Cuba está haciendo más que sobrevivir el bloqueo económico de los Estados Unidos y la difícil herencia después de la caída de la Unión Soviética. En los seis años pasados, la revolución cubana—su pueblo y su liderato—han estado activamente envueltos en una estrategia llamada la “Batalla de Ideas” para fortalecer la revolución socialista.
La economía cubana se está expandiendo y regresando a normas de producción socialista. Photo: Bill Hackwell |
Entre los últimos esfuerzos en la Batalla de Ideas está una masiva inversión en la salud, la educación y el desarrollo cultural al igual que la reactivación de métodos económicos socialistas. Adicionalmente, hay un esfuerzo mayor para combatir la corrupción y el robo de la propiedad social.
El impacto de esta batalla se puede ver ahora en el crecimiento acelerado de la economía cubana. Este crecimiento le ha hecho posible al estado cubano incrementar su papel en la economía, por ejemplo en normas de distribución socialista, para beneficiar a los trabajadores en vez de a los pequeños negocios quienes ganaron mucho después de la caída de la URSS.
Reactivación de los métodos socialistas
Antes de su destrucción en 1991, la Unión Soviética proveyó apoyo económico esencial a la revolucion cubana. Después de 1991, Cuba enfrentaba recortes severos e interrupciones económicos. En la lucha desesperada por la supervivencia, el liderazgo cubano tuvo que recurrir a la estimulación de la economía por medio de métodos al estilo capitalista. Pero el Presidente Fidel Castro y otros comunistas cubanos siempre esperaban el día cuando estas reformas dejaran de ser la fuerza motriz del desarrollo económico.
Ese día ya ha llegado.
El producto interno bruto cubano creció un 5 por ciento en el 2004. La industria turística creció un 7 por ciento.
Este año se estima que la economía cubana crecerá 9 por ciento. El desempleo se ha reducido a un mero 1.9 por ciento.
Con cada logro económico, todas las instituciones relevantes están envueltas en mantenar las medidas económicas socialistas, en vez de los métodos capitalistas de los tiempos recientes.
Empezando con la noticia sorpresa al mundo en mayo pasado de que el dólar estadounidense ya no sería aceptado como divisa, una serie de medidas bancarias le dio a la divisa cubana más fuerza.
Los cubanos que tienen cuentas de banco han reducido voluntariamente la cantidad de dólares que tienen a un 57 por ciento. Los ahorros del peso convertible cubano se triplicó, y los ahorros del peso nacional creció un 35 por ciento.
En los 1990, el gobierno cubano tuvo que implementar reformas generadoras de ingresos durante el período especial después del colapso de la URSS. Esto incluyó el empleo privado, inversiones extranjeras, el desarrollo del turismo internacional, remesas de familiares fuera del país, la introducción del dólar estadounidense, y el funcionamiento de los mercados agropecuarios sin restricciones.
El gobierno y el Partido Comunista de Cuba fueron claros en que las reformas no estaban desarrollando el socialismo en sí mismo, sino que eran concesiones con el fin de reactivar la economía para poder preservar los logros del socialismo hasta que llegara el momento en el futuro cuando el país pudiera regresar a la “construcción del socialismo.”
El 26 de julio de 1993, en vísperas de estos cambios económicos, el Presidente cubano Fidel Castro dio un discurso muy importante para explicar este momento crítico.
“… la cuestión de incrementar el ingreso en divisas convertibles es una necesidad vital del país. Algunas medidas de las que se ha hablado conducen a eso. [Una] medida encaminada a ese fin es una mayor apertura a las inversiones de capital extranjero.
… Nosotros que hemos sido tan doctrinarios y que combatimos la inversión de capital extranjero, verla ahora como una necesidad imperiosa, al desaparecer el campo socialista, de donde recibíamos fábricas, créditos, montones de cosas y de donde ahora no recibimos nada, ni de un campo socialista y de una URSS que no existen ni de institución financiera internacional alguna, que están todas absolutamente dominadas por Estados Unidos. “Ahora nuestro país tiene una tarea prioritaria, como la hemos definido: … Hoy hay que salvar la patria, la Revolución y las conquistas del socialismo que equivalen a defender el derecho de seguir construyéndolo en el futuro.”
