Foto: El alcalde Eric Adams y la Policía de Nueva York en una conferencia de prensa el 22 de junio de 2023, en una estación de la Autoridad Metropolitana del Transporte (Metropolitan Transportation Authority, MTA). Crédito: Flickr / MTAphotos (CC BY 2.0)
En la tarde del domingo, 15 de septiembre, dos oficiales de la Departamento de Policía de la Ciudad Nueva York (New York City Police Department, NYPD) abrieron fuego en un vagón de tren, en la estación del tren L, en la Avenida Sutter del barrio Brownsville de Brooklyn, Nueva York. Cuatro personas fueron baleadas, incluido uno de los oficiales que disparaban, y un transeúnte que recibió un disparo en la cabeza, que ahora se encuentra en estado crítico. ¿Qué inició este episodio de extrema violencia policial? Los oficiales informaron que presenciaron a alguien saltarse el torniquete.
El tiroteo del domingo llevado a cabo por el NYPD, expone el desperdicio de miles de millones de dólares de los contribuyentes en una fuerza policial hipermilitarizada que no nos protege ni mantiene seguras a nuestras comunidades. Brownsville es un vecindario de población negra con una tasa de pobreza del 39% —la más alta de la ciudad de Nueva York—. En lugar de abordar las causas fundamentales de la pobreza, la solución de la ciudad es desviar más fondos a la policía y hacer que los servicios públicos, como el sistema de transporte, sean aún más difíciles de acceder.
Eric Adams, excapitán del NYPD, así como la gobernadora Kathy Hochul, han inundado la MTA con oficiales de policía desde 2022, agregando más recientemente tropas de la Guardia Nacional a las principales estaciones de tren. En agosto de 2023, la ciudad aumentó la tarifa base de la MTA de $2.75 a $2.90. Mientras tanto, la renovada campaña de Adams para acabar con los crímenes de supervivencia, como la evasión de tarifas, le ha costado a los contribuyentes $151 millones en horas extras de la policía. Este último aumento en la vigilancia es especialmente duro para los usuarios de Brownsville, que son casi 40 veces más probable que el promedio de ser multados por la policía de la ciudad por evasión de tarifas.
No hay un ejemplo más claro que lo que sucedió el domingo para demostrar que la policía de Nueva York no protege ni sirve a la gente de Nueva York, sino que defiende los intereses de propiedad privada de la élite adinerada. Estas son las soluciones que el sistema capitalista ofrece a nuestras comunidades: en lugar de resolver el hecho de que la tarifa del metro de $2.90 es inasequible para tantos neoyorquinos, la policía inunda nuestras estaciones de metro y paradas de autobús para hostigar y criminalizar a los vecindarios pobres y desatendidos. En lugar de cobrarle impuestos a los cientos de multimillonarios y millonarios que viven en esta ciudad, se espera que la clase trabajadora pague un impuesto regresivo en forma de tarifas de tránsito para mantener la infraestructura básica, arriesgando sus vidas si no lo hacen.
La gente de Nueva York merece un sistema de tránsito asequible que esté libre de la incesante violencia y represión estatal. Exigimos el despido inmediato y el enjuiciamiento completo de los oficiales involucrados, la expulsión de todos los policías de la MTA y que el tránsito en la ciudad de Nueva York sea gratuito. ¡La brutalidad policial racista debe terminar!