El mes pasado, una votación bipartidista en la Cámara de Representantes anuló dos leyes de Washington D.C. incluida reformas moderadas del código penal de la ciudad de más de un siglo de antigüedad. Ni la alcaldesa Muriel Bowser ni la mayoría de miembros del Consejo Municipal de Washington, el que está controlado por los demócratas, opusieron resistencia alguna. La lucha del Distrito por su autodeterminación se ha agudizado recientemente con un Congreso controlado por la derecha que está reafirmando su control colonial federal sobre D.C. El pasado jueves, el Presidente Joe Biden debilitó aún más la independencia de DC al anunciar que no vetaría los votos extralimitados del Congreso. Bowser, que está metida en los bolsillos de la clase terrateniente blanca del área metropolitana de Washington D. C. (DMV en inglés), y así como Biden se consideran como defensores de la independencia de D.C., sin embargo, el Partido Demócrata ha demostrado que se niega a defender la soberanía de D.C.
D.C. ganó su autonomía en 1973, tras un siglo de lucha contra el dominio racista y reinado patrimonial del Congreso. Fue por un movimiento popular, inspirado por la lucha contra las políticas raciales apartheid de Jim Crow, el que abrió el camino a una seguidilla de leyes progresistas en los años 70 y 80 e impulsó la lucha por la autonomía hacia la condición de estado independiente, la que estuvo a punto de ganarse.
Bowser y el consejo municipal han fallado sistemáticamente en oponerse al gobierno federal y defender la autonomía de Washington. Cuando Trump envió miles de tropas de la Guardia Nacional para reprimir y acabar con la lucha popular del 2020, ella movilizó voluntariamente a los 2.700 oficiales de la Guardia para asistir al Departamento de Policía Metropolitana a destruir la justa demanda del pueblo de poner fin al terror policial. El mes pasado, volvimos a ver cómo Bowser permitía a la Policía de Parques de EE.UU. desalojar por la fuerza a decenas de residentes de D.C. que estaban acampando en McPherson Square.
No se puede cambiar un estado policial capitalista por otro. Los residentes de D.C. necesitan el tipo de autogobierno que sólo un poderoso movimiento popular de base puede ganar: uno que ponga las necesidades de las y los trabajadores primero, y no las necesidades de los terratenientes especuladores que viven fuera del Distrito. La lucha por la independencia de Washington D.C. históricamente ha sido liderada por un poderoso movimiento revolucionario liderado por la clase trabajadora negra de Washington D.C. Cuando se renueve esta militancia, la lucha por la independencia finalmente tendrá éxito.
