gobierno.
El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, anunció que los 11,3 millones de cubanos serán vacunados en 2021. Y Cuba planea producir 100 millones de vacunas para compartir con el mundo, la forma en que ha compartido a sus médicos y enfermeras durante casi 60 años. Durante la crisis de COVID, 43 países se han beneficiado de la ayuda de los médicos cubanos.
Proeza científica a pesar del bloqueo
Durante más de un año, Cuba ha sufrido una importante pérdida de ingresos por el cierre de su industria turística en su campaña para prevenir la propagación del virus. Sin embargo, desde el comienzo de la pandemia, el gobierno, el sistema de atención médica y la sociedad en general trabajaron juntos para educar y mantener restricciones para prevenir la propagación. No hubo debate sobre la necesidad de usar una máscara y la distancia social, el mensaje y la política fueron universales. Como resultado, 380 personas murieron a causa del virus y 63.725 resultaron positivas.
La tasa de muerte de Cuba por COVID-19 es menos del 1% que la de EE.UU. En los últimos cuatro años, la administración Trump firmó más 242 medidas contra Cuba, desde prohibir las remesas de los cubanos en Estados Unidos a sus familias en la isla ($1.500 millones por 700.000 personas en 2019), prohibir los vuelos, bloquear los envíos de petróleo venezolano al país, a trabajar sin descanso para obligar a otros países a no aceptar la ayuda médica de Cuba.
Ninguna de las medidas de bloqueo contra Cuba ha sido revocada por el presidente Biden todavía, a pesar de la severidad de los efectos dañinos del bloqueo para la economía y las personas.
De la adversidad a una potencia biotecnológica
La biotecnología y la ingeniería genética de Cuba que han llevado a la práctica cinco vacunas no surgieron espontáneamente. Comenzó en 1980 con una iniciativa audaz liderada por el líder revolucionario de Cuba, Fidel Castro, y la histórica industria nacional del cuidado de la salud de la Revolución.
La industria de la biotecnología de Cuba nació en las profundidades del Período Especial de la década de 1990, cuando la producción del país cayó un 34,5% entre 1989 y 1993. Debido al giro a la derecha de la Unión Soviética bajo Mikhail Gorbachev, justo antes de su desaparición en diciembre de 1991, 85% de las importaciones a Cuba con el campo socialista de la URSS y Europa del Este se cortó prácticamente de la noche a la mañana. Cuba se embarcó en un impulso económico masivo en busca de nuevas fuentes de ingresos e innovación científica.
El líder histórico de Cuba, Fidel Castro, propuso un proyecto científico que rápidamente se convirtió en las instituciones cubanas de biotecnología e ingeniería genética. Con la intensificación del bloqueo estadounidense por la ley Torricelli de 1992, y más tarde la ley Helms-Burton de 1996, Cuba respaldó a los científicos e investigadores para crear innovación científica que también proporcionaría una fuente esencial de ingresos.
El Dr. Manuel Raíces Pérez Castañeda explicó esta historia a una delegación estadounidense cuando visitamos el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) en La Habana a fines de 2017.
“Comenzó en 1980, cuando el Dr. R. Lee Clark, un famoso oncólogo estadounidense que realizaba investigaciones de vanguardia con interferón para ciertos tipos de cáncer, dio una conferencia sobre su trabajo en Cuba. Fidel pidió una reunión con él y convenció al Dr. Clark de que aceptara a dos científicos cubanos en sus instalaciones en Houston, Texas, para entender el Interferon”. Clark fue el fundador del renombrado M.D. Anderson Cancer Center en Houston.
El Dr. Raíces continuó: “Cuando los científicos regresaron de Houston, Fidel les preguntó cómo produce Dr. Clark el Interferón. Dijeron: ‘Comandante, no lo produce. Tiene un amigo en Finlandia que le envía el Interferón que necesita.’ La semana siguiente en Helsinki, el embajador cubano entregó a la doctora finlandesa, Kari Cantell, una carta de Fidel preguntándole si aceptaría que médicos cubanos vinieran a Finlandia por dos meses.
“Cuando regresaron, Fidel les mostró una instalación que ordenó construir para su investigación y comenzaron al día siguiente. Su primer lote de interferón se envió a Finlandia. Dr. Cantell comentó que era de muy buena calidad. El primer centro de investigación cubano comenzó en 1982. En 1983, Cuba se convirtió en el cuarto país del mundo en desarrollar la ingeniería genética”.
El éxito del notable desarrollo de la vacuna COVID de Cuba es su “estrategia de ciclo cerrado, con instituciones totalmente integradas desde la investigación hasta el seguimiento pos comercialización”. En lugar de la competencia brutal e individualista en los Estados Unidos, donde la gente de Nueva York que investiga no habla con la de California, tenemos una colaboración nacional. En Cuba, la primera prioridad no es ganar dinero sino tener un impacto social. La única competencia es una carrera para mejorar la condición de la humanidad”.
El socialismo cubano es la prueba de que solo un sistema de salud y ciencia no motivado por el lucro es capaz de lograr lo que Cuba con orgullo proclama al mundo, su vacuna Soberana 02, con más avances por venir. Es por eso que debemos organizarnos y luchar contra el bloqueo genocida de Estados Unidos en los Estados Unidos y en todo el mundo.