El 5 de febrero, activistas por los derechos de las y los inmigrantes realizaron una conferencia de prensa y una manifestación en la Terminal de Cruceros de Brooklyn, en el vecindario Red Hook de Brooklyn. Las y los organizadores estaban allí para protestar contra la ciudad y los recientes desalojos de solicitantes de asilo del Hotel Watson en Manhattan por parte del Departamento de Policía de Nueva York y las condiciones del centro de detención donde muchas y muchos fueron reubicados.
La cobertura de noticias de los desalojos mostró a los migrantes durmiendo en la calle afuera del Hotel Watson durante una de las semanas más frías de 2023 hasta ahora. Muchos de quienes dormían en la calle inicialmente habían dejado el hotel para mudarse al Terminal de Cruceros de Brooklyn, pero regresaron luego de ver las deplorables condiciones despreciables.
Cathy Rojas,militante del Partido por el Socialismo y la Liberación y candidata a la alcaldía de la ciudad de Nueva York en 2020, recordó a los asistentes el rol que desempeñaron los trabajadores inmigrantes durante la pandemia: “Sabemos que los inmigrantes vinieron aquí a trabajar. Y en la ciudad de Nueva York en 2020, cuando todos los turistas y todos los gentrificadores se fueron de la ciudad de Nueva York porque era un infierno vivir, ¿Quién se quedó aquí trabajando? ¿Quién reconstruyó esta ciudad? Nosotros lo hicimos. Nuestras comunidades lo hicieron. Los inmigrantes lo hicieron”.
La Coalición de Inmigración de Nueva York, una organización sin fines de lucro que aboga por una reforma migratoria, estima que “las y los inmigrantes constituyen el 54 por ciento de la fuerza laboral esencial de Nueva York”. Las y los trabajadores indocumentados han sido durante mucho tiempo la columna vertebral de la industria agrícola de este país, que a sabiendas permite que las corporaciones exploten su trabajo pagándoles salarios inferiores e ilegales, mientras que el Servicio de Impuestos Internos de Estados Unidos (IRS por sus siglas en inglés) recauda alrededor de $7 mil millones en impuestos del trabajo de inmigrantes cada año. El gobierno de EE. UU. está completamente al tanto de las condiciones que deben soportar las yl os trabajadores agrícolas migrantes, pero no hace nada para atender a sus necesidades materiales a pesar de los años de lucha que se lleva demandado un camino hacia la ciudadanía para todas y todos los inmigrantes documentados e indocumentados.
Tania Kappner, una organizadora de By Any Means Necessary (BAMN, por sus siglas en inglés), se refirió al albergue como un “centro de detención”, mientras describió cómo los migrantes duermen “hacinados”. Kappner también señaló que es riesgoso que las personas duerman en lugares estrechos durante una pandemia: “Ya sacaron a alguien, y las autoridades sanitarias que vinieron a sacarlo llegaron con trajes de protección contra materiales peligrosos”.
A lo largo de la manifestación, los organizadores hablaron de las condiciones inhumanas dentro del terminal, donde mil camillas están colocadas una al lado de la otra y solo hay cuatro baños disponibles para el uso de los migrantes, ubicados fuera de las instalaciones,
“Para llegar a la ducha, tienes que caminar afuera. Los chicos han estado diciendo que hay trozos de hielo en las duchas. Son condiciones completamente deplorables e inaceptables y deben terminar”, dijo Kappner. “Los inmigrantes quieren encontrar trabajo, pero ¿cómo pueden ir a trabajar sin un lugar donde dejar sus pertenencias o un lugar para ducharse para verse decentes para el trabajo?” preguntó Carlos, un estudiante de último año de secundaria e inmigrante. “¡Solo hay cuatro baños para mil hombres! ¡Esto es inhumano!”
El albergue está ubicado en un área industrial aislada de Red Hook a la que no se puede acceder a través de ninguna de las líneas del metro, lo que los organizadores describieron como un sabotaje intencional por parte de la administración de Eric Adams.
“No estamos cerca de la comunidad, mientras que en Manhattan, los hoteles estaban rodeados por la comunidad… si la Migra viniera [Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés)], la comunidad podría intervenir y asegurarse de que no se llevaran a nadie”, dijo Stephanie Gutiérrez, organizadora de BAMN. “Aquí ICE está dando vueltas, patrullando, asustando a la gente, dejando claro que tienen el poder, y que en cualquier momento pueden llamar a personas a una cita y repentinamente empezar a deportar a la gente, y nadie estaría aquí para verlo y detenerlos”.
Presupuestos policiales excesivos mientras no hay dinero destinado para albergues
La policía de Nueva York estuvo muy presente fuera del terminal donde se estaba llevando a cabo la manifestación, y sus autos superaron en número a los organizadores que asistieron a la manifestación.
