Un policía fuera de sus horas de servicio le disparó a DeOnté Rawlings, un joven afro-americano de 14 años causándole la muerte instantáneamente en Washington, D.C. el 17 de septiembre. El crimen nos recuerda a los asesinatos de Sean Nell, Amadou Diallou y muchos más que fueron causados por policías brutales.
La policía alegó que el joven les había disparado primero, y por eso el policía le dio un tiro en la cabeza, pero ninguna arma fue encontrada en el cuerpo de la víctima.
La versión que da la policía se oye sospechosa, por decir lo menos; el asesinato ha enfurecido a la comunidad.
Residentes de Washington, D.C. se están organizando para exigir respuestas y para terminar el abuso de la policías en sus comunidades. Los oficiales que han intentado cubrir el crimen se han enfrentado con mucha resistencia.
Inicialmente los oficiales se negaron a dar los nombres de los dos policías involucrados en el crimen, pero después de dos días identificaron a James Haskel y Anthony Clay.
La policía le disparó a Rawlings en la cabeza después de una breve confrontación. Los policías iban conduciendo el vehículo personal de Haskel. No estaban de servicio y los policías no llevaban uniforme. No se identificaron como oficiales cuando enfrentaron al joven.
Los oficiales dicen que los policías buscaban una bicicleta que supuestamente había sido robada de Haskel.
De acuerdo a los oficiales, iban en su carro cuando encontraron a Rawlings usando la bicicleta. Los policías alegan que Rawlings les disparó. Después, ellos le tiraron en la cabeza.
La versión de los policías causa muchas preguntas
Haskel, el policía al que le habían robado su bicicleta, fue el único que le disparó a Rawlings. Case, que estaba con Haskel cuando Rawlings fue asesinado, huyó la escena en el vehículo de Haskel.
Case regresó a la escena del crimen sin el vehículo. Después la policía encontró el vehículo de Haskel, pero se negaron a decir donde y como lo encontraron. El carro reapareció con un balazo en la puerta del conductor.
Oficiales del departamento metropolitano de D.C. no se enteraron del crimen por los policías. El departamento se enteró a través de la tecnología avanzada de “ShotSpotter” que detecta el sonido de disparos.
La policía no solo falló en producir el arma que su–puestamente fue disparada por Rawlings. Ellos también no pudieron comprobar que había una bicicleta.
Después de cuatro días, ellos reclaman que encontraron la bicicleta en Upper Marlboro, Md., muchas millas lejos de D.C. La policía se niega a decir bajo cuales circunstancias se encontró la bicicleta.
El caso fue entregado a la fiscalía federal de los Estados Unidos. Haskel y Case fueron suspendidos de sus trabajos. Esto es parte de la rutina cuando hay casos de muerte a causa de violencia de policía.
El alcalde de D.C. Adrian Fenty rápidamente interfirió para aplacar a la comunidad afro-americana con una serie de conferencias de prensa. Organizó cuatro conferencias de prensa para hablar sobre el incidente durante los cinco días después del crimen. Pero gracias a las reacciones de las hermanas enfurecidas de Rawlings, los esfuerzos de Fenty no han tenido efecto.
Fenty, acompañado por la jefa de policía de D.C., Cathy L. Lanier y el fiscal federal, Jeffrey A. Taylor, habló en una conferencia de prensa el viernes, 21 de septiembre. Las hermanas de Rawlings se negaron a participar en el escándalo. En lugar de eso, exigieron saber si la policía había falsificado evidencia.
Hubo una vigilia conmemorativa en la casa de Rawlings a las 7:00 el 26 de septiembre. El Partido por el Socialismo y la Liberación continuará cubriendo esta historia y las reacciones de la comunidad mientras los eventos se siguen desenvolviendo.
Policías asesinos son parte del sistema
El asesinato brutal de DeOnté Rawlings y de miles más puede ser entendido mejor dentro del contexto más amplio del papel que juega la policía bajo el capitalismo.
El racismo de la sociedad es evidente en casi cada incidente de muerte a causa de la violencia de policías. Ni se pudiera imaginar que un policía usaría sus armas contra un joven de 14 años en una comunidad anglo de la clase alta. Al mismo tiempo, la policía que convirtió a Jamaica, Queens en una galería de tiro cuando mataron a Sean Bell no hubiera hecho lo mismo en frente de un bar en el centro turístico.
En comunidades de la clase trabajadora, la policía existe para proteger a los intereses de la clase capitalista, y no a la comunidad.
El concepto de una fuerza policiaca moderna salió de la revolución industrial de Europa. Los dueños de las fabricas se dieron cuenta que necesitaban una fuerza armada para proteger las fábricas y para prevenir que los trabajadores destruyeran las maquinarias o se robaran productos.
La historia de los trabajadores que luchan para derechos básicos está llena de ejemplos donde los policías trabajan en escuadrones en contra de los organizadores sindicales. Hasta este día, los policías son una fuerza de ocupación en comunidades oprimidas, principalmente comunidades afro-americanas y latinas.
La lucha para darles justicia a DeOnté Rawlings y su familia continuará. Para terminar con la violencia de la policía, tenemos que lanzar una lucha feroz en contra, mientras luchamos para una sociedad que valora la vida humana y no la ganancia.
¡No más policías racistas asesinos! ¡Justicia para DeOnté Rawlings!