Casi 15,000 pilotos de Delta Airlines votaron por abrumadora mayoría para autorizar una huelga esta semana, con el 96 % de participación de los miembros y 99% votando a favor de la huelga. Las negociaciones por el nuevo contrato de los pilotos, miembros del sindicato Air Line Pilots Association (ALPA, por sus siglas en inglés) comenzaron hace más de tres años. Desde entonces, los pilotos han trabajado incesantemente durante toda la pandemia global y han tenido que enfrentar una inflación que está disparada —todo esto sin un aumento de sueldo desde enero del 2019.
Los pilotos exigen remuneración y horarios justos
A pesar de publicar ingresos trimestrales récord de $14 mil millones en septiembre, Delta Airlines se ha rehusado a ofrecer una propuesta salarial que “como mínimo, tome en cuenta el impacto de la inflación en nuestros sueldos”, señaló el Capitán Jason Ambrosi, piloto de Delta y presidente del Consejo Ejecutivo Maestro de Delta del sindicato ALPA.
El tema de los horarios justos es esencial para los pilotos, quienes han tenido que trabajar una gran cantidad de horas extras debido a la constante falta de personal. Un piloto de Delta mencionó a Liberation News, “Te diré un dato: los pilotos de Delta volaron más horas extras durante los primeros seis meses del 2022, en comparación al total de los tres años anteriores [2018 y 2019 combinados]”.
A pesar de aceptar miles de millones de dólares en asistencia gubernamental por la pandemia para prevenir la pérdida de empleos, aerolíneas como Delta solo ofrecieron jubilaciones anticipadas voluntarias y bajas indemnizadas a las y los trabajadores, dejándolos con menos personal de trabajo justo cuando los viajes en avión aumentaron en el 2021.
Esta falta de personal ha empeorado las condiciones de trabajo explicó Ambrosi, “Los reportes de fatiga en el trabajo son sin precedentes y nuestra calidad de vida se ha visto deteriorada por el ‘optimizador de horarios’”. Las aerolíneas continúan priorizando las ganancias corporativas, una y otra vez, por encima de la calidad de vida de las y los trabajadores aéreos, pero los pilotos han dicho ya basta y están luchando.
Las y los trabajadores del transporte se defienden
En toda la industria del transporte, las y los trabajadores se están organizando y luchando contra los bajos salarios, la falta de personal y la sobrecarga de trabajo. Además, los asistentes de vuelo de Delta, que actualmente es la única aerolínea donde los asistentes no están sindicalizados, están luchando para formar un sindicato y resolver los problemas de bajos salarios y los horarios insostenibles. Las y los trabajadores del sector ferroviario también están luchando contra políticas de horarios que castigan por tomarse días de enfermedad y que requieren que estén “disponibles” aún en sus días libres.
Las y los trabajadores en las industrias de ferrocarril y las aerolíneas han demostrado que están dispuestos a irse a huelga, incluso con las trabas legales de la Ley Laboral de Ferrocarriles (Railway Labor Act). Con esta ley, el siguiente paso para los pilotos de Delta después de su autorización para la huelga será que la Junta Nacional de Mediación (National Mediation Board), el regulador gubernamental de disputas laborales en la industria aérea, agote sus esfuerzos de mediación para arbitrar el contrato. Después, si el sindicato de los pilotos o la gerencia de Delta rechazan la arbitración, habría un “periodo de reflexión” obligatorio de 30 días, lo cual causaría un retraso temporal de la huelga. Después de este retraso, si no se llega a un acuerdo contractual, los pilotos de Delta podrían irse a huelga o la directiva podría llevar a cabo un bloqueo.
Cuando la gerencia se rehúsa a negociar de forma justa, estos procesos frenan la capacidad de las y los trabajadores de escalar su campaña hacia una huelga. Sin embargo, los pilotos de Delta siguen comprometidos con su lucha por ganar un contrato. Si la gerencia de Delta se sigue negando a invertir en los pilotos que vuelan sus aviones, al mismo tiempo que “publican ingresos récord para el tercer trimestre”, los pilotos han dejado en claro que están listos para irse a huelga, ya que tienen el voto que aprobó la huelga. Cuando todos los caminos posibles hayan sido agotados, los pilotos están listos para tomar acción colectiva y no volar los aviones hasta que ganen su contrato.
“El mensaje que hemos mandado a la gerencia de Delta es innegable: nos iremos a huelga si es necesario”, señaló Ambrosi. “Exigimos y nos hemos ganado el derecho a un contrato proporcional con las habilidades altamente únicas que brindamos para proporcionar un servicio seguro, profesional y de la mejor calidad año tras año. Si nos ofrecen algo menos de lo que nos merecemos, estamos listos para irnos a huelga”.
La clase trabajadora triunfa
En un momento en el que los jefes intensifican sus ataques contra todo el movimiento sindical, reflejado en el próximo caso de la Corte Suprema Glacier v. Teamsters, decisión que podría aniquilar nuestro derecho fundamental a la huelga, la organización sindical cobra mayor relevancia aún.
Las y los trabajadores están organizándose y ganando. Justo el mes pasado, los pilotos de Alaska Airlines votaron 99% en favor de una huelga y salieron vencedores con un contrato que incluye aumentos de sueldo de hasta 23%, mejores horarios y una mayor seguridad laboral.
Los pilotos de Delta están trabajando con un contrato que firmaron en el 2016 y todavía no han visto una propuesta salarial de Delta que refleje la inflación o el inmenso valor de su trabajo —después de todo, los aviones no se vuelan solos. Los pilotos de Delta están hartos de los retrasos de los directivos, y el decisivo voto refleja que están preparados a llegar hasta huelga si eso es lo que hace falta para ganar el contrato que merecen.
Imagen: Un avión Boeing 737-900 de Delta Airlines en el Aeropuerto Internacional de San Diego. Wikimedia Commons.