Apenas un día después de que el bombardeo israelí del hospital Al-Ahli Arab Hospital en Gaza que mató a 500 palestinos sacudiera al mundo, el presidente Joe Biden llegó a Israel para brindar apoyo incondicional a su gobierno.
El presidente estadounidense incluso respaldó la escandalosa afirmación de Israel de que un cohete palestino que falló, no un explosivo israelí, impactó en el hospital y causó las muertes. Los expertos han señalado que la resistencia palestina no tiene cohetes que puedan hacer ese tipo de daño. Biden le dijo al Primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que la explosión en el hospital fue “hecha por el otro equipo… no por ustedes”.
La ira en las calles árabes obliga a cancelar cumbre
Biden originalmente estaba programado para reunirse con líderes árabes en Jordania, pero la ira en la calle contra Israel y Estados Unidos hizo que el rey Hussain cancelara la reunión. En la capital de Jordania, Ammán, miles intentaron asaltar la embajada israelí.
Estados Unidos le está brindando a Israel un apoyo sin precedentes mientras comete en Gaza lo que muchos llaman otra Nakba —el nombre de la campaña genocida emprendida por los colonos para establecer Israel en 1948. Esta es la primera vez que un presidente estadounidense visita Israel en tiempos de guerra. Además de enviar armas apresuradamente a Israel para bombardear Gaza, el Pentágono está desplegando dos grupos de batalla de portaaviones en la costa de Gaza para amenazar con una posible agresión directa de EE. UU. en este pequeño enclave repleto de 2 millones de personas. También es una amenaza para otros países de la región, especialmente Líbano e Irán.
Esta extraordinaria visita de un presidente estadounidense a una zona de guerra respalda plenamente la decisión de Israel de cortar los alimentos, la electricidad y el agua a Gaza; sus bombardeos de varias instalaciones médicas y ambulancias, escuelas, mezquitas, panaderías e instalaciones de almacenamiento de alimentos de la ONU; y sus repetidos bombardeos del cruce fronterizo de Rafa con Egipto, lo que hace imposible que Gaza recupere 1,000 toneladas de suministros que esperan allí para ser recogidos. Es una luz verde para cualquier otra cosa que Israel elija hacer.
En sus declaraciones oficiales, El Primer Ministro israelí Benjamin se refirió a “un nivel de cooperación que realmente no tiene precedentes en la historia de la gran alianza entre nuestras dos naciones”, y le dijo a Biden y que “ha trazado correctamente una línea clara entre las fuerzas de la civilización y las fuerzas de la barbarie”.
Biden, a su vez, acusó a la resistencia palestina de “masacrar” cometiendo “atrocidades” y le prometió a Israel todas las armas que quiera.
Médico culpa de la masacre al apoyo occidental a Israel
El Ministerio de Salud de Gaza celebró una conferencia de prensa en el hospital Al Ahli Arab Hospital en medio de los escombros, con personal sosteniendo los cadáveres de los niños muertos. Además de los pacientes, muchos palestinos que huían de los bombardeos en otras áreas se habían refugiado en el patio del hospital con la creencia de que la instalación médica no sería bombardeada. Estaban entre los al menos 500 muertos, según el Ministerio.
Ghassan Abu Sitta, cirujano de Médicos Sin Fronteras, calificó el atentado como una “masacre” y un “crimen de guerra que el mundo ha visto venir”.
“Israel ha estado advirtiéndole al mundo entero de que iba a atacar hospitales palestinos e hizo exactamente eso. Todos los políticos occidentales que han declarado su apoyo incondicional a los esfuerzos de guerra de Israel contra el pueblo palestino tienen la sangre de estos niños en sus manos. Ese apoyo incondicional es lo que nos llevó a esta masacre. La impunidad que Israel cree que tiene de este apoyo es lo que ha llevado a esta masacre”. Agregó que “si los israelíes se salen con la suya … se cometerán más crímenes de guerra y más hospitales serán atacados”.
Tales ataques ya están teniendo lugar. Antes del ataque de hoy al hospital Al Ahli, la Organización Mundial de la Salud había documentado 57 ataques a instalaciones de atención médica, que causaron 16 muertes de trabajadores de la salud y 28 heridos, daños a 26 hospitales y otras instalaciones de atención médica, incluidos 17 hospitales y 23 ambulancias. Cuatro hospitales, todos en el norte de Gaza —Beit Hanoun, Hamad Rehabilitation, Al Karama y Ad Dura— tuvieron que ser evacuados y ya no están operativos.
Protesta nacional planeada en Washington el 4 de noviembre
Enormes manifestaciones en contra de los bombardeos y en apoyo de los derechos palestinos han tenido lugar en todo el mundo, incluso en los países occidentales cuyo apoyo de los gobiernos hace posible la agresión israelí.
Aquí en Estados Unidos, los manifestantes han salido a la calle de costa a costa. Solo el 17 de octubre, miles de personas se reunieron en la ciudad de Nueva York y Washington, DC, para expresar su indignación por el atentado contra el hospital.
Habrá una Marcha Nacional por Palestina en Washington, DC, frente a la Casa Blanca el sábado, 4 de noviembre. Para obtener más información, haga clic aquí.