El caso de los 6 de Jena

Ante un juez y un jurado completamente blanco en Jena, La, Mychal Bell, un joven de 17 años fue condenado por cargos de supuesto asalto con alevosía y conspiración para cometer asalto con alevosía. Este joven ahora enfrenta una sentencia de hasta 22 años en prisión por su supuesta participación en una pelea dentro del patio de una escuela. Bell será sentenciado el 31 de julio. Cinco otros  jóvenes afro-americanos también han sido acusados de cargos similares y continúan en la espera de un juicio.


Todo comenzó en Jena—un poblado de 3.000 personas donde solamente 350 son negros—en septiembre de 2006. Durante un caluroso día, un estudiante negro decidió almorzar debajo de un árbol. Ese lugar se conoce como un espacio donde solo se congregan estudiantes blancos.


Al día siguiente, tres sogas para ahorcar aparecieron en los mismos colores de la escuela, colgando de las ramas del mismo “árbol blanco”.  Eso fué un mensaje que el “árbol blanco” era exclusivamente para blancos, no sólo por tradición, sino que también por la fuerza.


“Significó el KKK, significó ‘negros vamos a matarlos, los vamos a colgar hasta que se mueran’”, dijo Caseptla Bailey, madre de uno de los seis de Jena.


Los tres estudiantes blancos responsables por este acto de terror racista solamente  recibieron una palmada en las manos—fueron suspendidos de la escuela por tres días. El director de la escuela que también es blanco explicó que, “Los adolescentes se hacen bromas. No creo que haya sido una amenaza para nadie”.


Los estudiantes negros en la secundaria de Jena decidieron luchar, organizaron un plantón bajo del árbol. La escuela respondió a la manifestación llamando a la policía y al fiscal del condado, Reed Walters. Walters amenazó a los manifestantes negros por haber puesto mucho énfasis en esa “broma.”


Según Michelle Rogers, uno de los pocos maestros negros en la secundaria Jena, Walters amenazó a los estudiantes diciendo, “yo puedo acabar con sus vidas con sólo usar mi pluma.”


Arrestan a las víctimas


La noche del 30 de noviembre de 2006, un incendio aún sin resolver, acabó con el principal edificio académico de la secundaria Jena.


El primero de diciembre, Robert Bailey, un estudiante negro,  asistió por invitación a una fiesta de solamente  blancos. Él fue brutalmente golpeado por una turba. Cuando la policía se presentó, los oficiales le dijeron a Robert y sus amigos que “regresaran a su lado de la ciudad,” esto de acuerdo a Caseptla Bailey, la madre de Robert.


Al día siguiente, Bailey se encontró con uno de sus atacantes blancos, Matt Windham, en una tienda del vecindario. Ambos intercambiaron insultos, entonces Windham saco una escopeta recortada. Bailey y otro hombre negro que estaba con él, arrebataron exitosamente el arma de las manos de Windham. Después de eso todos huyeron de la escena. Windham no fue arrestado.


El 4 de diciembre otro de los atacantes de Bailey, Justin Baker, se encontraba defendiendo abiertamente a los estudiantes que colgaron los lazos. Baker utilizaba insultos raciales libremente. Y lo hacia dentro de las instalaciones de la secundaria Jena.


Como respuesta varios estudiantes negros comenzaron a empujar a Baker, quien fue llevado al hospital y dado de alta el mismo día. Él se encontraba lo suficientemente bien como para asistir a un evento social esa misma noche.


La policía de Jena no arrestó a Baker por promover violencia racista en contra de los estudiantes negros. En vez de eso, arrestaron a los seis estudiantes negros que se defendieron de Baker.


Estos seis son los que ahora se conocen como los 6 de Jena—Robert Bailey, Theo Shaw, Carwin Jones, Bryan Purvis, Mychal Bell, y un menor aun no identificado—todos han sido acusados de intento de asesinato en segundo grado y de conspiración para cometer asesinato.


Los seis estudiantes fueron expulsados de la escuela.


Las fianzas fueron fijadas entre $70.000 y $138.000 por cada uno de los 6 de Jena. Muchos de los jóvenes han sufrido encarcelación por meses porque sus padres no tenían el dinero para pagar la fianza.


Bell fué mantenido en reclusión desde diciembre de 2006 hasta el día de su audiencia en junio de 2007. Fué el primero en ser enjuiciado. Shaw también se mantuvo encarcelado.