Hoy, el partido cubano—junto a las organizaciones de masa de los trabajadores, las mujeres y la juventud—está guiando la sociedad hacia el fortalecimiento del socialismo mientras se recupera la economía.
Brigadas juveniles luchan contra la corrupción
El Presidente cubano Fidel Castro le ha hecho una pregunta muy interesante al pueblo cubano: ¿Puede la revolución cubana ser derrotada internamente debido al privilegio y la influencia burguesa?
“Hemos visto como revoluciones heroicas en grandes países cayeron o se derrumbaron precisamente por la corrupción, la burocracia, la falta de conciencia, malos métodos de trabajar con las masa, y otras fallas,” Castro dijo en un mitin el 6 de diciembre conmemorando el sexto aniversario del nacimiento de la Batalla de Ideas.
La juventud cubana está jugando un papel principal en la renovación revolucionaria. Decenas de miles de trabajadores de la salud recién graduados, maestros de arte y trabajadores sociales están envolviendo toda la sociedad para fortalecer la conciencia socialista.
Por ejemplo, los trabajadores sociales—una nueva ocupación que requiere una educación especializada y un diploma universitario—están organizados en brigadas juveniles para ayudar a personas que necesitan una mano para resolver sus problemas. Desde que comenzaron en el año 2000, ahora hay 28.000 graduados de las escuelas de trabajo social, junto a otros 7.000 que aún están estudiando.
El papel de esas organizaciones juveniles es conectarse activamente con las personas en los vecindarios y los hogares, para sondear y documentar los datos demográficos de la población. Ellos se enteran de los problemas que afecta a cada persona y familia, sobretodo en los sectores más pobres de la población, ya sean jubilados o desempleados, madres solteras o niños descuidados por sus padres. Entonces ellos pueden ayudar a resolver estos problemas.
Una encuesta reciente hecha casa por casa por estos trabajadores sociales demostró que 37.000 personas jubiladas estaban viviendo solos y necesitaban atención personal. Esto llevó a que el gobierno entendiera que las pensiones eran muy bajas. Las pensiones fueron incrementadas para todos los jubilados y se crearon cien programas sociales.
Ahora los trabajadores sociales están envueltos en una nueva campaña: la lucha en contra del robo de recursos críticos de energía. La gasolina estaba siendo robada por medio del soborno en las gasolineras, resultando en la pérdida de ingresos estatales para gastos sociales. Pero no se supo exactamente cuanto se estaba perdiendo.
Entonces, el 10 de octubre, en una movida innovadora, 10.444 trabajadores sociales fueron enviados a las gasolineras de la Habana y las provincias. Los jóvenes se encargaron de surtir la gasolina en 2.000 gasolineras por varias semanas. Ellos acompañaron a cada camión de gasolina y monitorearon las refinerías, manteniendo control sobre el preciado combustible.
Una trabajadora social cubana ayuda a combatir la corrupción. Photo: Pastor Batista Valdes/Granma |
Con los jóvenes allí, los empleados no podían vender la gasolina ilegalmente. En dos meses de trabajo, el ingreso de ventas de gasolina en el país se duplicó. El gobierno está ahora haciendo unos cambios para mantener mayor control de la gasolina.
Estos trabajadores sociales se han vuelto muy populares. Principalmente de orígenes trabajadores, esto jóvenes son vistos como defensores de los intereses del pueblo en contra de los “nuevos ricos.”
“¿Cuántas formas de robo hay en este país?” preguntó el Presidente Castro a estudiantes de la Universidad de la Habana el 17 de noviembre. “¿Por qué en los estados de opinión leo todos los días que muchos preguntan cuándo van los muchachos para las tiendas en divisa, cuándo van para las farmacias, cuándo van para aquí y para allá? Todos están llenos de admiración por estos muchachos, quiero decir los trabajodores sociales que provienen de familias tarbajadores y ahora están altamente preparados y entrenados.”
Castro: No dejen que se derrumbe la revolución
El explicó una de las lecciones que se deben sacar de la caída de la URSS: que la negligencia interna puede ayudar a la desintegración de la revolución.
“Pienso que la experiencia del primer Estado socialista, Estado que debió arreglarse y nunca destruirse, ha sido muy amarga,” dijo Castro.
