Hay como 175.000 trabajadores públicos en Wisconsin proporcionando
servicios vitales para municipios, condados, y el estado. De ese número, como 39.000 son empleados
estatales y más de 106.000 son maestros.
Walker ha
propuesto que la ley se aplique a todos los empleados públicos excepto a
policías y bomberos, cuyos sindicatos lo apoyaron en las elecciones recientes.
La policía y la Guardia Nacional obviamente mantienen una posición favorable y
de buen uso para el.
Walker
anunció su legislación de 144 páginas el 10 de febrero y espera forzarlo por la
legislativa estatal en menos de una semana. Para incapacitar a los sindicatos,
la legislación prohibira a municipios, condados, y el estado deducir las cuotas
sindicales de pago de los trabajadores, como ha sido la practica por décadas.
La
legislación requirirá votos anuales por miembros sindicales sobre si quisieran
mantener el sindicato. No requerirá un voto similar sobre si el pueblo quisiera
mantener el gobernador, o un voto anual sobre si el pueblo quisiera mantener
las políticas por parte del gobierno contra los pobres.
La ley
resultará en recortes enormes al incremento del pago por empleados, para sus
planes médicos y de retiro previamente negociados. Limitará la negociación de salarios y hasta
el índice de inflación relativa a esta misma, al menos si un aumento fuera
aprobado por los votadores por medio de referéndum.
El AFL-CIO
(la federación sindical nacional) ha anunciado una campaña pública contra la
legislación. Pero por si acaso los
trabajadores y la comunidad fuesen demasiado resistentes a esta eliminación de
derechos básicos, Walker ha dicho que está listo para llamar a la Guardia
Nacional.
El Senador
Joe McCarthy de Wisconsin, el Senador anti-sindicato y anti-comunista de los
50s, estuviera orgulloso del gobernador. Walker ha empleado tácticas de acoso
igual que de dividir y conquistar. El estado se enfrenta un déficit de $3.6
billones, sin embargo en vez de enfocarse en reformas mínimas como aumentando
los impuestos corporativos (que son menos que en los estados alrededor
Minnesota, Illinois, Michigan, y Indiana), él ha intentado oponer las
necesidades de los recipientes de Medicaid contra las necesidades de los
empleados públicos para derechos y salarios decentes.
La estrategia detrás del ataque a empleados públicos
Walker está
atacando los más grande empleadores del estado donde trabajadores han luchado
por y ganaron contratos decentes por años. El estado en si es el más grande
empleador seguido por el sistema de universidad pública. El correo y el Sistema
Escolar Pública de Milwaukee son unos de los diez más altos.
Pero más
poderosos que el gobierno y agencias esta-tales y municipales son las
instituciones finánciales como los bancos y compañías de seguro. Las ganancias
de estas compañías siguen aumentando, pero sus empleados principales de
bajo-pago casi no tienen sindicatos. Las compañías multinacionales
anti-sindicato como Kraft Foods y Johnson Controls están acuarteladas en
Wisconsin. Estos jefes y otros como
Kohler y Harley Davidson mejor quisieran no ser molestados con demandas para
mejores condiciones. Entonces este ataque a los sindicatos de empleados
públicos es un intento de debilitar el más poderoso sector de labor
organizado. Cuando los sindicatos del
sector público negocian para mejores derechos y salarios, eso crea presión a
los empleadores del sector privado a proporcionar lo mismo. En acosar a los
sindicatos del sector público, las grandes empresas están atacando al corazón
de lo que queda del movimiento sindical.—
El
fabricante de motores Briggs & Stratton está basado en Wisconsin. El agosto
de 1983, 8.200 trabajadores salieron a huelga. Después de tres meses, siguiendo
una lucha feroz en circunstancias difíciles, fueron forzados a tomar un sistema
de salario de dos etapas—donde nuevos empleados comienzan con $5 en vez de los
regular de $7.50. Los empresarios
obtuvieron el derechos de hacerlos trabajar una hora más por día y de hacer más
trabajo los sábados por un período. Hoy, ellos todavía son un gran jugador en
Wisconsin. Las concesiones que Walker está promoviendo hoy son peores que los
que fueron forzados para los trabajadores de Briggs & Stratton en 1983.
Wisconsin
es donde nació el sindicato AFSCME (Federación Americana de Empleados de
Estado, de Condado, y de Municipio) el 1932 en Madison, Wis. En 1936 se le
permitió título nacional y dentro de unos meses organizó 10.000 miembros. En 1959, Wisconsin se hizo el primer estado
de dar a los trabajadores de gobierno municipal y maestros, el derecho de negociación
colectiva. Todas estas ganancias están siendo atacadas por Walker hoy. Es un ataque al corazón histórico del más
grande sindicato de empleados públicos en el país.
La crisis
del presupuesto—siendo usada en Wisconsin como una escusa para desmantelar a
los sindicatos más fuertes—es parte de una crisis nacional. Casi cada estado se enfrenta a déficits
enormes mientras que al ingreso cae.
Pero ningunos de los líderes del
Partido Demócrata ni del Partido Republicano están organizando a las
masas para luchar por una solución que detiene los recortes a servicios,
despidos, y quiebras hipotecarias. Su
estrategia es el contrario: Servicios vitales y los trabajadores que los
proporcionan están listos para ser eliminados.
Cientos de
miles de trabajadores alrededor del país están al riesgo de perder su derecho
básico de sentarse a negociar sobre salarios, horas, y condiciones del trabajo.
En Kansas y
Hawaii, los gobernadores Republicanos y Demócratas han descubierto que sus
planes anteriores de eliminar días de trabajo y pago de los empleados
públicos—para cortar el presupuesto—no funciona, porque para que los servicios
sean proporcionados, trabajadores tienen que estar allí para proporcionarlos.
Entonces en
Nevada, el gobernador está proponiendo un recorte de 5 porciento al salario
para los empleados de educación y otros, igual que el pronto-retirado
gobernador de Carolina del Sur. En Hawaii, el gobernador propuso recortar
reembolsos por Medicare Part B—afectando a 30.000 personas jubiladas y sus
parejas.
En Georgia,
el gobernador ha propuesto eliminar 14.000 trabajos estatales. En Texas, recortes a la educación han sido
propuesto que pudieran resultar en hasta 100.000 maestros y empleados siendo
despedidos. Otros recortes en el plan
eliminarían casi 10.000 trabajos estatales.
En Ohio, el
gobernador ha dicho que él solitariamente terminará el derecho de empleados de
cuidado infantil y de cuidado en el hogar para negociar por un contrato. (La legislación de Wisconsin eliminaría estos
derechos también.)
El 10 de
febrero, el gobernador de Ohio presentó hasta más grandes directivas y ahora el
Senado de Ohio tiene una legislación para eliminar la negociación colectiva de
los empleados estatales y de alta educación y casi destruirlo para los
empleados locales. En Tennessee, hay
propuestas legislativas similares para eliminar el derecho de negociar.
En este
contexto, la amenaza en usar el poder represivo del estado, en forma de la
Guardia Nacional, toma algo más significante.
Es el obstáculo más directo a los derechos más amplios afectando a la
más grande cantidad de personas en años.
Más que nunca, sindicatos y grupos comunitarios necesitan unirse a una
plataforma política de acción para forzar a los que se encuentran en poder a
hacer lo correcto.