En Arkansas, un equipo de voluntarios consolidó nuestro lugar en la boleta electoral por medio de incansables esfuerzos para solicitar firmas. El requisito mínimo en el estado es 1.000 firmas válidas, pero la campaña del PSL logró recolectar más de 2.000. Estudiantes e integrantes de las comunidades de la clase trabajadora se mostraron entusiasmados a contribuir a una campaña popular que desafía a los dos partidos de los millonarios.
Nuestro equipo logró alcanzar su objetivo en menos de una semana, se concentró en las universidades, centros comerciales y eventos públicos en el centro de Little Rock. El equipo visitó los centros universitarios como la Universidad de Arkansas, Little Rock y la Universidad Central de Arkansas. Muchas personas trabajadoras, especialmente en la comunidad afroamericana, se mostraron muy receptivos al mensaje antirracista de nuestra campaña, siendo que era poco después del asesinato de Trayvon Martin. Muchos se mostraron felices solamente con ver la palabra “socialismo”.
Nos encontramos con un par de jóvenes quienes se declararon en contra de los derechos reproductivos de la mujer y rehusaron firmar, sin embargo mostraron interés por conocer el planteamiento del PSL. Les explicamos por qué creemos que la mujer debería tener pleno control sobre su cuerpo y las decisiones reproductivas que podrían afectar su vida. Como socialistas, también luchamos por una sociedad en la cual se garantice las necesidades básicas de la vida y en la cual la tarea de crear a los hijos no recaiga solamente sobre la mujer. Uno de ellos firmó nuestra petición y el otro se llevó nuestra literatura y se mostró interesado en saber más.
En las universidades nos dimos cuenta que los trabajadores y estudiantes afroamericanos se mostraban más receptivos a nuestra plataforma política. Muchos estudiantes de raza blanca también nos dieron su firma, desde la perspectiva de que era importante que partidos adicionales participaran en el proceso electoral. Nos dieron su firma, a pesar de que no coincidían con el socialismo.
También conocimos a trabajadores que han sido injustamente privados de su derecho a votar, por ser ex presos o por no ser ciudadanos. Aunque no pudieron firmar nuestra petición, se mostraron auténticamente emocionados por el mensaje de nuestra campaña y por nuestra postura a favor de los inmigrantes y del derecho que deben tener los ex presos e inmigrantes de votar.