Por vigésimo sexta semana consecutiva, el Departamento de Trabajo publicó estadísticas de empleo semanales que muestran una pérdida masiva de puestos de trabajo. Un poco más de 1,5 millones de personas solicitaron beneficios por desempleo durante la última semana: 860.000 a través del programa tradicional y 659.000 a través del beneficio de asistencia por desempleo pandémico recién creado. El desempleo se ha disparado durante seis meses seguidos como consecuencia del rechazo del gobierno de los EE.UU. a brindar la asistencia que se necesita, de forma urgente, por parte de la clase trabajadora durante la pandemia del coronavirus.
En total, algo menos de 30 millones de trabajadores están inscritos en algún tipo de programa de desempleo. Pero incluso este número no logra captar el alcance total de la crisis del desempleo, debido a la gran cantidad de personas que se han visto obligadas a abandonar la fuerza laboral por completo o se han visto obligadas a trabajar a tiempo parcial debido a la falta de puestos disponibles a tiempo completo.
La situación sigue empeorando debido a la reciente expiración de la mejora de 600 dólares semanales a las prestaciones por desempleo. La orden ejecutiva emitida por la administración Trump solo restaura una parte de este beneficio y fue redactada de forma que su implementación sea altamente compleja.
Mientras tanto, los ultrarricos están acumulando aún más riqueza a un ritmo asombroso. La riqueza combinada de la clase multimillonaria ha aumentado en al menos $637 mil millones desde que comenzó la pandemia. Jeff Bezos, la persona más rica del planeta, tuvo un día particularmente bueno durante el verano: solo el 20 de julio ganó $13 mil millones. El mercado de valores se ha recuperado casi por completo a su récord antes de la pandemia.
El gobierno abandona a la clase trabajadora
En muchos otros países del mundo, incluidos incluso los países capitalistas, la pandemia no ha provocado un desempleo masivo. El Congreso y la Reserva Federal lograron encontrar $4 billones para rescatar a los grandes bancos y corporaciones; ciertamente, podrían obtener el dinero para reemplazar indefinidamente los ingresos de los trabajadores despedidos. Es una decisión política permitir que decenas de millones de trabajadores se vean sumidos en la crisis y la incertidumbre.
Liberation News habló con Yasemin Zahra, un organizador sindical y presidente de Labor Against War and Racism, sobre qué medidas deberían tomarse inmediatamente para aliviar esta crisis. “La extensión de los beneficios por desempleo de emergencia y el Programa de apoyo a la nómina, que expira a finales de septiembre y mantendría a los trabajadores en nómina con salarios y beneficios, es un comienzo”. Zahra añadió, “Otro cheque de estímulo enviado directamente a la gente contribuirá mucho a mantener nuestra economía a flote. Las pequeñas empresas van a la quiebra sin ayuda y los gobiernos locales necesitan ayuda desesperadamente “.
Zahra agregó que se ha vuelto más importante que nunca garantizar los derechos sociales básicos además de los ingresos de las personas, “especialmente durante una pandemia, el mantenimiento de la vivienda es una emergencia de salud pública y requiere cancelar alquileres e hipotecas y brindar protección contra el desalojo”.
A pesar de las promesas vacías de que la economía simplemente se “recuperará” y realizará una rápida recuperación después de que se flexibilicen las medidas de cierre, el nivel de pérdida de empleos semanales apenas se está desacelerando. El capitalismo estadounidense vuelve a mostrar su total incapacidad para brindar una vida digna a la clase trabajadora.
