Un golpe de estado militar se está llevando acabo en Honduras. Los líderes del golpe secuestraron al presidente democráticamente electo, Manual Zelaya, en medio de la noche; falsificaron una carta de resignación y declararon a Roberto Micheletti, un legislador, como el nuevo presidente de este país. Además de forzar Zelaya al exilio en Costa Rica, los embajadores de Cuba, Venezuela, y Nicaragua fueron detenidos, intimidados y golpeados, antes de ser puestos en libertad. Mientras tanto las estaciones de televisión privadas del país están distribuyendo información falsa, claramente colaborando con los golpistas.
 Demonstrators protest at the gate of the presidential palace in Tegucigalpa, Sunday, June 28, 2009 |
No se necesita una bola de cristal para ver que esta maniobra sucia y anti-democrática es un intento por detener y sabotear la creciente asociación de Honduras con el giro hacia la izquierda que está surgiendo por todo el continente. Zelaya ha llevado a Honduras hacia el grupo del ALBA, ha incrementado gastos sociales, y ha abogado por una nueva constitución que ha provocado una ofensiva feroz de las élites hondureñas que tienen relaciones amistosas con los Estados Unidos.
El presidente venezolano Hugo Chávez ha sugerido la participación de la mano oculta de la CIA en el golpe de estado, llamándolo un intento por de parte de la oligarquía Hondureña para regresar a Honduras al status de “republica bananera” que esté al servicio de Washington.
Honduras, uno de los países más pobres del hemisferio, ha sido víctima de guerras sucias patrocinadas por la CIA durante muchos años. En 1954, cuando la CIA organizó el golpe de estado en contra de Jacobo Arbenz, el presidente nacionalista e izquierdista de Guatemala, la CIA bombardeó Honduras para iniciar una confrontación fronteriza. El golpe resultó en la muerte de más de 100.000 civiles guatemaltecos—sangre sobre las manos de la CIA. En los años 70 y 80, la CIA financió los paramilitares ultraderechistas en una guerra secreta y gro-tesca contra las fuerzas izquierdistas en América Central, incluyendo en Honduras.
El actual golpe de estado ha sido dirigido por figuras militares que han sido entrenadas en la Escuela de las Américas: un campo de entrenamiento militar dirigido por el Pentágono para entrenar asesinos, torturadores, y paramilitares. Dicho centro está localizado en Georgia, EE.UU. Esta escuela ha creado los más odiados dictadores en todo el continente. Si el golpe de estado triunfe, será porque ha recibido y ha contado con el apoyo directo de Washington.
Si en verdad triunfará es otra cosa. Decenas de miles de hondureños se han congregado y han salido a las calles para exigir la restauración del presidente Zelaya. Entre las consignas que se han utilizado están las frases ¡“Traidores”! y ¡“Fuera con la Burguesa”! El fracasado intento de golpe de estado en el 2002 contra Venezuela demostró la fuerza que la organización masiva del pueblo tiene para derrotar las intenciones de los fascistas de obtener el poder.
El pueblo trabajador de Honduras también tiene más aliados regionales que antes. Hoy, América Latina se encuentra en una posición diferente que durante los tiempos de “La Guerra Fría”, ni siquiera como hace más de siete años cuando el golpe de estado fue intentado contra Hugo Chávez. La ola izquierdista ha permitido a muchos países rechazar décadas de neocolonialismo y les ha permitido sentar una política extranjera más independiente.
No cabe la menor duda que estos elementos derechistas en la fuerza militar Hondureña actuaron con la luz verde de algún sector del gobierno estadounidense, pero el coraje global contra el golpe podrá cambiar los cálculos de Washington.
¡El pueblo unido podrá derrocar este golpe de estado!
¡Restituir a Manuel Zelaya!
