Este articulo esta basado en una platica que se dio en la “Conferencia Eco-Socialista: Para Que el Planeta Viva, el Capitalismo Debe Acabar” el 24 de Agosto, organizada por el PSL en Albuquerque.
Cualquier persona que se preocupa con el cambio climático y la crisis ecológica que enfrentamos se debe preocupar con el ejercito de los Estados Unidos por varias razones.
La razón mas obvia es que la huella de carbono del ejercito de los EE.UU. es enorme. Si el ejercito de los EE.UU. fuera un país, seria un emisor de gases de efecto invernadero mas grande que 140 otros países, ¡y solo hay 195 países en el mundo!
Esto no debería venir como sorpresa. Se toma mucho petroleo y gas para mantener las 800 bases militares del imperio estadounidense funcionando, para no mencionar sus flotas navales y aéreas, que están dispersadas a través del mundo. En el 2017 solamente, el ejercito compro 260 mil barriles de petroleo al día. Solo uno de sus jets usa alrededor de 3,334 galones por hora, mas o menos lo que el conductor de automóvil promedio usa en siete años.
Encima de eso, las bases militares estadounidenses– extranjeras y domesticas– se encuentran entre los lugares mas contaminados del mundo. Combustible de jet y cohete frecuentemente contamina fuentes de agua potable, como aquí mismo en Albuquerque, NM. Las tres bases militares en Nuevo México tienen agua contaminada en áreas cercanas, y todas estas tres se han negado a corregir los problemas. La marina de los EE.UU. recientemente vaciaron 94 mil galones de combustible peligroso dentro de un canal en Virginia que desemboca directamente en el océano Atlántico.
El congresista retirado John Dingell recientemente declaro que “casi cada base militar en los Estados Unidos esta contaminada.” De hecho, ¡el ejercito tiene 39 mil sitios contaminados en mas de 19 millones hectáreas de tierra en los Estados Unidos solamente! Novecientos de esos sitios están designados por la Agencia de Protección Ambiental como sitios de Superfund. Y ni hemos comenzado a hablar sobre las bases que se encuentran fuera de los Estados Unidos.
El Departamento de Defensa produce mas residuos peligrosos que las cinco empresas químicas mas grandes de los EE.UU. combinadas.
Los Estados Unidos ha llevado a cabo mas pruebas nucleares que todos los otros países de mundos combinados. Estas pruebas han convertido algunas partes del planeta casi inhabitables, como partes de las Islas Marshall.
Lo que es aun peor que las bases lejanas del imperio de los EE.UU. son sus guerras actuales. De las llamadas Guerras Indias hasta la guerra genocida contra Iraq, el ejercito de los EE.UU. deja un camino de destrucción que perdura por generaciones, desde la aniquilación de los ecosistemas indígenas y sistemas agrícolas a la liquidación física de millones de seres humanos.
Es abundantemente claro que el ejercito de los EE.UU. es la fuerza mas destructible, militarmente y ambientalmente, en el mundo.
Mientras el ejercito de los EE.UU. es el consumidor organización mas grande de hidrocarburos en el mundo, recientemente ha ido de aquí para allá alardeando de “ecologizar” algunas de sus operaciones. Nadie debería caer por esto. Sabemos que la respuesta no es una maquina capitalista de guerra verde. ¡La respuesta es ninguna maquina capitalista de guerra!
Para entender por que una maquina de guerra verde no es parte de la respuesta al cambio climático, debemos comprender por cual razón la clase dominante moviliza al ejercito en primer lugar.
El ejercito, las fuerzas aéreas, la marina, y los cuerpos de marina son desplegados por una sola razón: para amenazar, acosar, y castigar cualquier estado o movimiento que ejerce mucha independencia y se atreve a interponer entre el lucro corporativo. El ejercito es el puño que permite que el sistema global del capitalismo siga en curso. En otras palabras, la función del ejercito es de preservar el sistema de acumulación y explotación que esta destruyendo al planeta. Ecologizarlo no cambiara su función.
Si los efectos del cambio climático no son revertidos, dará paso a mas inestabilidad, que resultara en una reacción militarizada de las élites gobernantes. Ellos están construyendo muros alrededor de los Estados Unidos para mantener fuera a las masas globales. Se están armando hasta los dientes para preservar a los Estados Unidos al centro del poder global en casos de crisis climática global. El presupuesto militar anual ahora es de casi un billón de dolares. Una nueva lucha para dominar y explotar los recursos recientes abiertos por el retroceso de hielo y permafrost esta ahora en marcha.
Esta preparación para el conflicto esta dando lugar a una nueva carrera de armamento. Los EE.UU. se esta retirando de todos los tratos de arma de la era de la Guerra Fría. Están actualizando sus reservas nucleares y armando el espacio. Esto es muy serio.
Los impacto potencialmente devastadores del cambio climático significan que debemos que reorganizar radicalmente a nuestra sociedad para que los trabajadores estén a cargo, no los ricos, ¡y debemos hacer esto rápido! No hay manera de comprender un camino hacia la justicia climática, sustentabilidad, y el poder del pueblo sin enfrentarse a la amenaza de seguridad global del ejercito estadounidense.