Millones de personas alrededor de Estados Unidos y del globo se horrorizaron con las im�genes del Hurac�n Katrina mientras que destru�a por completo las regiones de Luisiana, Misisipi y Alabama. Pero fue m�s horrorosa la mortal y lenta respuesta del gobierno. La negligencia y la insensible falta de inter�s por la vida de los pobres, mayoritariamente gente negra, fue un retrato desnudo de las desigualdades de clase y las divisiones racistas que caracteriza a la naci�n m�s rica del mundo.
La magnitud del sufrimiento es aun desconocida. Las v�ctimas de este crimen van mas all� de los cad�veres en las calles de Nueva Orle�ns. Incluye a los millones de pobres y trabajadores que perdieron sus viviendas, sus trabajos y sus medios de subsistencia a trav�s de la regi�n y alrededor del pa�s.
Photo: Khampa Bouaphanh |
Los medios corporativos y el gobierno de Estados Unidos hicieron un llamado al pueblo estadounidense para �unirse�. Aunque esta consigna refleja los sentimientos de todas las personas compasivas, su intenci�n real es desviar la cr�tica del papel criminal del gobierno en este desastre. Esos que echan la culpa al gobierno son advertidos de que no �politicen� la tragedia.
La inundaci�n de Nueva Orle�ns: dos desastres
Cada vez se est� haciendo m�s claro que esta crisis va m�s all� de un �desastre natural�. El peligro que un hurac�n de mayores proporciones presentaba para Nueva Orle�ns y la regi�n ha sido conocido y discutido por a�os�sin que se hiciera ninguna preparaci�n significante.
Cuando las inundaciones mataron a seis residentes de Nueva Orle�ns en 1995, el Congreso autoriz� el Proyecto para el Control de Inundaciones Urbanas del Sudeste de Luisiana, o SELA (por sus siglas en ingl�s)�un proyecto del Cuerpo de Ingenieros del Ej�rcito para proteger la ciudad de las inundaciones. Pero despu�s del 2003�cuando comenz� la guerra en Irak��la circulaci�n de d�lares federales hacia SELA disminuy� a una peque�a cantidad. El Cuerpo de Ingenieros nunca trat� de esconder el hecho de que la presi�n presupuestaria de la guerra en Irak, como as� tambi�n la seguridad de la patria�que llegaron al mismo tiempo como recortes a los impuestos federales�fue la raz�n de esa disminuci�n�. (Editor & Publisher, 31 de agosto, 2005)
Miles de millones de galones de agua mortales llenaron las calles de Nueva Orle�ns, transformando al lugar que dio nacimiento al jazz en el fondo de un lago gigante. El agua no cay� del Hurac�n Katrina, sino que fue desparramada por el Lago Pontchartrain, que est� asentado en el coraz�n de la ciudad. Este fue el segundo desastre. Mientras el lago crec�a, sus diques no pod�an aguantar la fuerza y se rompieron en tres lugares.
Esto no fue un tiro de suerte. Los diques se ven�an debilitando por a�os.
El gobierno federal neg� los fondos requeridos para apuntalar los diques, alrededor de $250 millones. Esa es la misma cantidad que el Pent�gono gasta en un d�a para ocupar Irak. En el 2004, por primera vez en 37 a�os, el Cuerpo interrumpi� todo el trabajo en el sistema de diques de Nueva Orle�ns.
Cuando ya fue demasiado tarde, el gobierno prometi� investigar que fue lo que fall� en el esfuerzo de proveer ayuda. Bush dijo que �l mismo encabezar�a una investigaci�n. Esta es una receta perfecta para el encubrimiento, dado que la responsabilidad por la negligencia criminal pasa por todos los caminos hasta llegar a la Casa Blanca.
No existe ninguna agencia o departamento que pueda declarar ignorancia o inocencia por la flagrante falta de conducta durante esta crisis. Mientras que la persona que dirige FEMA Michael Brown finalmente fue forzada a dejar su puesto el 9 de septiembre, muchos est�n pidiendo una investigaci�n independiente y la acusaci�n de todos los oficiales responsables.
