El sistema de regulación ambiental de California y sus fallos sistémicos han sido cuestionados cada vez más por los residentes de la comunidad del Valle del Este de San Gabriel en City of Industry en el condado de Los Ángeles. La lucha por un entorno seguro se ve exacerbada por la contaminación crónica por parte de Quemetco a través de los subproductos de la fundición de plomo y por el fracaso de las agencias estatales como el Departamento de Control de Sustancias Tóxicas (DTSC por sus siglas en inglés) para proteger a las comunidades de la exposición a sustancias tóxicas. Esto se evidencia aún más en el proceso de renovación fragmentado permitido por el DTSC que le permite a Quemetco continuar contaminando.
Acuerdo de conciliación entre el DTSC y Quemetco
En una reunión a principios de febrero, 200 miembros de la comunidad asistieron a un Taller sobre el Acuerdo de Conciliación organizado por el DTSC. La comunidad exigió respuestas sobre el fracaso de este departamento para regular las violaciones flagrantes de Quemetco, como la fuga registradaen el edificio utilizado para almacenar residuos peligrosos y la falta de implementación de una adecuada red de monitoreo de aguas subterráneas por casi dos décadas. El acuífero de San Gabriel, una fuente de agua potable para 1.2 millones de residentes del valle, enfrenta el riesgo de una mayor contaminación debido a la incapacidad del DTSC para cumplir con su trabajo.
Varias organizaciones comunitarias como la Clean Air Coalition of North Whittier y Avocado Heights, compuestas por residentes que viven en los vecindarios circundantes de Avocado Heights, Hacienda Heights y North Whittier, han liderado la lucha para exigir cambios a Quemetco por más de una década. Estos residentes afirman contundentemente que Quemetco no ha sido sancionada adecuadamente en el último acuerdo.
Según Rebecca Overmyer-Velázquez, profesora de justicia ambiental y fundadora de la Clean Air Coalition, “el taller fue un intento de hacer parecer que el DTSC está del lado de la comunidad. En realidad, fue solo una cortina de humo. Permitieron que Quemetco saliera impune por violar las leyes de California”.
La comunidad considera que el castigo impuesto por la agencia no es más que un gesto inconsecuente. Aunque el DTSC puede imponer multas diarias de hasta $25,000 a compañías de reciclaje por el desecho no autorizado, intencional o negligente de residuos peligrosos en sus instalaciones, el departamento multó a Quemetco por solo $2.3 millones. Quemetco podría haber sido multada por un monto que va desde $150 millones hasta $2 mil millones por las 29 violaciones que ha cometido. Considerando que la instalación genera una ganancia anual de $34 millones, una multa dentro de este margen hubiera sido adecuada.
Overmyer-Velázquez agregó: “Si realmente utilizaran el mecanismo de multas para disuadir a una compañía como Quemetco de cometer violaciones de manera regular, entonces esa multa sería de al menos cientos de millones de dólares, debido a cuánto tiempo ha estado ocurriendo y cuán graves son estas violaciones. El DTSC tuvo la oportunidad de realmente hacer [mella] en la empresa, pero no lo hicieron”.
Debido a los acuerdos, las violaciones de Quemetco ya no impedirán la renovación del permiso de sus instalaciones. También acerca a Quemetco a la realización de una expansión que ha sido objeto de controversia durante mucho tiempo y que seguramente contaminaría aún más el Valle de San Gabriel, lo cual es un claro fracaso de las responsabilidades fundamentales del DTSC.
Procesos inadecuados de otorgamiento de permisos y una débil aplicación de la ley
El proceso de renovación de permisos deteriorado y la incapacidad del DTSC para hacer cumplir las regulaciones demuestran el flagrante desprecio de la agencia por el público. Los residentes que viven cerca de la instalación de Quemetco han esperado la decisión de renovación del permiso desde que el permiso de la instalación expiró en el 2015. A pesar de la contaminación bien documentada, el DTSC ha retrasado este proceso desde el 2015, poniendo en riesgo la vida de los residentes. California también tiene antecedentes de permitir que las instalaciones de desechos operen durante un período prolongado con permisos vencidos. Por ejemplo, otro violador habitual, Phibro-Tech, ha estado operando en Santa Fe Springs con un permiso vencido desde 1996.
