El Comité Central del PSL emitió la siguiente declaración en el 15o aniversario del Partido. La convención fundadora tuvo lugar del 18 al 20 de junio de 2004.
Con motivo del 15o aniversario de la formación del Partido por el Socialismo y la Liberación, el Comité Central del PSL felicita a todas sus dedicadas y dedicados militantes, amigas y amigos, simpatizantes y aliados en la lucha por su incansable labor en la construcción del Partido y el movimiento por el socialismo. Es gracias a su dedicación que hemos podido emerger como una fuerza líder en el movimiento socialista de este país, desde nuestras humildes raíces como un puñado de compañeras y compañeros en unas pocas ciudades, y en un período que fue mucho más hostil hacia el socialismo.
Decenas de millones de personas en los Estados Unidos están completamente hartas del sistema capitalista. Millones creen que un sistema socialista debería existir en su lugar. La atmósfera política en los Estados Unidos ha cambiado en los últimos años de forma tan drástica, que el socialismo ha comenzado a resurgir como un movimiento político de masas.
Tal desarrollo es precisamente el que anticipábamos cuando unas cuantas docenas de compañeras y compañeros fundaron la organización en 2004. Su análisis fue que las contradicciones y crisis del capitalismo inevitablemente crearían la base para un renacimiento del socialismo, a pesar del triunfo momentáneo de las ideas pro-capitalistas, y el silenciamiento de las ideas socialistas.
Desde el principio, estas compañeras y compañeros también enfatizaron que las cuestiones organizativas, las cuales habían aprendido en sus experiencias previas, tarde o temprano serían decisivas para la salud del Partido, y que ignorarlas podría condenarle al fracaso. Esto incluía procesos democráticos para la selección del liderazgo; un programa estandarizado de educación interna sobre marxismo para nuevos miembros; una Constitución para establecer derechos y responsabilidades de línea de base, así como estructuras y procesos para resolver problemas; para ser complementado posteriormente por las Pautas que gobiernan la conducta de los miembros internamente, en las redes sociales y en la organización masiva. En la Convención fundadora, las compañeras y compañeros enfatizaron que “solo se puede plantar el árbol una vez, así que debemos hacerlo de forma correcta”. Todo el crecimiento, desarrollo y estabilidad futuros de la organización no serían posibles sin el cuidado y atención que se le prestó a esta tarea desde el principio.
La dirección de dicha tarea fue capacitar a una nueva generación de militantes que podrían funcionar como futuras y futuros líderes y revolucionarios profesionales, no en el sentido de empleados a tiempo completo, sino en contraste con el amateurismo. Esto también se ha reflejado en la impresionante capa de militantes del Partido que no fueron fundadores de la organización pero que tienen la capacidad y la seriedad para liderar.
Equipado con nuestra experiencia colectiva de los últimos 15 años, el PSL tiene como prioridad principal aprovechar al máximo este período de profundas oportunidades. Nuestra misión es poner en la agenda la reorganización socialista de la economía para que cada individuo tenga garantizados el derecho inalienable a un trabajo o ingreso, atención médica gratuita, educación gratuita a través de la universidad, vivienda asequible, y el apoyo social para realizar una vida plena. La expropiación socialista y la colectivización de los bancos, las industrias centrales y las empresas privadas, que ya están centralizadas, hacen que estos objetivos se puedan realizar de inmediato en un país de capitalismo avanzado. El PSL está popularizando el socialismo definido como “una sociedad donde el poder político y económico está en manos de la clase trabajadora y personas oprimidas, y donde las necesidades básicas de la población y el planeta están previstas y garantizadas”.
El Renacimiento del Socialismo en los Estados Unidos
La persistente disminución de los niveles de vida, la enorme desigualdad, la violencia policial racista, el encarcelamiento en masa, el cambio climático y la guerra interminable han erosionado la legitimidad del capitalismo y el estado capitalista ante un amplio sector de la sociedad. La clase política dominante se ha mostrado completamente indiferente a estas crisis existenciales. Este proceso — la deslegitimación del capitalismo — alcanzó una nueva etapa con el ascenso de la administración Trump y la agudizada lucha dentro de la élite que gobierna este país. El renacimiento de la popularidad del socialismo coincide con la profundización del caos político en los niveles más altos de gobierno.
A pesar de la insatisfacción generalizada, y por supuesto el odio, hacia el sistema político y las élites de Washington, tales sentimientos aún no se han reflejado en el abandono de los dos partidos capitalistas que lo dominan. La estructura del sistema electoral bipartidista de los Estados Unidos, reflejado en la frase “todo para el ganador”, hace que la entrada y el mantenimiento de terceros partidos sea casi imposible. En vez, el sistema de los Estados Unidos se presta como terreno político para la formación de amplias coaliciones entre diferentes intereses de la clase dominante dentro de uno u otro partido. Ambos partidos también permiten un considerable grado de “emprendimiento político” en sus filas. Esto significa que las fuertes corrientes de descontento en los Estados Unidos se han canalizado detrás de políticos carismáticos, de “izquierdas” y derechas, que ofrecen capturar a sus respectivos partidos, pero no abandonarlos.
El resultado es que, mientras que en los Estados Unidos se está produciendo la misma polarización política general que en otros lugares, no se ha producido la misma fragmentación en curso en los sistemas parlamentarios Europeos. A falta de una fractura de este sistema, desde dentro o desde fuera, es difícil que la clase obrera emerja como una fuerza políticamente independiente. Como consecuencia, casi todos los movimientos sociales, una vez reunida la fuerza suficiente para obtener un grado de simpatía de la clase dominante y posiblemente tener un impacto en políticas de estado, acaban sucumbiendo a esa misma atracción gravitatoria hacia el “mal menor” del Partido Demócrata.