Recientemente, el alcalde de la ciudad de Nueva York, Eric Adams, presentó un presupuesto preliminar que recorta el financiamiento de varias agencias y departamentos esenciales, mientras que mantiene el presupuesto ya excesivo de la policía de Nueva York. Los neoyorquinos de toda la ciudad han notado un aumento de policías patrullando sus calles. Los organizadores de la manifestación insistieron en que existe el financiamiento para brindar albergue seguro a los refugiados y solicitantes de asilo, y señalaron la decisión del gobernador Hochul de comprometer mil millones de dólares para los migrantes en la ciudad de Nueva York.
“Todos estos inmigrantes pueden ser trasladados de esta hielera al hotel Holiday Inn, que ya recibió un contrato para albergar a solicitantes de asilo y tiene más de 492 habitaciones vacías que podrían usarse hoy”, señaló Carlos.
En los primeros días de la pandemia, la ciudad acudió al rescate de 60 hoteles vacíos de Manhattan contratándolos para albergar a quienes vivían en albergues desfinanciados y peligrosamente hacinados . Esta medida demostró la voluntad del gobierno de encontrar soluciones creativas para enfrentar la crisis de personas sin hogar que tiene larga data, siempre y cuando beneficie a los ricos.
Está claro que esta opción siempre ha existido, ya sea utilizando los hoteles o los miles de alquileres desocupados en toda la ciudad para satisfacer las necesidades de aquellas personas que están pasando por inestabilidad de vivienda, es decir, la solución siempre ha estado ahí.
El imperialismo estadounidense produce migrantes.
Los expositores señalaron que es la explotación por parte de las corporaciones y el gobierno de los EE. UU. los que han causado la devastación económica que desencadena la crisis migratoria en primer lugar.
“¿Cuánta comida, cuántos recursos le han quitado al pueblo venezolano las sanciones que impuso EE.UU. a Venezuela, tanto que no les deja otra opción que irse?”. preguntó Rojas, “¿Cuántos recursos le ha quitado al pueblo mexicano el Tratado de Libre Comercio entre México y Estados Unidos, dejándolos sin poder aumentar su salario mínimo, dejándolos con un desastre ambiental, con condiciones inhumanas de trabajo, sin otra opción más que a huir”
Mientras que los inmigrantes que llegan de América Latina se enfrentan a una gran inestabilidad y hostilidad por parte de legisladores tanto demócratas y republicanos, los que llegan de Ucrania, donde Estados Unidos está liderando una guerra de poder contra Rusia, parecen recibir un apoyo interminable de las autoridades gubernamentales federales y locales. El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) da cuenta constantemente de su propia hipocresía al levantar las restricciones y facilitar los procesos de inmigración y asignar fondos para reasentar a los refugiados que llegan de países donde Estados Unidos tiene intereses geopolíticos, como Ucrania.
En 1966, después de la Revolución Cubana, el presidente Lyndon B. Johnson promulgó la Ley de Ajuste Cubano, que otorgó a los inmigrantes que llegaban de Cuba privilegios sin precedentes, permitiéndoles solicitar la residencia permanente y eventualmente la ciudadanía. Hoy, quienes llegan de Afganistán y Yemen, no califican para esos mismos privilegios. En cambio, pueden solicitar el Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés) y esperar que DHS les permita solicitar TPS nuevamente en dos años.
“El imperialismo estadounidense ha creado las condiciones para que las y los inmigrantes salgan de su país y encuentren un refugio aquí”, declaró Rojas. “Entonces no están pidiendo nada que no se les deba. ¡Están pidiendo humanidad y dignidad!”.
¡Cierren el centro de detención!
Quienes organizaron la manifestación del domingo fueron claros en su demanda: ¡Cierren el centro de detención en el Terminal de Cruceros de Brooklyn!
“BAMN está construyendo un movimiento aquí en Nueva York, pero también en todo el país para dar la bienvenida a los inmigrantes, y con el fin de luchar por los derechos de los inmigrantes para abrir las fronteras que nunca debieron haber existido”, dijo Yvette Felarca de BAMN. “Y ya sea Donald Trump, Joe Biden, Kamala Harris o el alcalde Adams, no hablan por el pueblo de esta ciudad o de esta nación porque los inmigrantes son bienvenidos aquí. Vamos a seguir luchando hasta que se cierre este centro de detención”.
Los manifestantes realizarán otra manifestación el sábado 18 de febrero en el Terminal de Cruceros de Brooklyn. Están llamando a todas las personas de la ciudad de Nueva York y de todo el país a unirse a ellos para exigir el fin a las indignantes condiciones a las que los migrantes se ven obligados a soportar. Quieren reunir una multitud lo suficientemente grande para que los solicitantes de asilo alojados dentro del terminal puedan escuchar sus consignas de solidaridad.