Este 23 de junio, más de 500 personas echaron atrás a un pequeño grupo de 40 personas anti-inmigrante en el sur de Los Angeles. Fue una derrota plena para el movimiento derechista y anti-inmigrante que se ha hecho más y más aislado en estos últimos meses.
La Coalición ANSWER (Actué Ahora para Detener la Guerra y Terminar el Racismo) y el Partido Socialismo y Liberación se movilizaron fueron una fuerza importante en hacer retroceder a los racistas. La contra-protesta fue llamada por el Comité de Defensa Primero de Mayo.
Las fuerzas anti-inmigrante salieron de grupos como el Minutemen Project, y otras organizaciones neo-fascistas que son racista por naturaleza.
Los grupos han estado trabajando en alianza con Ted Hayes, un derechista afro-americano que se ha enmascarado como un activista de derechos civiles. Hayes creó un grupo anti-inmigrante que engañosamente lo llama “Choose Black America” — su único propósito es promover el racismo anti-inmigrante en la comunidad afro-americana y dividir las dos comunidades oprimidas. Las consignas divisivas de su grupo incluyen, “La amnistía les priva las reparaciones a los afro-americanos!”
Esta posición política ayuda, solo a la clase dominante capitalista en los Estados Unidos. Los Minutemen son racistas que son apoyados por algunos de los líderes partidarios de la supremacía blanca del país. Ellos no quieren derechos civiles para nadie, ni afro-americano ni latino. Este mensaje de odio y división fue rechazado militantemente el 23 de junio.
Los protestantes anti-racistas se unieron en la esquina de los bulevares Crenshaw y Martin Luther King, el centro de la comunidad afro-americana. Cientos de miembros de la comunidad y transeúntes demostraron apoyo durante el día contra los racistas. La mayoría de las personas progresistas eran afro-americanos.
El momento que el grupo anti-inmigrante se unió en la esquina para comenzar a marchar donde le permitió la ciudad, las fuerzas pro-inmigrante también tomaron la calle, desafiando el departamento de policía de Los Angeles. Siguieron a los racistas hasta el parque Leimert, un sitio tradicional donde se juntan artistas, activistas, y familias afro-americanas.
Hayes y sus cómplices intentaron entrar al parque para el mitin pero no pudieron. Los 500 activistas y miembros de la comunidad formaron una fila que se estiraba a través del parque para detener a los racistas que querían entrar. Ellos gritaban, “¡Que no pasen!” y “¿De quien es el parque? ¡Del pueblo!”
Muchos comenzaron a cantar canciones que se oían en los tiempos de la lucha por los derechos civiles; muchos también cantaron en español e inglés para demostrar la unidad frente al racismo. Se vió la necesidad de unir las luchas contra el enemigo racista. Muchos llevaban pancartas que leían, “¡No al racismo: los derechos de los inmigrantes son derechos civiles!” y “¡Unidad contra el racismo: No al KKK/SOS/Minutemen!”
Después de cuatro horas de confrontación, los racistas tuvieron que ser acompañados por los policías hacia fuera del sitio. Su líder, Hayes, fue arrestado después de que inició un disturbio.
La comunidad forzó a los racistas a que se salieran del sur de Los Angeles. Esta fue una gran victoria para todos las personas anti-racista y progresista.
Los capitalistas continuarán sus esfuerzos para dividir y conquistar a la clase obrera. Pero una lucha unida y militante puede derrotar cualquier táctica derechista; y ganar los derechos para afro-americanos, inmigrantes, y toda la gente oprimida que desesperadamente los necesitan.