Este es el complicado terreno político en el que el PSL ha luchado durante 15 años, en los cuales ha sido testigo de muchos movimientos importantes de la clase trabajadora y oprimidos.
Durante todo este tiempo, el PSL se ha unido con todas y todos los que están en movimiento contra el sistema capitalista, a la vez que conserva nuestra aguda crítica de la trampa de la política de “el menor de los dos males”. Si bien nos hemos movilizado contra las presidencias de Bush, Obama y Trump, nuestro partido nunca se ha subordinado a una u otra facción política de la clase dominante.
En lugar de apoyar a Hillary Clinton en 2016, una “halcón de guerra” y enemiga de larga data de los pobres, Gloria La Riva del PSL, junto con sus compañeros Dennis Banks y Eugene Puryear, obtuvieron la mayoría de los votos que ha recibido cualquier boleto socialista desde 1976. En vez de dejarlo todo para unirnos detrás del Partido Demócrata en las elecciones de 2018 para el congreso, como hicieron muchos otros, ayudamos a inaugurar el Congreso de Resistencia Popular para reunir movimientos de base en torno a una visión común de una sociedad para muchos.
El PSL ha estado presente en las calles protestando la creciente ola de ataques a los derechos de las mujeres, participando en el movimiento Occupy ICE (Ocupemos ICE), así como otras acciones masivas en la lucha contra la guerra del gobierno de los EE. UU. contra los inmigrantes, y luchando por el derecho de los trabajadores a una vivienda digna — incluida una gran victoria reciente contra Amazon en la ciudad de Nueva York. Los miembros de PSL están organizándose constantemente en sus barrios y lugares de trabajo, para alentar a las personas a defender sus derechos y a superar las innumerables injusticias que enfrenta la clase obrera todos los días, para defender cada reforma progresista ganada por la lucha de las generaciones que vinieron antes de nosotros, y al mismo tiempo promover el objetivo último del socialismo.
En los últimos 15 años hemos insistido constantemente en que el activismo por sí solo no es suficiente. Sin ideas socialistas, a menos que la gente sepa “buscar los intereses de alguna clase u otra detrás de todas las frases, declaraciones y promesas morales, religiosas, políticas y sociales”, como Lenin instó hace más de 100 años, los diferentes movimientos por la justicia social nunca se unirán para producir una fuerza capaz de derrocar y reemplazar al capitalismo.
El número de sucursales, grupos y afiliados del PSL ha crecido de manera dinámica y están funcionando en casi 100 ciudades y pueblos de todo el país. Además de buscar todas las oportunidades para avanzar en la lucha, estos grupos organizan regularmente una amplia gama de actividades educativas. A través de grupos de estudio, proyecciones de películas, foros y eventos culturales, estamos constantemente haciendo todo lo posible para popularizar el socialismo. Durante 15 años, el PSL ha podido crear una serie de medios que nos permiten llegar a un número cada vez mayor de personas, incluídos LiberationNews.org, el periódico mensual Liberation (Liberación), la revista feminista socialista Breaking the Chains (Rompiendo las Cadenas), LiberationSchool.org y muchos libros sobre una amplia gama de temas históricos y teóricos. Frente a la atmósfera de caza de brujas generada por Russiagate — las acusaciones de interferencia rusa en las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2016 — hemos resistido la presión política de caer en fila con la máquina de guerra de los Estados Unidos y, en cambio, contextualizamos la campaña como parte de la nueva orientación del imperialismo estadounidense hacia la “competencia de gran poder” contra Rusia y China.
Como partido que opera en el centro del imperialismo global, el PSL considera que es una prioridad y un deber construir el movimiento anti-guerra y la conciencia anti-imperialista. En los últimos años, nuestro partido ha liderado movilizaciones de emergencia contra el bombardeo estadounidense en Siria, y se opone a la campaña de “máxima presión” de Estados Unidos contra Irán. También hemos organizado múltiples eventos educativos y acciones callejeras en solidaridad con el pueblo Palestino, y el heroico movimiento de la Gran Marcha del Retorno que desafía al brutal régimen del apartheid Israelí.
El gobierno de Trump ha declarado la guerra a todos los líderes y gobiernos progresistas y socialistas en América Latina, especialmente a los países que se encuentran en su lista negra llamada “la troica de la tiranía”: Venezuela, Cuba y Nicaragua. Los miembros del PSL y la Coalición ANSWER fueron los organizadores principales de la movilización más grande en Estados Unidos contra el golpe de estado en Venezuela el 16 de marzo de este año, y estuvieron profundamente involucradas e involucrados en la defensa de la Embajada de Venezuela en Washington, DC. La actual líder del PSL, Gloria La Riva, quien residió más de un mes en Venezuela después de que el títere estadounidense Juan Guaidó se autodeclarara “presidente”, acaba de completar una gira en más de 40 ciudades de todo el país para contar la verdad sobre lo que está sucediendo allí.
El PSL está más decidido que nunca a luchar por el socialismo y construir un movimiento revolucionario para llevarlo a la existencia. A medida que el socialismo se convierte en la aspiración de un sector amplio y en crecimiento de la sociedad, nuestro objetivo es dar una definición más precisa a esta idea, y capacitar a una nueva generación de personas de clase trabajadora y oprimidas para liderar la lucha.
Únete al PSL
Únete a Contribuyente Mensual del PSL
Contribuye a la 15a Donación Anual del PSL