“No crean que no hemos pensado muchas veces en ese fenómeno increíble mediante el cual una de las más poderosas potencias del mundo, que había logrado equiparar su fuerza con la otra superpotencia, un país que pagó con la vida de más de 20 millones de ciudadanos la lucha contra el fascismo, un país que aplastó al fascismo, se derrumbara como se derrumbó.
“¿Es que las revoluciones están llamadas a derrumbarse, o es que los hombres pueden hacer que las revoluciones se derrumben? ¿Pueden o no impedir los hombres, puede o no impedir la sociedad que las revoluciones se derrumben? Podía añadirles una pregunta de inmediato. ¿Creen ustedes que este proceso revolucionario, socialista, puede o no derrumbarse?” (Exclamaciones de: “¡No!”) “¿Lo han pensado alguna vez? ¿Lo pensaron en profundidad?
“¿Conocían todas estas desigualdades de las que estoy hablando? ¿Conocían ciertos hábitos generalizados? ¿Conocían que algunos ganaban en el mes cuarenta o cincuenta veces lo que gana uno de esos médicos que está allá en las montañas de Guatemala, miembro del contingente ‘Henry Reeve’? Puede estar en otros lugares distantes de Africa, o estar a miles de metros de altura, en las cordilleras del Himalaya salvando vidas y gana el 5%, el 10%, de lo que gana un ladronzuelo de estos que vende gasolina a los nuevos ricos, que desvía recursos de los puertos en camiones y por toneladas.”
Además de ahorrar la gasolina, se está llevando a cabo un programa extensivo de reemplazo de aparatos electrónicos como refrigeradores y bombillos en toda la población. Pequeños dueños de restaurantes “paladares” y otros que trabajan por cuenta propia van a pagar más en electricidad que los trabajadores.
El principio es que los trabajadores y los jubilados ahora deben tener la prioridad como baluartes de la revolución socialista.
Durante su discurso del 17 de noviembre en la Universidad de La Habana, Castro comentó sobre el 60 aniversario de su vida como revolucionario y la perspectiva de la revolución cubana:
“Los que trabajan y producen recibirán más, comprarán más cosas; los que trabajaron durante décadas recibirán más y tendrán más cosas. Y el país tendrá mucho más pero no será jamás una sociedad de consumo, será una sociedad de conocimientos, de cultura, del más extraordinario desarrollo humano que pueda concebirse, desarrollo de la cultura, del arte, de la ciencia, y no para armas químicas, con una plenitud de libertad que nadie puede cortar.” Y en otro discurso el 28 de octubre, Castro dijo, “Lo que están haciendo esos miles de trabajadores sociales, aunque solo es una pequeña parte la que ha entrado en acción, es librar la batalla por ese objetivo de la invulnerabilidad económica, y el principio será lo más posible para los que trabajan, lo más posible para los que reciben un salario o una jubilación como obreros en las fábricas, profesionales, como maestros, como médicos, como trabajadores en cualquier lugar. Sí, esos deben ser los que más reciban.”
Conciencia Socialista
Una diferencia fundamental entre el socialismo y el capitalismo es que el socialismo debe desarrollarse por medio de la conciencia y la solidaridad del pueblo—especialmente en un mundo dominado por el imperialismo.
La ideología capitalista todavía domina e influye a la clase trabajadora y a los menos concientes de clase dentro de los países socialistas. Sociedades como la de los Estados Unidos a primera vista parecieran superiores, con vastas muestras de riquezas e ilimitada propaganda. Pero las necesidades básicas como la educación, la salud, la vivienda, los trabajos, siguen siendo inalcanzables para decenas de millones de personas.
Los anteriores países de la Europa Oriental y gran parte de la sociedad soviética fueron influenciados por la canto de sirena del capitalismo en los años 80. Se esperaba que Cuba fuera por el mismo camino.
Fue la conciencia revolucionaria, la ideología comunista, y la convicción del pueblo cubano y sus líderes de defender al socialismo a cualquier costo, que hizo posible que Cuba sobreviviera esa tormenta anti-comunista.
Cuba ha surgido cómo un poder socialista, a pesar del bloqueo, de los cortes y de la agresión estadounidense.
La capacidad de la revolución cubana de examinar y resolver los problemas de los más vulnerables en la sociedad, de criticar los defectos y luchar contra el privilegio, es lo que le garantizará su supervivencia.
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