Foto: 17 de octubre de 2022. Protesta en Boston contra la intervención de EEUU en Haití. Foto Liberación
El pueblo haitiano ha intensificado su lucha militante por defender la independencia del país contra la inminente intervención imperialista. El 17 de octubre de 2022, varios miles protestaron en la capital del país, Puerto Príncipe, dirigiendo la marcha a la embajada de Estados Unidos. La policía leal al gobierno de facto e ilegítimo del Primer Ministro Ariel Henry respondió con una feroz represión policial.
La manifestación tuvo lugar el día del aniversario de la muerte de Jean-Jacques Dessalines en 1806, un héroe de la Revolución Haitiana que permanece como un ícono de la lucha permanente del pueblo por defender su soberanía. La Revolución Haitiana sacudió al mundo a principios del siglo XIX, siendo la primera rebelión de esclavos exitosa en establecer una república que aterrorizó a los ricos y poderosos. Desde entonces, Haití ha estado bajo ataque.
Mientras el pueblo de Haití sigue en la lucha, el plan de intervención militar toma forma en los salones de poder que se encuentran fuera del país. Si bien la escala y la forma de intervención son inciertas, sabemos por eventos recientes que la situación se intensifica.
El mismo lunes 17 de octubre, EEUU y México presentaron una propuesta de resolución que autoriza el despliegue de fuerzas militares en el país. Aparentemente, el propósito sería romper con el control que las bandas criminales tienen sobre el mismo. En semanas recientes, las pandillas, usualmente conectadas con élites poderosas, han bloqueado partes importantes del país y han tomado control de rutas críticas para el transporte.
Esta situación ha causado grandes dificultades para el pueblo haitiano. Sin embargo, la intervención de una “fuerza internacional” no busca enfrentar tales dificultades, sino que estabilizar el gobierno de Ariel Henry. Henry fue instalado en el gobierno tras el asesinato del Presidente Jovenel Moïse el año pasado y el colapso institucional que le siguió. Henry no posee la legitimidad del pueblo para gobernar Haití. El alcanzó ese puesto y reconocimiento internacional sólo gracias al apoyo de EEUU y sus aliados. Su administración ha sido favorecida porque no tiene interés alguno en desafiar el saqueo de Haití por corporaciones occidentales ni en afirmar su independencia en el concierto internacional.
La última semana, los gobiernos de EEUU y Canadá anunciaron que enviarán “ayuda de seguridad” a la Policía Nacional Haitiana. Esto incluye armamento de alto peso, como vehículos militares blindados, convirtiéndose en un preludio a la invasión definitiva. La ayuda a la policía fue enviada menos de una semana después de que asesinaran a un protestante y dispararan a varios más en protestas contra la intervención extranjera.
El Secretario General de las Naciones Unidas y ex Primer Ministro del miembro de la OTAN Portugal, Antonio Guterres, dijo el lunes 17: “necesitamos una acción armada para liberar el puerto y permitir el establecimiento de un corredor humanitario”. El concepto de “corredor humanitario” es una concepto familiar en el lenguaje del imperialismo, diseñado para hacer más digerible la invasión militar en la opinión pública.
Los próximos días y semanas son críticos. Mientras el pueblo haitiano continúa una lucha por la libertad e independencia que inició siglos atrás, la solidaridad internacional es crucial.