El gobierno estadounidense y los medios de comunicación han proyectado el último conflicto entre Rusia y Georgia sobre Osetia del Sur y Abjasia como un regreso de Rusia a la era soviética de “dominación” sobre un país pequeño y cercado como Georgia.
Pero en realidad, el 8 de agosto el gobierno de Georgia lanzó un bombardeo inesperado y un ataque de artillería en la ciudad de Tsjinval, capital de Osetia del Sur. Los militares georgianos tenían la esperanza de re-tomarse la pequeña región de 1.505 millas cuadradas, la misma que proclama su independencia desde 1990. Las fuerzas georgianas bombardearon y dispararon misiles contra la población civil de Osetia del Sur, pero fueron expulsadas rápidamente por las tropas rusas. La pronta derrota de Georgia convulsionó a Washington, el mismo que había invertido grandes recursos en las fuerzas militares de aquel país. Para el 14 de agosto, se enviaron tropas estadounidenses como pretexto de una misión humanitaria que proveería de alimentos y otras necesidades a la población del país.
El presidente George Bush, y Barack Obama y John McCain, quienes aspiran a la presidencia, han denunciado a Rusia por medio de conferencias de prensa y declaraciones. Los tres han expresado lástima y furia por Georgia, dentro de un escenario donde presenta a Rusia imperial y grande contra la pequeña, democrática e independiente Georgia.
George W. Bush afirmó en una conferencia de prensa del 13 de agosto: “Los Estados Unidos apoya al gobierno democráticamente elegido de Georgia. Insistimos que se respete la soberanía y la integridad territorial de Georgia.”
Esta descarada afirmación sale del jefe de estado que ha dirigido la invasión criminal de Irak y la actual ocupación por la cual ya han muerto cientos de miles de personas y más de cuatro millones han sido desplazadas.
Para no ser superado por el actual presidente, John McCain, declaró a la prensa el 11 de agosto que: “Frente a la agresión rusa, la existencia de una Georgia independiente—y la sobrevivencia de su gobierno democráticamente elegido, están en riesgo.” McCain era piloto bombardeador en la guerra estadounidense imperialista que tenía como objetivo negar la independencia y reunificación a la nación vietnamita.
También, Barack Obama hizo una declaración el 11 de agosto. El escribió: ” [L]a ONU debe respaldar la soberanía de sus miembros y apoyar la paz en el mundo.” Obama se ha comprometido en continuar el bloqueo contra Cuba, a pesar de que por décadas la Asamblea General de las Naciones Unidas, vota mayoritariamente demandando un cese inmediato al bloqueo ilegal impuesto por los Estados Unidos.
Estos politiqueros capitalistas pretenden estar preocupados por el pueblo de Georgia y están furibundos por las acciones rusas. Sin embargo, su verdadero miedo consiste en que la victoria militar de Rusia significa un revés para los diseños geoestratégicos estadounidense en esa región.
La derrota de la URSS abrió el camino para la penetración imperialista
Las recientes acciones del gobierno georgiano no fueron acciones llevadas a cabo por una nación independiente, sino por una nación que es una aliada cercana a los Estados Unidos. El presidente Mikhail Saakashvili fue elegido en el 2004, después de que se llevara a cabo la “Revolución Rosada” ingeniada por los Estados Unidos. Desde ese entonces, Saakashvili se ha movido rápidamente para moldear la política interna y externa del país a las demandas de Washington con la esperanza de poder pertenecer a la alianza imperialista militar de la OTAN.
El 7 de agosto, un día antes del ataque de las tropas georgianas a Osetia del Sur, se concluyó Respuesta Inmediata 2008—una operación militar conjunta entre Estados Unidos y Georgia que fue realizado por más de 1.000 tropas del ejército, la marina y la guardia nacional de los Estados Unidos. El Pentágono también envío de regreso a Georgia sus 2.000 tropas que estaban luchando en Irak—la tercera fuerza de ocupación más grande—para reesforzar las fuerzas alternativas de Washington.
Georgia, una república de la ex-Unión Soviética, se declaró como país independiente en abril de 1991, en medio de los eventos que tuvieron como resultado que la Unión Soviética dejara de ser un estado socialista. La URSS, formalmente se acabó a finales de diciembre de 1991.
Como parte de una estrategia a largo plazo, el imperialismo estadounidense paso a paso ha establecido control sobre el nuevo país “independiente” de Georgia. En la actualidad, además de entrenar al ejército georgiano desde 1991 hasta 2001, los Estados Unidos ha invertido más de 1 billón de dólares en asistencia y era el contribuidor más grande de inversiones directas extranjeras. (Power y Interest News Report, Nov. 5, 2002)
En los últimos 17 años, Rusia ha presenciado que el imperialismo estadounidense ha capturado de uno en uno a los países que tienen frontera con ella. Por medios directos o indirectos, Washington ha promocionado fuerzas pro capitalistas en el Báltico, el Caspio y otras regiones de la antigua Unión Soviética. Desde comienzos de los años 90, esas fuerzas burguesas comenzaron a exhortar al nacionalismo estrecho reaccionario para establecer sus países independientes de Rusia—el país más fuerte después de la disolución de la URSS.