En 2004, FEMA le otorg� un contrato al Departamento de Seguridad de la Patria, detallando la �Magnitud del Trabajo� para el �Plan para Huracanes Catastr�ficos del Sudeste de Luisiana�. El plan se enfocaba en el da�o potencial causado por �un hurac�n de movimiento lento, Categor�a 3, 4 o 5 que�cruzar�a Nueva Orle�ns y el Lago Pontchartrain�, y advirti� que �un hurac�n catastr�fico podr�a resultar en un significante n�mero de muertos y heridos, cientos de miles de personas atrapadas en las �reas inundadas, y un mill�n de personas desamparadas�.
El documento predice con precisi�n que �un s�bito hurac�n podr�a bloquear las carreteras y atrapar entre 300.000 a 350.000 personas en �reas inundadas� personal de auxilio y recursos de afuera, incluyendo materiales y el personal Federal, tendr�an dificultades en entrar y trabajar en las �reas afectadas� Las aguas estancadas y las enfermedades podr�an amenazar la salud p�blica� Podr�a tomar semanas drenar el agua de Nueva Orle�ns�. FEMA planeaba emplear a un contratista privado para finalizar y llevar a cabo ese plan�pero nunca recibi� los fondos adecuados.
Las compa��as petroleras saqueando
El Servicio Nacional Meteorol�gico llam� a la regi�n destruida �ideal para da�os de olas� debido a las �irregularidades costeras� como la ausencia de barreras isle�as sustanciales o colinas y el fondo plano del Golfo de M�xico. Este problema no es totalmente natural. Las tierras h�medas del delta del Misisipi, esenciales para moderar las inundaciones, han sido devastadas por grandes compa��as petroleras para hacer lugar a la exploraci�n petrolera y para embarcaciones. La administraci�n de Bush tom� parte en este proceso, eliminando 20 millones de acres de tierras h�medas de la protecci�n federal.
Debido a la importancia del delta del Misisipi para la industria petrolera, el Hurac�n Katrina caus� inmediatamente un efecto en Wall Street. Ansiosos por preservar o aumentar sus m�rgenes de ganancia, aumentaron el precio en los surtidores de gasolina�con costos que se acercan a los $4.00 por gal�n.
Para ayudar con el impacto de la crisis en los trabajadores y los pobres estadounidenses, Venezuela ofreci� entregar un mill�n de barriles de petr�leo gratis a la devastada regi�n, pero el gobierno rechaz� la oferta.
Mientras tanto, el gobierno le dio �rdenes a la Guardia Nacional de �disparar a matar� a los sobrevivientes de Katrina que entraban por la fuerza a los almacenes de alimentos y farmacias para buscar comida y medicinas. Los medios describieron a los sobrevivientes negros como �saqueadores�, mientras que describ�an a los sobrevivientes blancos como �buscadores de alimentos�. Pero en Nueva Orle�ns, muchos de los �saqueadores� inmediatamente se convirtieron en h�roes, compartiendo lo que hab�an encontrado con otros sobrevivientes del hambre y la deshidrataci�n.
En los primeros d�as, la mayor�a de los sobrevivientes fueron salvados de sus hogares inundados por individuos que usaron sus propios botes o confiscaron embarcaciones abandonadas, en valientes y desinteresados actos de rescate.
El pueblo de Estados Unidos don� $500 millones de d�lares para los esfuerzos de ayuda en la semana despu�s del desastre. Las cuatro compa��as de petr�leo m�s grandes�Exxon-Mobil, BP, Chevron, y Royal Dutch Shell�donaron una insultante cifra de $11 millones de d�lares. La suma no tiene comparaci�n con las ganancias adicionales que hicieron al aumentar el precio del gas. Sus ganancias combinadas el a�o pasado fueron de $72.8 mil millones.
