El candidato demócrata a la presidencia, Joe Biden, hizo todo lo posible en el debate de anoche para distanciarse del histórico movimiento de masas contra el racismo y la violencia policial que ha surgido en los últimos meses. A pesar del interminable bombardeo de anuncios de la campaña de Biden que utilizan de manera oportunista imágenes de las manifestaciones de este verano, o las garantías de las organizaciones activistas alineadas con el Partido Demócrata, el propio Biden lo dejó muy claro: está del lado de la policía.
“La gran mayoría de los agentes de policía son hombres y mujeres buenos, decentes y honorables. Arriesgan sus vidas todos los días para cuidarnos”, aseguró Biden a los espectadores del debate en respuesta a una pregunta sobre Breonna Taylor.
Pero Biden admitió que “hay algunas manzanas podridas”. ¿Su solución? “Lo que voy a hacer como presidente de los Estados Unidos es convocar a un grupo entero de personas en la Casa Blanca, desde los grupos de derechos civiles hasta los oficiales de policía, los jefes de policía, y vamos a resolver ese tema”.
Liberation News habló con Kameron Hurt, quien ha estado involucrado en la organización de protestas en Los Ángeles contra la violencia policial racista, para conocer su opinión sobre la cumbre propuesta por Biden, “Cualquier activista serio de Black Lives Matter no va a querer ni quiere sentarse con gente como el corrupto Sheriff Alex Villanueva, quien enfrenta numerosos llamamientos a que renuncie debido a su probable afiliación con bandas policiales dentro del Departamento de Sheriffs de Los Ángeles. No queremos sentarnos con los mismos Sheriffs que intentaron quebrarle la pierna a un manifestante con un escudo antidisturbios esta semana”. Refiriéndose a personas que han sido asesinadas recientemente por policías en Los Ángeles, Hurt agregó: “No queremos tener una cena elegante con los policías asesinos que mataron a Dijon Kizzee, Andrés Guardado y AJ Weber. Exigimos justicia para aquellos a quienes se les quitó la vida demasiado pronto”.
Sobre lo que se ha convertido quizás en la demanda central del movimiento antirracista, Biden dijo durante el debate: “Me opongo totalmente a desfinanciar las oficinas de policía. De hecho, la policía, la policía local, la única que se queda sin fondos en su presupuesto exige un recorte de 400 millones de dólares en la asistencia hacia la policial local. Necesitan más ayuda”. Descifrar la incoherencia divagante de Biden requiere un esfuerzo, pero su intento de argumento es claro: cree que la policía debería obtener más dinero, no menos; y Trump debería ser criticado por no destinar suficientes recursos a la policía.
Biden sigue el ejemplo de Trump
Desde que comenzó, Donald Trump y sus aliados políticos han intentado difamar el levantamiento contra la brutalidad policial racista como nada más que una expresión sin sentido de violencia y “desorden”. Joe Biden no desafió esta premisa fundamental durante el debate y argumentó completamente en los términos de Trump. Cuando el periodista de Fox News y moderador del debate Chris Wallace interrogó a Biden sobre la violencia en las protestas, Biden respondió: “Las respuestas violentas nunca son adecuadas, nunca adecuadas … Dejé en claro en mis declaraciones públicas que la violencia debe ser procesada. Debe ser procesada y cualquiera que lo haya cometido debe ser procesado”.
Monica Johnson, una organizadora antirracista en Atlanta, le dijo a Liberation News que cree que “es ridículo que los miembros del establishment político actúen como si creyeran en nuestro movimiento mientras usan los mismos argumentos de ‘violento agitador externo antifa’ que Trump. Los alcaldes y gobernadores demócratas han gaseado y brutalizado a los más pacíficos entre nosotros tal como piden los republicanos”.
Hurt señaló la hipocresía de la presentación de Biden, “Biden nunca habló en contra de la violencia que la administración Obama desató sobre la nación africana de Libia. Biden apoyó la desastrosa guerra en Irak, una dosis masiva de violencia sobre personas inocentes. Biden está totalmente de acuerdo con el uso de la violencia para resolver los problemas de los directores ejecutivos, pero cree que es un santo porque condena la justa rabia de los oprimidos”.
El hecho de que las demandas de uno de los movimientos sociales más amplios y poderosos en una generación (o más) no hayan encontrado expresión alguna en las campañas de ninguno de los principales candidatos presidenciales, no es sino una muestra y condena de la “democracia” capitalista estadounidense. El Partido por el Socialismo y la Liberación postula a Gloria La Riva para la presidencia y Sunil Freeman para la vicepresidencia para brindar a la gente una alternativa real. Los candidatos del PSL no solo defienden el mensaje del levantamiento, sino que también han estado presentes en las calles durante el camino. Independientemente de quién ocupe la Casa Blanca después de las elecciones, los miembros del PSL seguirán presentes y activos en el movimiento, organizándose en sus comunidades para acabar con el racismo y el sistema capitalista en su conjunto.