En Nuevo México, como parte de un gran esfuerzo popular por defender el derecho al aborto a nivel estatal en caso de que la Corte Suprema no elegida anule la decisión de Roe v. Wade a nivel federal, el Partido por el Socialismo y la Liberación organizó dos acciones consecutivas, demandando entre otras cosas la derogación inmediata de una prohibición del aborto de hace más de 50 años, anterior a Roe v Wade.
Nuevo México es uno de 17 estados en donde el aborto se prohibiría de inmediato sin protecciones federales concedidas por la decisión de Roe v Wade, debido leyes estatales anticuadas contra el aborto que siguen vigentes hasta la fecha.
Estas manifestaciones coincidieron con la sesión legislativa de dos meses que ya ha comenzado.
El 15 de enero, el primer día de la Sesión Legislativa del Estado de Nuevo México, más de 60 manifestantes se reunieron, protestaron y marcharon a las afueras del capitolio. Justo una semana después, el 22 de enero, el aniversario de la decisión fundamental Roe v. Wade de la Corte Suprema en 1973, una docena de miembros y simpatizantes de PSL interrumpieron los procedimientos burocráticos del Capitolio al desplegar una enorme pancarta de 30 pies desde la galería de la Cámara de Representantes.
La propuesta HB 51, presentada ante la sesión legislativa por Rep. Joanne Ferrary, D-Las Cruces en diciembre podría revocar la ley de prohibición. Sin embargo, esta propuesta no ha generado la confianza entre los manifestantes. A lo largo de los años, medidas similares para revocar la prohibición han sido derrotadas rápidamente incluso cuando el Partido Demócrata controlaba las tres ramas del poder político estatal—la Cámara de Representantes, el Senado y la oficina del gobernador—la “trifecta” idealizada.
El sentimiento entre muchas mujeres y muchachas de clase obrera es que no quieren poner sus vidas en manos del Partido Demócrata corporativo, sino que quieren buscar otros medios para avanzar sus derechos.
Aja Dillard, estudiante organizadora y reportera de Liberation News, describió el ambiente de la manifestación fuera del Capitolio estatal en el 15 de enero.
‘Transeúntes en vehículos tocaron la bocina y gritaron vítores de apoyo en solidaridad con la manifestación. ¡Transeúntes se sumaron a la manifestación! Gente de todas las esferas de la vida dieron un paso adelante para hablar. Sus voces e historias resonaron fuerte por todo el Capitolio. Fue una oración inspiradora y profunda tras la otra, y cada una de ellas creaba conciencia sobre varios aspectos del aborto en los que los políticos burgueses y medios de comunicación nunca se enfocan; por ejemplo, el cómo afecta a las comunidades pobres en donde hay muchas mujeres de color. Algunas personas hablaron valerosamente sobre sus propias historias relacionadas con el aborto.’
‘Nos reunimos y marchamos hacía las puertas del edificio del capitolio coreando, “¡Aléjense, aléjense! ¡Queremos libertad, libertad” “A los políticos sexistas, ¡no los necesitamos!” Mientras nos acercábamos a las puertas coreando, la gente acudía a los vidrios para ver lo que estaba pasando. Leían los carteles de protesta que expresaban mensajes de solidaridad con los derechos de la mujer y escuchaban nuestras demandas, ¡Tenían caras de sorpresa porque era un movimiento de muchos géneros, multinacional y de gente que se había sumado para apoyar con confianza el derecho al aborto! La marcha siguió alrededor del perímetro del Capitolio con una pancarta gigante que decía “Deroguen la prohibición del aborto” ondeando alto en el aire. La policía y funcionarios estatales miraban. ¡Esta no es una marcha para rogar por derechos, era para exigirlos! ¡El poder y la fuerza de la manifestación eran inspiradores!’
Satya Vatti, una líder del PSL en Nuevo México ayudó dirigir la marcha. Una semana después regresó, esta vez para dirigir un grupo de activistas al interior de la Cámara de Representantes para desplegar una pancarta de 10 metros que decía ‘¡Deroguen la prohibición del aborto ahora!’ Antes de que las fuerzas de seguridad y la policía estatal acompañaran a los activistas a retirarse de la Cámara, Vatti fustigó a los dos partidos corporativos por su historial represivo en cuanto al derecho al aborto.
‘El derecho al aborto está en peligro, y no es sólo porque el Partido Republicano sea sexista y odie a las mujeres. Es también por el Partido Demócrata, por su complacencia, su debilidad, su deseo de comprometerse con la gente que le quieren quitar a las mujeres sus derechos. Si nos quitan nuestros derechos, no serán los ricos, a los dos partidos atienden, los afectados. Las mujeres ricas tendrán el dinero suficiente para ir a cualquier lugar para obtener un aborto. ¡Serían las mujeres pobres las que tendrían que pagar el precio de su incapacidad [del Partido Demócrata] de luchar, por su debilidad ante los ataques y por su asociación y conciliación con los que quieren quitarnos nuestros derechos!’
¡El renacimiento de los movimientos militantes y callejeros para los derechos al aborto seguramente va a continuar!