Ayuda �Mercado Libre� al desastre
El gobierno federal anunci� una orden de evacuaci�n �obligatoria� para los residentes del �rea metropolitana de Nueva Orle�ns. Cuando fueron notificados de que muchos �ignoraron� la orden, Terry Ebbert, jefe de la agencia �Seguridad de la Patria� para Nueva Orle�ns, dijo, �[Para] alguno de ellos, fue la �ltima noche en la Tierra� Esa es una forma dif�cil de aprender la lecci�n�.
�Pero cual fue la verdadera lecci�n de la orden de evacuaci�n? No hubo autobuses disponibles para aquellos residentes que no ten�an medios propios para la evacuaci�n. En sus repetidas �rdenes de evacuaci�n, los oficiales del gobierno no ofrecieron viviendas ni comida para los desplazados. Aquellos que pudieron salir no ten�an mejor sentido com�n�ten�an m�s d�lares. Muchos de los que ten�an transportaci�n para escapar del hurac�n tambien usaron sus ahorros y perdiendo sus trabajos.
Los Estados Unidos tiene los recursos financieros y humanos para proveer servicios de emergencia y evacuaci�n para la gente de Nueva Orle�ns. Pero los recursos no fueron asignados con intereses en las necesidades humanas.
El modelo de �mercado libre� se us� no s�lo en la orden de evacuaci�n, pero tambi�n en el esfuerzo de ayuda. Las tropas federales llegaron portando rifles en lugar de botellas de agua y f�rmulas para bebes. La prioridad principal era la de �controlar� la situaci�n, para proteger la propiedad privada.
Con ese mismo esp�ritu, los miles de millones de d�lares que se destinar�n a la reconstrucci�n de Nueva Orle�ns seguramente ir�n a las grandes compa��as constructoras, muchos de los cuales tienen seguros de todas formas. Los inquilinos, grandemente pobres y desproporcionadamente negros, perdieron sus pocas posesiones pero no pueden reclamar sus propiedades. Solo un 40 por ciento de los due�os de casa en Nueva Orle�ns ten�an alg�n tipo de seguro contra las inundaciones.
�Que tipo de viviendas reemplazar� la ciudad nivelada? �Qui�nes ocupar�n esas viviendas? Todas esas decisiones ser�n tomadas bas�ndose en las ganancias. Los ricos de las inmobiliarias ya est�n discutiendo la construcci�n de condominios y viviendas para personas de altos ingresos para reemplazar las viviendas econ�micas de la ciudad. El Hurac�n Katrina empuj� fuera de la ciudad a sus residentes, pero el fen�meno de la urbanizaci�n para favorecer a los ricos tambi�n podr�a alejarlos de la ciudad.
Cuba socialista, con muchos menos recursos, ha sido capaz de ir a trav�s de desastres naturales con muy pocas o ninguna p�rdida humana. Cuba se prepara para los huracanes con un plan centralizado, no una advertencia insustancial, en donde todos los residentes de regiones peligrosas son evacuados y se les provee transporte, refugio adecuado y comida. Antes que el Hurac�n Denis golpeara el territorio cubano en el mes de julio pasado, m�s de 1.5 millones de personas fueron evacuadas por el sistema de defensa civ�l de Cuba de las �reas de alto riesgo, de un total de 11 millones de habitantes.
El gobierno cubano ha ofrecido el servicio de 1.586 personal m�dico�en uniforme, y con su equipo listo en sus mochilas�para asistir en el esfuerzo de ayuda. El 4 de septiembre el Presidente cubano Fidel Castro describi� la preparaci�n de los m�dicos. �Las mochilas de nuestros doctores contienen precisamente esos recursos necesitados para enfrentar los problemas de deshidrataci�n, alta presi�n, diabetes Mellitus e infecciones en todas las partes del cuerpo�pulmones, huesos, piel, o�dos, sistema urinario, sistema reproductivo�como se presenten�
�Cuba tiene la autoridad moral para expresar su opini�n en esta materia y hacer una oferta. Hoy, es el pa�s con el n�mero m�s alto de doctores por capita en el mundo, y ning�n otro pa�s coopera con otras naciones en el �rea del cuidado de salud tan extensivamente como lo hace Cuba�.