El conflicto actual es la movida más reciente de los Estados Unidos para aumentar su presencia militar en una área que Rusia considera crítica para su integridad territorial.
La historia reciente de Osetia del Sur
Durante la era soviética, se conocía formalmente a Osetia del Sur como el Oblasto Autónomo de Osetia del Sur en el interior de la República Soviética de Georgia.
Unos meses antes de que Georgia declarara su independencia, el gobierno comenzó a exaltar un nacionalismo georgiano sobre el territorio que excluía a otras nacionalidades. A finales de 1990, Georgia disolvió el estatus autónomo de Sur Osetia y convirtió al georgiano como idioma oficial.
En Osetia del Sur irrumpieron manifestaciones, se estima que más de mil personas de Osetia del Sur murieron a manos de los militares georgianos y se crearon graves casualidades de entre los refugiados de las dos nacionalidades.
Osetia del Sur declaró su independencia de Georgia. En el reciente referéndum del 12 de noviembre del 2006, el 98 por ciento de los electores reafirmaron su independencia.
Existe una situación similar en Abjasia, localizada en la parte noroccidental de Georgia. Desde 1992, las tropas rusas han estado estacionadas en Osetia del Sur y en Abjasia como una fuerza de paz y como medida de lo que se podría considerar una intromisión de los Estados Unidos y Georgia.
Voces revolucionarias y antiimperialistas se han levantado en contra de la ofensiva de los Estados Unidos y Georgia y de la presencia europea en la región.
Gloria La Riva, del Partido Socialismo liberación, candidata presidencial, habló en el canal de televisión Rusia al Día sobre la campaña del PSL y la importancia de la voz socialista que desafía el sistema electoral bipartidista en los Estados Unidos. La Riva trateo sobre la situación en Osetia del Sur y Abjasia, sobre la guerra entre Georgia y Rusia y el papel del imperialismo estadounidense.
“Los Estados Unidos no está satisfecho de ver a ningún país, peor aun a Rusia, como un poder económico o político en el mundo”, afirmó La Riva. “Rusia tiene derecho a defenderse y el derecho de estar preocupada de la intromisión de los Estados Unidos en las ex repúblicas soviéticas. Ser miembro de la OTAN es ser parte de la alianza imperialista estadounidense y una amenaza a la paz mundial.”
Las fuerzas anticoloniales al interior de Georgia ven un régimen georgiano flexible que está apostando por el imperialismo de Estados Unidos. El Comité por la Paz de Georgia basado en Tbilisi hizo una declaración oponiéndose a las acciones del gobierno de Georgia. La traducción no oficial al inglés dice en parte:
“El bombardeo mató a civiles óstianos, a nuestras hermanas y nuestros hermanos, niños, mujeres y anciano. … También murieron cientos de civiles de nacionalidad georgiana, tanto en la zona de conflicto como en todo el territorio de Georgia. … El Comité por la Paz de Georgia … luchara para que los que organizaron este monstruoso genocidio reciban un castigo severo y legitimo.” (MRZine, 12 de agosto )
El líder cubano, Fidel Castro, clarificó la relación existente entre los gobiernos de Georgia y los Estados Unidos en los siguientes términos: “El compromiso de [Bush] de respaldar al presidente Saakashvili para que Georgia sea admitida a la OTAN; es como clavar una navaja fila en el corazón de Rusia. … Por su propia iniciativa, Saakashvili, nunca se hubiera aventurado a desplegar al ejército georgiano a Osetia del Sur. … No se puede jugar con la guerra nuclear ni premiar el suministro de carne de cañón para el mercado.” (Prensa Latina, 12 de agosto)
El documento Política de Guía para la Defensa de 1992 escrito por Paúl Wolfowitz y Lewis Libby, explícitamente explica que la consideración predominante para la estrategia de los Estados Unidos en la región es prevenir el resurgimiento de un rival nuevo. La política mencionada, explícitamente incluye la “guerra preventiva” y el uso de armas nucleares.
Se debería volver a mencionar el objetivo de esta política a aquellas personas que talvez creyeron la falsa preocupación del imperialismo estadounidense, sus representantes y los medios de comunicación de los pueblos de Osetia, Abjasian, Georgia y Rusia. Durante esta crisis lo que se necesita es una perspectiva antiimperialista que exija: “¡Estados Unidos fuera del Cáucaso!” y “¡No a la intervención de la OTAN!”