¡No podemos sobrevivir con $7,25! Esto fue el tema del día cuando 200 trabajadores de “comida rápida”, acompañados por cientos de aliados comunitarios y sindicales, se fueron en huelga y protestaron en frente de sus trabajos. Trabajadores de McDonald’s, Wendy’s, Burger King, Taco Bell, Domino’s Pizza, Papa John’s, y KFC entre otros, se unieron alrededor de las demandas por $15 la hora y el derecho a formar un sindicato.
Yarisma, una trabajadora de McDonald’s en Harlem, dio una explicación fuertemente directa a Liberación sobre por qué estaba marchando enfrente de su trabajo: “Estamos cansados de ser abusados y queremos mejor pago. Estamos luchando por nuestros derechos”.
En mid-town Manhattan, el primer piquete surgió a la 6am, involucrando 14 de 17 trabajadores de McDonald’s que habían estado inscritos para trabajar el horario matutino. Desde allí, acciones se desarrollaron por toda la ciudad, con reuniones relativamente grandes en el McDonald’s de Harlem, y Wendy’s en el centro de Brooklyn. El día concluyó con un mitin de cientos en frente del gran McDonalds en Times Square.
Pat Sherwood, un residente por muchos años en Harlem se unió al piquete en su vecindario y explicó: “La significancia de esto para Harlem es que se trata de empleo—empleo justo, salario digno que puede sostener familias. El salario mínimo que McDonald’s está pagando a sus empleados debería ser un crimen federal. Necesitamos aumentar el sueldo de los trabajadores y debería hacerse por medio de los sindicatos”.
Salarios de pobreza
El salario mínimo de $7,25 del Estado de Nueva York es extremadamente insuficiente para apoyar un solo trabajador, y menos a una familia. En la Ciudad de Nueva York, el costo básico para vivir—incluyendo la renta y el costo de comida—es bastante alto y ha estado incrementando mas rápido que los salarios. Muchos trabajadores de la comida rápida y comerciales en la ciudad dependen en servicios sociales para sobrevivir, y unos están viviendo en centros para gente sin viviendas sin importar que tienen empleo.
Según el sitio web “Fast Food Forward”, que es la asociación de trabajadores lanzada el mismo día que ocurrió la huelga, el sueldo promedio del trabajador de “comida rápida” es solo $11.000 por año. Esto se compara con un salario promedio de $25.000 por día de los ejecutivos de estas compañías. La industria de “comida rápida” hace $200 mil millones en ganancias anualmente.
‘Apenas vamos empezando’
En el gran mitin en Times Square, oradores enfatizaron un mensaje: “Apenas vamos empezando”. Un movimiento es necesario para sostener el impulso, para cambiar un día emocionante e inspirador a victorias organizativas, y ganar un salario digno. Porque los trabajadores todavía no tienen representación sindical, ellos entienden que también son considerablemente mas vulnerables a medidas vengativas por parte de las compañías. A pesar de la possible intimidación, Jessica, otra trabajadora en el McDonald’s en Harlem dijo a Liberación: “Después de hoy, regresamos al trabajo con nuestras cabeza en alto”. Claro, el día después de la huelga, los trabajadores marcharon al trabajo a lado de aliados y organizadores cantando.
En unos de los Wendy’s en Brooklyn, se reportó que un trabajador huelguista fue despedido, pero la ocupación del restaurante por aliados sindicales, informados por miembros de la comunidad, forzó al gerente revocar su decisión.
El grupo “Fast Food Forward” apoyados por organizaciones comunitarias y sindicales, convocaron una marcha masiva de trabajadores de bajo-sueldo de Nueva York para el jueves, 6 de diciembre en Herald Square, comenzando a las 4:30pm.
Solo 24 horas después de que la primera acción ocurrió, casi 17.000 personas habían firmado una petición para mostrar su apoyo hacia los trabajadores huelgistas en el sitio web de “Fast Food Forward”. Miles alrededor del país también mandaron una carta al Presidente Obama por medio del sitio web de la Coalición ANSWER demandando que legislación sea introducida para aumentar el salario mínimo a $15 por hora. Aliados de ANSWER se unieron en los piquetes durante el día, y están llamando una gran presencia para la marcha del siguiente jueves.
Profunda potencial radical
La lucha de los trabajadores de “comida rápida” ocurre sólo una semana después de las acciones nacionales en Walmart durante “Black Friday”. Tomados juntos, son signos de un nuevo impulso para la organización de trabajadores de bajo-sueldos, y una creciente intranquilidad entre trabajadores estadounidense que han visto sus estándares de vida recaer más y más durante esta crisis económica. La “recuperación”—que sólo equivale a una recuperación en ganancias sobresalientes para los grandes bancos y corporaciones—prácticamente no existe.
Ya se reconoce que la organización del sector de bajo-sueldos y sin sindicatos es la única manera de revocar la recaída de largo plazo de los sindicatos, y mas general, la clase obrera de los EE.UU. A pesar de los enormes desafíos en poder alcanzar esta meta, cuando ocurra, lo mas probable es que tendrá un impacto monumental igual como las huelgas industriales de los años 30.
La extensiva organización de trabajadores pobres, quienes desproporcionadamente son mujeres, afro-americanos y latinos— movilizados contra las más grandes corporaciones del país—tendría una significancia política y económica enorme.
Tal movimiento de trabajadores pobres y oprimidos abre el camino para que millones de personas cuestionen cómo está organizada la sociedad y quién mantiene el poder. Para aquellos que quieren ver un renacimiento del movimiento revolucionario en los EE.UU., nada puede tener mayor importancia. Las acciones en la Ciudad de Nueva York sirven como un modelo para que organizadores y revolucionarios inicien luchas en otros lados.
Timothy, un residente de Washington D.C., viajó en autobús con el grupo comunitario OurDC “para apoyar aquellos luchando por un salario digno para que puedan sostener a sus familias”. Cuando se le preguntó cómo esto tiene relación con gente del “Distrito”, él respondió, “No tiene nada que ver con la gente de D.C.—tiene que ver con uniendo la gente alrededor del mundo”.
Jessica, una trabajadora de McDonalds, tuvo un mensaje similar para los trabajadores de “comida rápida” alrededor del país, ¡Únase con nosotros! ¡Haga huelga! No tenga miedo—salga por lo que valora y lo que merece”.