Durante casi una década, la Clean Air Coalition ha trabajado para evitar los retrasos y presionar al DTSC para que niegue la renovación del permiso de Quemetco. Sin embargo, los esfuerzos de base están ampliamente superados por la capacidad de Quemetco para contratar abogados costosos y prolongar indefinidamente el proceso. Overmyer-Velázquez comentó: “No obtenemos mucho, pero al menos cada 10 años se supone que debemos tener voz en cómo operan estas instalaciones, y no hemos tenido esa oportunidad desde el 2004. Eso son casi 20 años en los que el DTSC ha permitido que Quemetco haga lo que quiera sin supervisión pública. No podemos evitar pensar que hay una intención aquí de simplemente hacernos esperar y finalmente lograr que nos rindamos”. En City ofIndustry, las leyes ambientales son simplemente una formalidad.
El carácter de clase del DTSC
La misión del DTSC afirma que protege a las personas, comunidades y al medio ambiente de California contra sustancias tóxicas, sin embargo, la agencia ha fracasado en llevar a cabo su función más básica. Una investigación realizada por Consumer Watchdog encontró que la agencia funciona como una puerta giratoria para abogados corporativos, cabilderos y reguladores, junto con otros patrones que revelan el alcance de la influencia que la industria tiene sobre la agencia. Estos grupos manipulan el sistema de regulación para beneficiar a sus asociados: contaminadores, contratistas de limpieza, desarrolladores y otras entidades privadas, en lugar de regular o proteger a las comunidades.
El DTSC tiene el poder de revocar o negar permisos, y de demandar a ejecutivos. Cuando le preguntaron por qué el DTSC no regula a Quemetco, un residente de Avocado Heights compartió: “Muchas de las personas que cabildean a favor de Quemetco son ex empleados de la agencia. Los consultores de Quemetco son buenos para evadir y apelar. Han logrado influenciar a la agencia y han permitido que Quemetco burle la ley”.
La controversia en torno a la nueva Junta de Seguridad Ambiental del DTSC también revela la influencia continua que la industria ejerce sobre la agencia. En el 2021, un esfuerzo estatal liderado por organizaciones de justicia ambiental logró presionar al estado de California para que implementara un nuevo conjunto de reformas, incluyendo esta nueva junta.
La campaña de reforma surgió como resultado de años de desconfianza por parte de las comunidades afectadas hacia el DTSC. El propósito previsto de la junta es promover la transparencia, la responsabilidad, una mayor participación pública y, por lo tanto, una mejor supervisión del personal del DTSC. Sin embargo, la junta ya se ha quedado corta en cuanto a las expectativas de las bases y la comunidad. No cuenta con suficiente personal y está estructurada para evitar que el público desempeñe un papel decisivo de manera activa.
La junta implementó nuevas políticas que delegan la toma de decisiones al personal del DTSC en relación con las apelaciones. Esto va en contra del propósito fundamental de la junta y le permite al DTSC tener la última palabra sobre las apelaciones a sus decisiones anteriores, manteniendo en esencia la corrupción del DTSC intacta.
Quemetco es una de varias compañías que contaminan el medio ambiente, protegidas de rendir cuentas gracias a su gran riqueza. Aunque el DTSC parece estar fallando, en realidad está cumpliendo con éxito sus verdaderos intereses de servir a los contaminadores, ya sea mediante intentos fingidos de regulación o al socavar sus procesos democráticos, y negándose a regular el cumplimiento de la industria.
El pueblo llevará a Quemetco ante la justicia
El DTSC y Quemetco han trabajado en estrecha colaboración para maximizar ganancias mientras contaminan a la comunidad durante generaciones. Responsabilizar a ambas instituciones y reclamar el derecho a un entorno más saludable requerirá un movimiento de base. En lugar de una lista de abogados, cabilderos y asesores, las agencias reguladoras como el DTSC deben estar compuestas por miembros de la comunidad, aquellos que vivan cerca de instalaciones de residuos peligrosos y que mejor comprendan las consecuencias de una regulación inadecuada y una aplicación débil de la ley.
La Clean Air Coalition, compuesta por residentes de vecindarios aledaños, ha estado liderando esta lucha, no porque tengan un interés privado en el asunto, sino porque se preocupan por las personas, el medio ambiente y las futuras generaciones. Luchas similares lideradas por la comunidad le ofrecen esperanza a la Clean Air Coalition. Por ejemplo, otra fundidora de plomo contaminante, Exide, fue cerrada permanentemente en el 2015 a través de una larga lucha popular.
La Clean Air Coalition está desarrollando una campaña para impedir que el DTSC renueve el permiso de su instalación. El período de comentarios públicos comenzará el 21 de junio y se espera una decisión para fin de año. En los próximos meses, la coalición seguirá atrayendo a más vecinos a la lucha, presionando a los representantes locales para que tomen una postura, realizando manifestaciones para hacer oír sus voces y presionando al DTSC para que finalmente se ponga del lado del pueblo.