On February 19, 2008, the Roundtable Program on Cuban television broadcasted an editorial on Fidel Castro’s decision to not accept the charge of President. The original text of the editorial, translated by PSLweb.org, follows the English version.
Compatriots:
Today we awoke, shaken by the message of the Commander in Chief, announcing that he would not aspire to nor accept the charge of President of the Council of State and Commander in Chief, at the National Assembly which convenes on Feb. 24.
Each one of us received the news with our personal burden of emotions, upon hearing that he will no longer be the head of our State, the person about whom Che once said, and Raúl reiterated, “he won the right to lead us because he was the first in Moncada, the first on the Granma, in the Sierra, the Bay of Pigs…” In other words: because for more than 50 years Fidel is the example of total dedication to his homeland and his people to the point of neglecting his health and his own personal life.
In one way or another, each one in their own manner, we have received the news with a mixture of sadness and pride: Because Fidel, our Fidel, leaves his historic responsibilities and he tells us, without drama, that it would be a betrayal to his conscience, “to occupy a responsibility that requires the mobility and complete dedication that I am not in a physical condition to offer.” But, consistent to the end, as he himself has said, he is doing it with an extraordinary dignity in a moment when the people has supported — with an overwhelming vote — the continuity of a project that is besieged by the biggest empire in history.
Ten imperialist administrations have tried to overthrow, blockade, and assassinate. And all of their criminal attempts were defeated.
Fidel is announcing his decision with the certainty that we are prepared to understand it because we are — something rare in today’s world — an organized country, united, strong for our understanding and resistance, trained in the work of having kept at bay the cruelest and most merciless of adversaries for half a century. He is handing over his functions in a victorious Revolution and he seeks neither recognition nor honors, only to continue as a “soldier of ideas.” We can do no less than understand and accept, with all the reverence of our greatest respect, his decision in all its humble greatness.
Today Fidel has once again defeated the enemy, which for more than 50 years has laid siege to our common home and will continue to do so, with more rage but also—as has been proved so many times—less successfully. Meanwhile, we will be more and better prepared for the risks to come.
Let us confirm to him that what he defined as his “first obligation after so many years of struggle”, that of preparing us for his absence, psychologically and politically, is accomplished; as with all the missions that he has brilliantly directed and lead in these beautiful years. And let us await his next Reflection, an indispensable weapon of our arsenal for the new times and future battles.
LONG LIVE FIDEL!
LONG LIVE RAÚL!
LONG LIVE THE UNITED HOMELAND WHICH THEY FOUNDED AND WHICH ALL THE PEOPLE WILL DEFEND!
EVER ONWARD TO VICTORY!
Editorial de Cierre de la Mesa Redonda
19 de febrero
Estimados televidentes y radioyentes:
Compatriotas:
Hoy todos despertamos estremecidos por el Mensaje del Comandante en Jefe, anunciándonos que no aspirará ni aceptará los cargos de Presidente del Consejo de Estado y Comandante en Jefe en la Asamblea Nacional que se constituirá el próximo día 24.
Cada uno de nosotros recibió la noticia con la carga personal de emociones que entraña el anuncio de que ya no estará al frente de nuestro Estado, la persona que como una vez dijo el Che y varias reiteró Raúl: “se ganó el derecho a dirigirnos porque fue el primero en el Moncada, el primero en el Granma, la Sierra, Girón…” O lo que es lo mismo: porque Fidel es hace más de 50 años ejemplo de consagración total a su Patria y a su pueblo hasta el punto del descuido de su salud y su propia vida personal.
De una u otra manera, cada uno a su modo, todos hemos recibido la noticia con una mezcla de tristeza y orgullo: porque Fidel, nuestro Fidel, deja sus cargos históricos y nos dice, sin dramatismo, que sería una traición a su conciencia “ocupar una responsabilidad que requiere movilidad y entrega total que no estoy en condiciones físicas de ofrecer”. Pero, consecuente hasta el final, como él mismo ha dicho, lo hace con una extraordinaria dignidad en un momento en que el pueblo ha respaldado con votación abrumadora la continuidad de un proyecto asediado por el mayor imperio de la Historia.
Diez administraciones imperiales se propusieron derrocarlo, bloquearlo, asesinarlo. Y todas fueron derrotadas en sus criminales intentos.
Fidel nos anuncia su decisión con la certeza de que estamos preparados para entenderlo porque somos —cosa rara en el mundo de hoy— un país organizado, unido, fuerte por sus conocimientos y su resistencia, entrenado en el oficio de haber mantenido a raya al más cruel y despiadado de los adversarios durante medio siglo. Entrega sus funciones en una Revolución victoriosa y no pide reconocimientos ni honores, solo mantenerse como “un soldado de las ideas”. No podemos menos que entender y aceptar, con la reverencia de nuestro mayor respeto, la humilde grandeza de su decisión.
Hoy Fidel ha vuelto a derrotar al enemigo que por 50 años ha asediado nuestra casa común y que no dejará de hacerlo en adelante, con más furia pero también con menos resultado, como se ha probado tantas veces, mientras más y mejor preparados estemos para los riesgos por venir.
Confirmémosle que la que él definió como su “primera obligación después de tantos años de lucha”: prepararnos para su ausencia, sicológica y políticamente, fue cumplida; como todas las misiones que dirigió y encabezó en estos hermosos años, brillantemente. Y esperemos su próxima Reflexión, arma indispensable de nuestro arsenal para los nuevos tiempos y las próximas batallas.
¡VIVA FIDEL!
¡VIVA RAÚL!
¡VIVA LA PATRIA UNIDA QUE ELLOS FUNDARON Y QUE TODO UN PUEBLO DEFENDERÁ!
¡HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!