Sin ninguna evidencia de intento de asesinato, el fiscal del distrito redujó los cargos en contra de Bell a asalto con alevosía. En Louisiana, este cargo requiere que el acusado haya utilizado un arma peligrosa en el ataque fundamental. La fiscalía asegura que los estudiantes—a los cuales llamó  “la pandilla de muchachos negros”—usaron sus zapatos tenis como armas peligrosas. El juez admitió este ridículo argumento.


A pesar de la clara manipulación de la justicia, el abogado de Bell quien fue asignado por el juez no hizo nada para desafiar los cargos. No presentó testigos ni mucho menos presentó la evidencia esencial que favorecía a Bell.


El padre de Bell, Marcus Jones, posteriormente declaró que “se había dado cuenta que [el abogado asignado por el juez] estaba trabajando con el Fiscal del Distrito para asegurarse que mi hijo fuera condenado”. (Democracy Now, 10 de julio)


Terror de linchamiento


El caso del los 6 de Jena debe de ser visto dentro de la historia de racismo profundo en el Sur. Después del derrocamiento de la esclavitud, turbas de racistas blancos—motivadas y dirigidas por la clase capitalista—usaban la violencia para aterrorizar a la población negra.


Los linchamientos consistían en todo tipo de tortura vil, incluyendo la quema, el despellejamiento o el descuartizamiento de las victimas antes de ser colgadas.  Por lo general eran eventos de la comunidad blanca. La mayoría de fotos de esos linchamientos en esa época muestran grandes cantidades de personas sonriendo, a la par de los cuerpos de personas negras colgando.


La historia está llena de tales ejemplos.


El verano de 1919 se conoce como el Verano Rojo, a causa de los cientos de personas negras que fueron asesinadas por las turbas racistas en 26 ciudades.


En 1955, Emmett Till, un joven de 14 años fue encontrado sumergido en un lago con su cara tan golpeada que era prácticamente irreconocible. Till fue brutalmente asesinado por supuestamente haberle chiflado a una mujer blanca.


Después de la caída oficial en la década de los 60 de la práctica “Jim Crow”—el nombre para la doctrina legal en el Sur de la segregación—los linchamientos se hicieron menos comunes, pero el racismo que los motivaba no desapareció. En 1998, tres hombres blancos en Jasper, Texas, recogieron a James Byrd, lo golpearon, lo degollaron, luego lo arrastraron por tres millas  con la camioneta que conducían.


Jena es otro ejemplo del terror racista que todavía existe en el Sur, especialmente en las áreas rurales empobrecidas. Y aún así, el fiscal del distrito y el director de la escuela le llamaron a esta alusión al linchamiento una “broma” entre estudiantes.


La insinuación es que la gente negra no debería de preocuparse de la violencia racista.  Pero como una tradición que ha asesinado y mutilado a decenas de miles de personas negras, una cosa en clara: Los linchamientos no son un chiste.


A luchar


El caso de los 6 de Jena pone de manifiesto el profundo racismo que todavía existe en los Estados Unidos hoy en día.


En el pueblo de Jena, como en miles de otros pueblos y ciudades en el sur, el racismo es una forma dominante de control social. Emana de las instituciones del estado capitalista y de la estructura de poder blanco existente.


Los seis jóvenes negros que fueron arrestados por una pelea en el patio de la escuela deben ser liberados inmediatamente. Todos los cargos tienen que ser eliminados completamente. El veredicto en el juicio de Bell debe ser anulado y él puesto en libertad. Los 6 de Jena no han cometido ningún crimen.


La pelea en el patio de la escuela con el racista Baker no debe de ser utilizada en contra de ellos. Estas peleas suceden a menudo en las escuelas a través de todos los Estados Unidos—inusualmente, y si acaso, resultan en cargos de asesinatos o asalto en contra de alguien.


En este caso la pelea se comprende. Los 6 de Jena fueron provocados por la intensa atmósfera de violencia racista y el odio en contra de los estudiantes negros en Jena.


Es razonable que todo estudiante negro de la secundaria de Jena tema que sea víctima de la violencia racista en cualquier momento. Tienen todo el derecho a defenderse en contra de aquellos que promueven los crímenes de odio.


Todo aquel que se considere progresista en todo el país debe apoyar la defensa de estos jóvenes. Están luchando en una batalla difícil en contra de un sistema legal heredado de Jim Crow en un poblado racista. Los 6 de Jena necesitan el apoyo de una contundente lucha a nivel nacional para liberarlos.


Envíe su contribución financiera al Comité en Defensa de los 6 de Jena, PO Box 2798, Jena, LA 71342

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