A pesar de que 20.000 residentes pobres de Nueva Orle�ns languidecieron y se murieron de hambre en el Centro de las Convenciones, el gobierno de Estados Unidos no le ha dado respuesta oficial a la oferta de Cuba. Evidentemente, prefiere tener miles esperando en condiciones desesperantes que sufrir la verg�enza de que Cuba provea ayuda humanitaria a la naci�n m�s rica del mundo.
De una crisis natural a una crisis social
Debido a que el gobierno fracas� en proveer ayuda a los sobrevivientes de Katrina, estos fueron abandonados para valerse de s� mismos. En miles de casos, hicieron m�s que eso. Ellos lucharon her�icamente para ayudarse entre ellos en sus comunidades, en una muestra tremenda de compasi�n humana y sacrificio. En muchas instancias se organizaron colectivamente, ayudando primero a los ni�os y a los ancianos.
Los sobrevivientes de Katrina acamparon juntos, hicieron demandas a la polic�a y ocasionalmente tomaron acciones decisivas. Algunos trataron de salir de Nueva Orle�ns e ir a ciudades vecinas que no hab�an sido afectadas, pero las autoridades locales bloquearon el camino y los enviaron de regreso a la ciudad destrozada. La polic�a no s�lo estaba detr�s de los �saqueadores� sino que trataba de prevenir rebeliones potenciales.
Los medios s�lo revelaron un vistazo de la acci�n pol�tica organizada en Nueva Orle�ns. La polic�a de Nueva Orle�ns llev� a cabo su orden de �dispara a matar� en m�s de una ocasi�n. Esto enfureci� a muchos en la comunidad negra de Nueva Orle�ns, los cuales ya hab�an experimentado a�os de brutalidad policial. Por un par de d�as, 80 oficiales de la polic�a fueron atrapados en la estaci�n de polic�a del Primer Distrito despu�s de intercambiar disparos con residentes armados de Nueva Orle�ns.
Al mismo tiempo, la �Comunidad Labor Unida� de Nueva Orle�ns, est� organizando una �campa�a popular� para proveer ayuda mientras que desaf�a pol�ticamente al gobierno de Estados Unidos. �Los valores morales de nuestro gobierno es el de �disparar a matar� a sobrevivientes negros hambrientos y sedientos por tratar de vivir despu�s del Hurac�n�, dijo el lider de la CLU Curtis Muhammad. �Esto no es s�lo inmoral�esto ha convertido un desastre natural en un desastre hecho por el hombre, alimentado de racismo�.
Los desastres naturales, como las guerras, exponen y exacerban las contradicciones inherentes de las sociedades capitalistas. A pesar de que la clase obrera sostiene el peso de los desastres naturales, y la necesidad inmediata es simplemente recuperarse f�sicamente, los desastres naturales pueden cambiar el clima de la lucha de clases. En tiempos de crisis, la conciencia de clase de los trabajadores busca formas de desenmascarar a la clase dominante. En historia reciente, los trabajadores y sus organizaciones de hecho han llevado a cabo revoluciones despu�s de desastres naturales�en Nicaragua en 1979 y en Etiop�a en 1974.
Cuando se aclare la polvareda y los edificios sean reconstruidos, la experiencia de Katrina�la negligencia criminal del estado y el racismo del sistema capitalista y la absoluta falta de consideraci�n por la vida humana�estar� fresca en la mente de los trabajadores y pobres que vivieron a trav�s de ella.
Mientras que millones de trabajadores de Estados Unidos demuestran su solidaridad y apoyo por las v�ctimas del Hurac�n Katrina, debemos se�alar como responsables al gobierno federal�junto a las corporaciones y los bancos que ellas representan.